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Un grupo de internos de la cárcel de Palma realiza el Camino de Santiago

28 noviembre 2018 / Mundicamino

Un grupo de internos de la prisión de Palma, que ha formado parte de un programa de reinserción social, ha recibido este viernes su «Compostela» en la Oficina de Acogida al Peregrino tras culminar una parte del Camino de Santiago.

Este tipo de iniciativas, informa la Catedral en un comunicado, se organizan con regularidad desde diferentes delegaciones diocesanas de Pastoral Penitenciaria y otros grupos comprometidos con la reinserción de los privados de libertad, con la debida autorización, y valoración positiva, por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Los peregrinos de hoy fueron recibidos por el deán de la Catedral de Santiago, Segundo Pérez, quien hizo entrega a cada uno de ellos de su «Compostela».

Al frente de la peregrinación estaba el sacerdote mallorquín Jaume Alemany, que lidera este tipo de programas desde hace décadas y que en los últimos años está colaborando con los diferentes programas de acogida a peregrinos que se desarrollan desde la Catedral de Santiago.

El Camino de Santiago es, en este sentido, «una gran ayuda para la reinserción social de los internos, por sus características intrínsecas de hospitalidad y solidaridad, de manera que en cada etapa, se profundiza en la dimensión penitenciaria del Camino».

Es decir, «reconocimiento de la responsabilidad en un hecho delictivo, dolor por las consecuencias del hecho, petición de perdón, propósito de enmendar la vida en el futuro…», en palabras del propio Jaume Alemany.

Esta iniciativa pretende también presentar a la sociedad, en ocasiones ajena a la problemática penitenciaria, un ejemplo concreto de personas arrepentidas de sus actos delictivos y dispuestas a manifestar su voluntad de cambio.

Se trata, en definitiva, reseña la nota remitida a la prensa, de volver a una de las características originales del hecho de la peregrinación, «la de tratar el perdón como elemento sanador, imprescindible para recobrar la paz, aún después de cumplir la condena impuesta por la justicia».