Apostol

Dos varas de medir según la cola en la que esperes

03 septiembre 2017 / Mundicamino

Los que solo desean dar un abrazo al Apóstol tienen que soportar controles más rígidos.

Nada más pisar la plaza de Platerías uno ve a dos policías nacionales armados, uno de los cuales luce en sus manos un fusil de asalto, muestra evidente de que la seguridad en Compostela se ha reforzado tras los atentados de Cataluña.

Están ahí porque en esta plaza se sitúa la puerta de entrada a la Catedral, y todos los días se congregan en ese punto cientos de turistas y peregrinos, que esperan poder ver la Basílica compostelana.

En esta entrada a la basílica hay un cartel con dibujos y textos en todos los idiomas en los que se informa a los visitantes de que no se puede entrar al interior con mochilas grandes o medianas, ni bolsas con compras.

Sin embargo, son muy pocos los que hacen caso de estas indicaciones, y salvo los peregrinos, que se resignan a dejar sus macutos de gran tamaño en la consigna o donde buenamente pueden, el resto accede al templo con sus mochilas y bolsas, tal y como comprobó ayer una reportera de este periódico.