Tras buscar alojamiento el peregrino , el ritual seguía con un baño de purificación en agua fría como sinónimo de limpiar el alma para después ir a la catedral.
La vigilia nocturna en el templo era el siguiente rito a ser posible en la víspera de Santiago.
Rezando en la iglesia ante el altar , teniendo en la mano velas encendidas , estar en pie y no sentarse .Tras ello , confesar ,comulgar y visitar las reliquias las reliquias del santo.
Después el esperadísimo abrazo al apóstol y recibir el documento acreditativo de la peregrinación.
El peregrino vivía una experiencia excepcional cercana al cielo como ninguna otra . Su permanente asombro y admiración por cada piedra , cada reliquia , todo ello testimonio de la poderosa gloria de Santiago.