Apostol

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Pueblos

Camino Mozárabe

La Peza

Municipio: La Peza  Provincia: Granada

Situación: Situado en la vertiente norte de Sierra Nevada
Clima: El clima es templado y cálido. En invierno hay más lluvia que en verano.
Descripción: La Peza fue un antiguo castro romano, cuyo topónimo procede del término lápice (piedra), y sobre cuyo solar se construyó la fortaleza medieval encargada de custodiar el antiguo camino de Guadix a Granada
Habitantes: 1250
Teléfono: 958 674 151

 

Descripción

La Peza es una localidad y un municipio situado en la parte occidental de la comarca de Guadix, en la provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía. El municipio lapeceño comprende los núcleos de población de La Peza y Los Villares.

Situado en la vertiente norte de Sierra Nevada, La Peza, antiguo campamento romano, fue una importante fortaleza musulmana, de la que hoy sólo quedan sus restos. En su núcleo urbano se levanta una iglesia mudéjar que tiene la particularidad de poseer dos torres, una de estilo también mudéjar, del siglo XVI, y otra del siglo XVIII.

 

Fogon

GRATINADO DE COLIFLOR

      Ingredientes:

      Coliflor 750 grs.

      Gamba 250 grs.

      Almeja 250 grs.

       Harina 2 cucharadas.

       Mantequilla 2 cucharadas.

       Vino blanco seco ½ taza.

       Yema de huevo 1 unidad.

        Leche ½ taza.

        Queso rallado 1 cucharada.

        Pimienta blanca molida al gusto.

        Sal al gusto.

Manos a la obra:

Separar la coliflor en ramitos, lavarla y cocerla en agua hirviendo con sal hasta que esté «al dente», unos 15 minutos. Transcurrido ese tiempo, colarla, escurrirla bien y colocarla en una fuente refractaria.

Pelar las gambas y cocer las cabezas y las cáscaras en agua hirviendo con sal durante 5 minutos, colar y reservar el caldo. Abrir las almejas al vapor, dejar enfriar un poco y separarlas de las conchas.

Derretir la mantequilla en un cazo al fuego, agregar la harina, dar unas vueltas e incorporar media taza del caldo de cocción de las gambas, la leche y el vino, poco a poco, sin dejar de mover hasta obtener una bechamel clarita. Salpimentar, apartar del fuego y agregarle la yema del huevo, removiendo rápidamente para que no se cuaje.

Incorporar las gambas y las almejas a la coliflor. Cubrir con la bechamel, espolvorear con el queso rallado y meter en el horno, a media potencia, durante 25 minutos.

Esta receta ha sido facilitada por la web www.cocinavino.com

 

Novedades

AUDIO-GUÍA de ROMA

El pack incluye un DVD con 92 archivos mp3, que podrás pasar fácilmente a tu reproductor mp3 o a tu teléfono móvil, y una Guía impresa de 100 páginas con ilustraciones, gráficos, mapas, etc.. En la guía escrita encontrarás información de cada atracción turística, con referencias al correspondiente archivo de audio.

Cada atracción turística tiene asignado un número: sólo tienes que seleccionarlo en tu reproductor y pulsar Play.

La guía comenzará a explicar todas las curiosidades de ese monumento. Tutta Roma es la audioguía más completa de la Ciudad Eterna que hay en el mercado: 22 horas de audio, con explicaciones detalladas de más de 60 monumentos (plazas, iglesias, ruinas…), toda la historia de Roma y algunas biografías imprescindibles: Julio César, Nerón, Rafael, Miguel Ángel…

Es un producto donde se ha cuidado hasta el último detalle, y eso se nota en la altísima satisfacción de los usuarios: “genial, fantástica, la mejor inversión, gran descubrimiento, pura magia, como ir con un guía”… son algunas de las expresiones más repetidas entre los que ya la han probado. La audioguía multiplica la experiencia de un viaje a la Ciudad Eterna y enriquece enormemente la visita.

