Se trata del viaje de un monje alemán del siglo XV que en la comarca se desvió a Piedrafita.
Poco suena en el Bierzo un monje alemán del siglo XV, Herman Künig, pero en poco tiempo se sabrá mucho más de él y de la ruta a Santiago de Compostela que le trajo desde la ciudad germana de Vacha. Y todo, porque después de recorrer el Camino Francés, pasando Herrerías de Valcarce y justo antes de Piedrafita, optó por seguir a la tumba del Apóstol por As Nogais, Becerreá, Baralla, O Corgo y Lugo. Estos cinco ayuntamientos gallegos se han unido ahora para estudiar y poner en valor esta guía que se publicó en Leipzig en 1495 y que, aunque sea poco conocido su autor, en su día se llegaron a hacer hasta cinco ediciones.
El convenio entre estos municipios lucenses se firmó el pasado lunes en Baralla y tendrá un especial acento también en el paso del monje por el Bierzo. Al frente de los estudios estará el historiador Javier Gómez Vila.
La Vía Künig sigue desde Lugo hacia Compostela uniéndose a la Ruta Primitiva por San Román da Retorta, Guntín; Ponte Ferreira, en Palas de Rei; Vilouriz, en el concello coruñés de Toques, y, finalmente Melide, donde confluyen la Vía Künig y el Camino Primitivo con el Camino Francés.
El trazado de la ruta ya está hecho, según explican los alcaldes. La ruta conserva vestigios de este camino en forma de antiguas posadas y hospitales. Sin embargo, queda mucho por estudiar. «Estamos recolectando toda la documentación que los municipios nos han pasado para estudiarla bien. El propósito principal de esto es precisamente que la gente lo sepa y lo haga», explicó Javier Gómez a El Progreso de Lugo, ciudad que de esta forma sumará una segunda ruta al denominado Camino Primitivo.
La Guía de este monje alemán fue publicada en 1999 por la Consejería de Cultura de la Xunta, aunque pasó casi de puntillas. De momento, no está reconocida como ruta oficial de peregrinación.
Para el Bierzo supone abrir un nuevo paso en el Camino de Santiago a la hora de recibir peregrinos que quieran seguir el mismo itinerario que este alemán, Herman Jünig hace ya más de 500 años.
