En plena temporada alta del Camino de Santiago la afluencia de peregrinaje se puede definir como pausada. Un ejemplo práctico fue durante la festividad del Apóstol Santiago, en otros años se recibía habitualmente entre 2.000 y 3.000 peregrinos, este año solo llegaron 500 peregrinos aproximadamente.
Aunque los albergues públicos gallegos tenían permiso para volver a abrir desde el 1 de julio, pero muy pocos abrieron debido a la falta de demanda. En localidades como O Pedrouzo a 20 km de Santiago destaca por la acumulación de peregrinos antes de atacar la última etapa del Camino de Santiago francés. Esta imagen en nada se parece al aspecto de la ruta jacobea en plena temporada alta de este fatídico año .
Donde solían caminar cientos de caminantes cargadas con sus mochilas ahora solo se ven pequeños grupos de no más de diez personas, la mayoría van en pareja y prácticamente todos son españoles de Madrid, Barcelona u otras localidades Este año la tendencia generalizada han optado por alojarse en hoteles , el precio es varias veces superior, pero transmite más seguridad.