SIN DUDA, la mejor inversión para tu viaje, vive la experiencia de estar frente al Coliseo o la Fontana di Trevi mientas expertos en historia, arte y arqueología te explican todos los detalles de lo que estás viendo.

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Literatura del Camino de Santiago

El Camino de Santiago, edición en Castellano

El Camino de Santiago empieza en la puerta de la casa de cada ciudadano del mundo. Sin embargo los flujos de peregrinación se asemejan al curso de las aguas. Empiezan por ser como pequeños arroyos que desembocan en caudales de mayor calado, los cuales a su vez vierten aguas en aquellos afluentes que alimentan grandes rios, al final, todo concluye en un gran delta en ese océano de espiritualidad, que es Santiago de Compostela.
Una de éstas grandes rutas, es sin duda, el Camino Francés o Ruta de las Estrellas, así lo dio a conocer el clérigo borgoñón Aymeric Picaud en el siglo XII. En realidad se trata del Camino de Santiago por excelencia.
Parte de Saint Jean Pied de Port, con un itinerario de aproximadamente 800 kilómetros hacia el oeste, con la Vía Láctea que acompaña desde el cielo y la esencia de una ruta milenaria que impregna la tierra.
Disfrutar de la bondad y hospitalidad de sus gentes, cuya cultura, costumbres y exquisita gastronomía sorprenden permanentemente, es otro de sus grandes alicientes.

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Comer en el Camino de Santiago

Casa Rural Monte Rosado

Descripción

Enclave privilegiado al pie de Sierra Nevada por la cara norte, gran diversidad de posibilidades para la práctica de senderismo, deportes en general, incluso acuáticos por la proximidad del pantano de la Peza Francisco Abellán.

Municipio: La Peza
Provincia: Granada
Capacidad: 5 personas
Categoría: Casa Rural
Situación: San Francisco Alto nº 12
Contacto: Telef.: 630 81 87 77

 

mundicaminoTravelInvierno

Viaja con Mundicamino

Como habréis podido observar hemos renovado la web de Mundicamino y también hemos ampliado la oferta de Caminos a Medida en nuestra agencia de viajes.

Aprovechamos la ocasión para mostraros nuestro catálogo de productos para que lo tengáis como referencia.

El Camino de Santiago a pie:

El Camino de Santiago en bici:

El Camino combinado (parte en bici y parte andando):

Otros Caminos:

El Camino a Caballo:

Enoturismo en el Camino:

Esperamos que sean de vuestro interés

Oportunidades en Mundicamino

Las Cruces

 La cruz es uno de los signos más abundantes en la cultura del hombre de todo tiempo y lugar. El hombre ha descubierto en ella, desde siempre, un instrumento privilegiado para expresar el misterio más profundo del mundo y de la vida. Sus brazos le guian en el tiempo (nacimiento y puesta del sol) y en el espacio (Cielo y Tierra).

La cruz, símbolo de la realidad entera en todas sus dimensiones (humano-divina, el material-espiritual, masculino-femenina), es referente ineludible para acceder a lo transcendente ya lo inmanente, una lo cotidiano ya lo global a lo pequeño ya lo universal. Por eso se repite en lo más elevado y en lo más llano, en la cima de los montes y en los cruces de los caminos, en lo alto de los templos y en el corazón de la gente. Su idioma es accesible y familiar a los más diversos peregrinos de este universo multirracial.

 

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Noticias del Camino de Santiago

«El Camino de Santiago es viral y contagioso»

viralycontagioso

Oriundo de Maragatería, a cuyo icónico pueblo de Castrillo de los Polvazares regresó un día para instalar los reales de un Encuentro de Traductores que este verano llegará a su edición número doce, Javier Gómez-Montero acaba de ganar el Premio Camiño de Santiago que otorga la Xunta, dotado con 10.000 euros, por un exhaustivo trabajo de 400 páginas sobre el legado jacobeo en múltiples geografías —claramente, también en León—, titulado Topografías culturales del Camino de Santiago.

