Apostol

EL CAMINO PRIMITIVO: LA MÁS ANTIGUA, EXIGENTE Y BELLA RUTA A SANTIAGO

05 septiembre 2017 / Mundicamino

Los peregrinos que quieran desmarcarse de las masificaciones del Camino Francés, buscando una ruta auténtica y mucho más desconocida, no se verán defraudados por el Camino Primitivo.

El Camino Primitivo es la unión milenaria de dos ciudades capitales para la historia de las rutas jacobeas: Oviedo y Santiago de Compostela. Dos ciudades vinculadas originalmente por la voluntad de un rey medieval y que precisamente podemos encontrar homenajeado en forma de estatua tanto en Oviedo (junto a la catedral) como en Santiago (en el centro histórico). Este rey no es otro que Alfonso II El Casto, considerado como el primer peregrino tras viajar a comienzos del siglo IX desde la sede de su corte hasta el lugar exacto donde presuntamente se habían encontrado los restos del Apóstol Santiago.

Alfonso II de Asturias controló durante un reinado que duró muchas décadas el territorio que hoy conocemos como Asturias, Galicia y León, logrando importantes victorias controla los musulmanes en el norte de la península. Sin embargo su nombre pasó también a la historia por convertirse en el iniciador de las peregrinaciones a Santiago de Compostela, que originalmente transcurrían cruzando la parte occidental de Asturias y pasando por la ciudad amurallada de Lugo para llegar a ciudad santa. Alfonso y su corte darían los primeros pasos por el Camino Primitivo a Santiago para visitar los supuestos restos del Apóstol Santiago, una ruta que hoy conserva su trazado de manera fiel y por la que hace más de mil años caminaron cristianos de toda Europa.

El Camino Primitivo tiene el honor de ser la ruta jacobea original, un camino de reyes, sin embargo más de un siglo después de las primeras peregrinaciones a Santiago de Compostela, con el avance hacia el sur de la Reconquista, quedó relegada a un segundo plano. La ruta que hoy conocemos como Camino Francéss y que atraviesa la península de este a oeste conectando Roncesvalles con Santiago, se afianzó como una opción más amigable para el peregrino, convirtiéndose en una ruta comercial vital para toda Europa en la Edad Media.

Una ruta con excepcionales entornos paisajísticos

Más de 1.200 años después del primer viaje del rey de Asturias, el Camino Primitivo es una magnífica opción para todos los peregrinos que busquen una ruta alternativa, dejando de lado masificaciones, en contacto con la naturaleza y tras del espíritu jacobeo original. El Primitivo parte de Oviedo y lleva al peregrino por una de las zonas menos conocidas de Asturias, su interior occidental, donde se cruzan todos su concejos hasta llegar a la provincia de Lugo a través del Alto do Acevo, a más de 1.000 metros de altura. Como Alfonso II rey de Asturias los peregrinos llegarán a la ciudad amurallada de Lugo y continuarán su camino hasta Melide, donde el Primitivo se une al Camino Francés, trazado que a partir de ese momento el peregrino deberá seguir para llegar a Santiago de Compostela.

El Camino Primitivo es considerado por muchos dentro de la cultura jacobea como el más auténtico y de mejores entornos paisajísticos de todas las rutas de la península, sin olvidar que casi la totalidad de su trazado prescinde del asfalto. Aunque el número de peregrinos que lo cruzan cada año va en aumento, todavía es ínfimo en comparación con el Camino Francés, por lo que no tendremos que preocuparnos de aglomeraciones, tenemos toda la senda para nosotros. Como grandes inconvenientes nos encontramos con algunas etapas muy exigentes para las piernas de los peregrinos y con que en los meses de mayores precipitaciones algunos tramos se convierten en verdaderos lodazales.