Apostol

Camino desde Castellón

Etapa

11

Cultura

Belchite

El primer hábitat de esta zona podemos centrarlo en la llamada cueva de los Encantados, dónde se han localizado objetos correspondientes a la Edad del Bronce, entre ellos un vaso campaniforme.
El yacimiento Romano del Pueyo, vinculado a la historia de Belchite, con gran profusión de cerámica, como sigillattas clara e hispánica.
Durante la dominación musulmana, la población de Belchite se incia con el edificio de la mezquita en la plaza de San Salvador, y las casas comprendidas entre la calle Escarramán y el callizo de Instrucciones, que fue conocido también como el de las traiciones. Típica construcción árabe de lo más primitivo, sin calles de separación de bloques, únicamente pequeños callizos sin salida.
Alfonso I el Batallador reconquista Belchite en el año 1118 y en el años 1122 se creó una cofradía religiosa militar para la defensa de Belchite. Tras la derrota y muerte de Alfonso I el Batallador en Fraga en el año 1122, la frontera entre cristianos y musulmanes retrocedió al cauce del Río Aguas Vivas y al territorio de Belchite, resistiendo gracias a la cofradía militar allí establecida. El 4 de octubre de 1136, Alfonso VII de Castilla y los obispos asistentes al Concilio de Burgos confirmaron la cofradía militar a la que los prelados concedieron diversas indulgencias.
Los judíos ejercieron una gran influencia en Belchite, donde tuvieron sinagogas, y refugio durante la matanza que hizo correr su sangre en casi todas las regiones de España en 1391. Los judíos de Belchite se bautizaron y eran conocidos como cristianos viejos.
En la baja edad media, Belchite pasó al señorío del duque de Hijar, quien fue también conde de Belchite.
La población se resintió cuándo en 1610, Felipe III mandó la expulsión de los moriscos aragoneses, salieron de Belchite alrededor de 1.400-1.500 personas.
Durante los bombardeos de la Guerra Civil de 1936 el pueblo de Belchite quedó destruido, casí borrado totalmente, quedando sus ruinas como testigo de aquellos cruentos años.

Mediana de Aragón

Su prehistoria e historia han sido estudiadas mediante el Plan de Ayuda a la Investigación, por el Ministerio de Educación y Ciencia. Sus yacimientos son llamados “Los Castellazos” (zona ibérica destruida por César) y “Los Graneretes” (de poblamiento posterior).
Los Castellazos, está situado en un monte de forma alargada en dirección Sureste-Noroeste, a unos 18 km de Belchite. Se eleva 378 msnm y unos 45 sobre el nivel del Ginel, de difícil ascensión. Presenta dos niveles de ocupación: Primera Edad de Hierro, poblado y necrópolis, y posteriormente asentamiento Ibérico. Se han encontrado cerámica de barniz negro helenistico, cerámica de paredes fina, ánfora, alabastro…
Los Granetes están en la parte baja. Estos terrenos actualmente están labrados y dedicados a explotaciones agrarias y ganaderas.
A finales del siglo XII, la villa de Mediana era de realengo, Alfonso II la dejó en su testamento a su hijo y sucesor Pedro II (1196-1213), que la vendió a Pedro Seséa principios del s. XIII, estando bajo su dominio durante todo este siglo.
Se sabe que en 1331 la villa pasó a manos de Juan Martínez de Luna y su esposa, Contesina de Calamandrana. El 17 de junio de 1368, Juan Martínez de Luna III, Señor de Illueca y de Gotor, vendió el Castillo y el lugar de Mediana a Blasco II Fernández de Heredia, señor de Hoyos.
En 1388 hay constancia de que perteneció a mosén Blasco Fernández de Heredia y Boil, pasando a don Juan Gil Fernández de Heredia y Bardají en 1393. En 1454 los mudéjares reconocieron como su señor a López de Biniés. En 1609 Felipe III decretó la expulsión de los moriscos.
Durante siglos perteneció a la familia condal de Fuentes. Este condado fue otorgado por Fernando el Católico a don Juan de Heredia en 1508, Barón de Mora y Señor de Fuentes.
Obtuvo su independencia municipal y formó su propio ayuntamiento en 1834.
Su población fue duramente castigada durante la Guerra Civil, controlada primero por el ejército sublevado; los anarquistas quedaron detenidos entre Quinto y Belchite hasta 1937.

Fuentes de Ebro

La villa de Fuentes de Ebro se encuentra ubicada sobre un pequeño montículo en la margen derecha del Ebro, coronado por la iglesia de San Miguel. Sus calles tienen un trazado ligeramente radioconcéntrico.
En Fuentes hubo un asentamiento romano, llamado “yacimiento de la corona”. En el año 1319 el monarca Jaime II confirmó a la localidad su privilegio de aguas. Su iglesia parroquial, del siglo XVI, es de estilo gótico y está dedicada a San Miguel; consta de tres naves y una torre de ladrillo de planta cuadrada.