—¿Qué supone para usted haber recibido este premio, teniendo en cuenta el mucho esfuerzo empeñado en él?

—Es la culminación de una investigación que nos ha llevado algo más de diez años, el reconocimiento público de un trabajo a veces poco visible. Y es, además, fruto de acciones bien concertadas de mi equipo de jóvenes investigadores en Kiel y de prestigiosos maestros en la iconografía jacobea, en la historia del culto al Apóstol Santiago, en aspectos etnográficos, legendarios y literarios. Causa gran satisfacción haber pilotado una red internacional de estudiosos y haber conseguido canalizar su esfuerzo hacia temas de candente actualidad, como la espiritualidad del Camino, sus usos contemporáneos, su significado y las consecuencias de su auge.

—Ante todo, ¿en qué aspectos fijaba el foco?

—Investigar significa innovar. En nuestro caso se trataba de definir los fundamentos antropológicos de la peregrinación a Santiago y contrastar su articulación social desde la Edad Media hasta hoy. Entre ellos, su condición europea; la interiorización de un telos, es decir, realizar o consumar algo de principio a fin; sentirse en comunidad con los peregrinos de todos los tiempos y desarrollar una identidad uniéndose a los lenguajes y paisajes del Camino. Al andar descubrimos lo más elemental de nuestro cuerpo, solos pero en constante diálogo con nosotros mismos, con los otros y con el mundo alrededor. Ese es el gran regalo que nos hace el Camino.

—¿A qué conclusiones llegásteis con él, sobre todo en lo que respecta a tierras leonesas?

—El patrimonio cultural de los 213 kilómetros de la ruta por León suponen un inmenso tesoro, en parte aún a descubrir, que hay que mimar y no dilapidar. Sabemos que de los casi 300.000 peregrinos del 2016 con la Compostela, la mayor parte pasó por León, muchos incluso iniciaron su recorrido en León o Astorga: todo futuro rendimiento económico del Camino pasará por cuidar los paisaje y por humanizar las entradas y salidas de las ciudades (el coche es una de las bendiciones de los tiempos modernos, pero también una máquina destructora de paisajes). Las tierras de León dan por suyas muchas tradiciones jacobeas: por poner sólo un ejemplo, en la vastísima diócesis de Astorga abundan sobremanera las fiestas, leyendas, artesanías populares e iconografía del santo en templos a lo largo de todo el Camino.

—Algún detalle del trabajo que, personalmente, más le haya llamado la atención…

—Mira, desde que tengo casa aquí se me hizo casi una necesidad incorporar a mis temas de estudio este territorio que veo desde la galería donde escribo y leo. Algo así le ocurre a mucha otra gente: el Camino de Santiago tiene un efecto viral y contagioso. El peregrino muchas veces repite, se entusiasma, revive en su memoria las jornadas de peregrinación con mucha más intensidad que los días de vacaciones de otros años. ¡Que el Apóstol nos ayude, por tanto, a protegerlo de horteradas, de atentados paisajísticos, de salvajadas urbanísticas, de la ignorancia, de la miopía y de la desidia institucional o privada!

—Dice que la nueva edición del Encuentro de Traductores estará dedicada a Antonio Gamoneda y su ‘Descripción de la mentira’? ¿Por qué?

—Hace justo 40 años se publicó esa obra, que marcó un reset de la poesía española por su mirada al pasado inmediato. La idea es reunir a traductores de ese y otros poemarios de Gamoneda para contrastarlos. Además, queremos impulsar nuevas traducciones de sus poemas más recientes y de Un armario lleno de sombra (al francés, al alemán, ¡al estonio!…). También han confirmado su participación el traductor al neerlandés, y las invitaciones al italiano y al portugués están en curso.

