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Credencial para mascotas peregrinas

23 junio 2019 / lavozdegalicia.es

Apaca quiere promover conductas responsables con los animales que hacen el Camino junto a sus amos

Muchos son los perros que caminan junto a sus amos a lo largo de los cientos de kilómetros del Camino de Santiago, y muchos son también los que se unen al peregrino en algún punto de la ruta para terminar abandonados en Santiago o perdidos en cualquiera de las localidades de las rutas hacia Compostela. Con el fin de sensibilizar acerca del buen trato hacia los animales, y especialmente hacia los que recorren el Camino de Santiago, la Asociación Protectora de Animais do Camiño (Apaca) puso en marcha el pasado año una credencial para animales de compañía. En su primer año de vida se vendieron más de quinientas credenciales, y se concedieron cuatrocientos diplomas a perros que terminaron el Camino en «boas condicións físicas e despois de recibir un trato adecuado». Este año, la iniciativa sigue creciendo, y en lo que va de año se entregaron 63 compostelas a canes, y la primera a un gato. Se trata de Osiris, un felino que peregrino junto a Marcelo, un joven de Madrid afincado en Cáceres que recorrió junto a su gato el Camino Francés durante el pasado mes de mayo.

La credencial animal sigue una norma similar a la de los peregrinos humanos, y como ocurre en la oficial, es necesario contar con sellos de diversos lugares del Camino. La única diferencia es que para los responsables de Apaca no es suficiente con tener los sellos. Antes de entregar el diploma, se observa al animal y no se concede la compostela cuando se detecta que no ha estado cuidado ni ha recibido la atención adecuada.Raquel Freiría, portavoz de Apaca, insistió en que el objetivo es «sensibilizar acerca das condutas responsables cando os peregrinos percorren o Camiño acompañados das súas mascotas». Todos los perros que terminaron el Camino junto a sus «peregrinos humanos, e que cumpriron coas condicións de bo trato que esiximos na Apaca, reciben a compostela animal», explica Olalla Raquel Freiría. Incluso se dieron dos certificados a dos perros que «non chegaron a meta, porque as persoas decidiron deixar o Camiño cando viron que para os cans era un risco». Una de las recomendaciones que se lanza desde Apaca es la de fijar «metas perrunas e non humanas». Y es que Raquel considera que las etapas prefijadas en los caminos están pensadas para las personas, y no siempre son las correctas para las mascotas.Uno de los principales problemas de las peregrinaciones animales es que «non sempre os albergues aceptan mascotas, e nalgúns casos hai que durmir á intemperie para facelo xunto aos animais», comenta Raquel. Poco a poco, la actitud de los hospederos va cambiando, y «aceptan que é mellor que os animais durman no cuarto para que, por exemplo, non ladren durante a noite», comenta la portavoz Apaca. Las referencias que se recogen de los peregrinos que viajan con sus mascotas se incluyen en la web de la asociación, donde «pódese consultar información acerca dos albergues que teñen unha boa práctica coas mascotas» y se intercambian otras experiencias. Freiría recomienda a quienes viajan con perros o gatos que planifiquen el Camino con antelación, para «evitar sorpresas desagradables»