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De Madrid a Santiago, a los 81 años

11 octubre 2019 / elnortedecastilla.es

Nunca es tarde si la dicha es buena. Un refrán en el que seguro que pensó la madrileña Eusebia Chimeno cuando el pasado 16 de septiembre, a sus 81 años, se puso a hacer sola el Camino de Santiago. Tras pasar por localidades como Tres Cantos, Manzanares el Real, Segovia, Puente Duero, Medina de Rioseco o Cuenca de Campos, el pasado martes llegaba al albergue de Villalón de Campos y era recibida por su hospitalero, Paco Arroyo.

La veterana peregrina recordó cómo la decisión de hacer andando el Camino por primera vez en su vida fue algo repentino, «una inspiración». Entonces, «no lo pensé dos veces, me dejaron una mochila, pedí la credencial y empecé a caminar», recordó Eusebia, quien no hizo caso de las palabras de sus dos hijos y familiares para quitarla la idea de la cabeza. De esta manera, va haciendo las diferentes etapas, a un paso más despacio, «con trozos buenos y trozos malos», algunas veces acompañada por otros peregrinos, otras veces sola, no faltando los momentos «en los que voy rezando con el rosario en la mano».

En sus motivaciones para hacer el Camino se encuentra el tremendo agradecimiento por haber superado un cáncer o por haber salido de una etapa de alcoholismo, con gran orgullo de poder decir que « hace ya más de 40 años que no lo pruebo». Eusebia, que nació el la localidad zamorana de Palacios de Sanabria, aseguró que «estoy en la gloria y contenta haciendo el Camino en una gran experiencia», porque «por primera vez estoy haciendo lo que quiero». Cada día se encuentra con vecinos de los pueblos y con peregrino con los que tiene un trato muy bueno; por eso afirmó que «no sé cómo hay quien dice que el mundo nos es bueno, para mí lo es». Eusebia echa de menos el no poder comulgar todos los días.

Por delante la queda todo el mes de octubre para llegar a Santiago de Compostela, «sin miedo», siguiendo las flechas amarillas, excepto cuando se despista y se pierde, como en la Sierra de Madrid, donde la Guardia Civil la devolvió al Camino. Eusebia tiene la determinación que «si Dios quiere y las piernas me respetan» podrá regresar en un futuro al Camino. Además aconseja a quien no lo haya hecho «que lo haga, que tiene de todo».

Paco Arroyo, en sus varias décadas de peregrino y hospitalero, reconoció no haber visto nunca un caso así de una persona que, con tanta edad, se haya puesto sola a hacer el Camino. El hospitalero de Villalón de Campos, quien hizo unos kilómetros con Eusebia, reconoció que «es muy valiente y decidida, un ejemplo a seguir».