Fuente: diariodeleon.es

Un segundo de Paz

Todo lo que he aprendido

Siempre estamos aprendiendo algo nuevo, algo lindo, algo digno, por ejemplo que la paz no se logra si realmente no se está dispuesto a perdonar por ella.

PazA los 9 años aprendí que mi profesora sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.
A los 10, aprendí que era posible estar enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.
A los 12, aprendí que, si tenía problemas en la escuela, los tenía más grandes en casa.
A los 13, aprendí que cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería, mi madre me mandaba a ordenarlo.
A los 15, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque mi padre tenía frustraciones mayores y la mano más pesada.

A los 20, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños.
A los 25, aprendí que nunca debía elogiar la comida de mi madre cuando estaba comiendo algo preparado por mi mujer.
A los 27 aprendí que el título obtenido no era la meta soñada.
A los 28, aprendí que se puede hacer, en un instante, algo que te puede doler la vida entera.

A los 30, aprendí que cuando mi mujer y yo teníamos una noche sin chicos, pasábamos la mayor parte del tiempo hablando de ellos.
A los 33, aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo.
A los 34, aprendí que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.
A los 38, aprendí que, siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa; y siempre que estoy en casa me gustaría estar viajando.
A los 39, aprendí que puedes saber que tu esposa te ama cuando quedan dos galletas y elige la menor.

A los 42, aprendí que si estás llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos.
A los 44, aprendí que puedes hacer a alguien disfrutar el día con solo enviarle una pequeña postal.
A los 47, aprendí que niños y abuelos son aliados naturales.

A los 55, aprendí que es absolutamente imposible tomar vacaciones sin engordar cinco kilos.

A los 63, aprendí que es razonable disfrutar del éxito, pero que no se debe confiar demasiado en él. Y que no puedo cambiar lo que pasó, pero puedo dejarlo atrás.
A los 64, aprendí que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado, nunca suceden.
A los 67, aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.

A los 71, aprendí que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea.
A los 72, aprendí que, si las cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas.
A los 76, aprendí que envejecer es importante.

A los 91, aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.
A los 92, aprendí que todavía tengo mucho para aprender.

Siempre estamos aprendiendo algo nuevo, algo lindo, algo digno, como por ejemplo que la paz no se logra si realmente no se está dispuesto a perdonar por ella, entender cual es la verdadera importancia de la familia, de la gente simple, de la vida misma.

Que si bien todos tenemos distintas cualidades, capacidades y habilidades, sepamos valorar las que tenemos y podamos ofrecerlas a los demás, y disfrutar con las que otros nos pueden brindar.

Saber aceptar nuestras limitaciones y no olvidarnos de nuestras metas, aunque muchas veces parezcan muy lejanas y difíciles.

Encaminarse hacia ellas es el primer paso hacia algo que ni siquiera podemos imaginar. Realmente no tiene mucha importancia hasta qué edad vivimos. Lo importante es sentir que no lo hemos hecho en vano.

Fuente: enbuenasmanos

Historia del Camino de Santiago

La Peza

La villa de La Peza ha sido desde tiempos muy remotos punto clave en la vía que comunicaba el Levante peninsular con el valle del Genil y la Vega de Granada. Esta posición estratégica justificaría un pronto asentamiento humano, al hallarse en un trayecto más accesible que a través de toda la Sierra Nevada. Por ello, tuvo que ser La Peza punto de paso obligado para los vascones que fundaron la antigua Ilíberis (hoy, Granada), y para los romanos, quienes hicieron partir de este pequeño núcleo un desvío hacia la Vía Augusta, con destino a Cástulo. De este modo, La Peza se hallaba justo en la mitad de la ruta tradicional que unía Guadix y Almería con Granada, una ruta que fue también muy frecuentada durante la Edad Media. De hecho, el castillo de La Peza tenía la función primordial de salvaguardar la villa y garantizar el tránsito seguro por esta ruta.

En 1489, al capitular El Zagal —Rey de Granada— llegan los Reyes Católicos a tierras lapeceñas. Sin embargo, la huella dejada por los musulmanes era muy profunda, tal y como haría constar en sus notas el médico y viajero alemán Jerónimo Münzer, quien declararía que La Peza guardaba todavía ese matiz musulmán. Esta decisiva presencia árabe queda también reflejada en los antiguos nombres de los pagos rurales: Alconaytar, Alcambra, Oveledín, etc. Ya entrado el siglo XVI, los nombres se cambian por topónimos cristianos, como las calles del Río, de San Francisco y de la Iglesia; las acequias de la Fuente Blanca, de la Montefría y de la Fuente Encantada; los pagos del Morollón, de la Vega Alta y de la Vega Baja, y del Barranco de los Lobos.

Idéntica suerte corrieron los edificios religiosos. Siendo La Peza un importante núcleo de población con los árabes, tuvieron que alzarse varias mezquitas para atender las necesidades de los creyentes. Con la llegada de los cristianos, la mayoría fueron convertidas, como fue el caso de las ermitas de San Marcos, San Francisco, Santa Lucía y San Sebastián. Del mismo modo, la mezquita mayor fue convertida, pero sería demolida más tarde para construir la primera iglesia de La Peza, que también sería destruida en la Guerra de las Alpujarras. Pero inmediatamente después se inició la construcción del templo nuevo, que es el que se puede contemplar en la actualidad.

También a raíz de aquella guerra, hubo un personaje que todavía sigue siendo conocido y admirado en La Peza: el beato Marcos Criado. Era un monje trinitario de Andújar (Jaén), enviado a esta villa para predicar la fe cristiana entre los moriscos. Éstos eran mayoría en La Peza, y aunque no todos se rebelaron junto a Abén Humeya, la crispación en el ambiente llevó a algunos de ellos a apresar a este monje.

Al cual, tras pasar tres días atado a una encina junto a la actual Fuente de Belchite, le arrancaron el corazón. Aquí ocurrió lo que muchos calificaron como un milagro: del corazón del fraile surgió una brillante luz que cegó la vista de los allí presentes, quienes, poco después, pudieron observar que tenía inscritas las iniciales de Jesucristo. Desde ese momento, San Marcos Criado recibió un culto espontáneo que se expandió por España, Portugal e Italia. Por ello sería beatificado más tarde, en 1899, por el Papa León XIII. De este modo, pasó a ser el primer y único mártir de la Guerra de las Alpujarras beatificado por la Iglesia Católica. Su festividad se celebra el 24 de septiembre.

En 1631, Don Pedro Tesifón de Moctezuma, Conde de Moctezuma, bisnieto del último Emperador Mexicano compró la villa de La Peza, convirtiéndola en un señorío. Desde entonces pasó a llamarse Monterrosano de La Peza. En 1693, tras varias vicisitudes, levantamientos y juicios, la villa de La Peza pasaba de nuevo a la Corona Española, por impago.

En 1810, con la invasión de los franceses, el pueblo vive otro episodio singular: la resistencia del Alcalde Carbonero al paso de éstos.

Es Pedro Antonio de Alarcón, quien en su obra “El carbonero alcalde”, nos relata la gesta de este heroico hombre y de sus valientes vecinos, que en pleno asedio del ejército francés durante la primavera de 1810, hicieron de un tronco de encina un amenazador aunque poco efectivo cañón, cañón que al ser usado por las gentes del lugar estalló en mil pedazos, sembrando la muerte entre ambos bandos y el pánico en el ejército francés, que sin embargo finalmente y dada su superioridad de medios y efectivos, terminó tras una aguerrida lucha tomando al pueblo y capturando a su alcalde, el cual en lugar de asumir su cautiverio, rompió su vara de mando ante el general francés y se arrojó desde un escarpado barranco de la localidad al grito de «yo soy la villa de La Peza, que muere antes de entregarse». Frase que define en buena medida el carácter luchador y reservado, pero a la vez hospitalario, de sus orgullosos vecinos.