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Hacer el Camino de Santiago con tu perro

23 abril 2022 / Mundicamino

El Camino de Santiago es uno de los proyectos más apasionantes que una persona puede encarar a lo largo de su vida. Lo hagas por fe, por hacer deporte o por las dos cosas, se convertirá en una experiencia inolvidable. Se trata de un plan que requiere planificación y esfuerzo, por lo que no lo puedes improvisar. Pero ¿te habías planteado recorrer el Camino con tu mascota? Nos referimos, en este caso, a la mascota más común en nuestro país: el perro.

A continuación te contamos qué has de tener en cuenta a la hora de emprender esta aventura con uno de tus mejores amigos.

Dos que se preparan para llegar a Santiago de Compostela

En primer lugar, como vais a tener que recorrer, según el itinerario que elijas, cientos de kilómetros juntos, será necesario que os pongáis en forma antes de emprender la salida del largo viaje.

De la misma manera que tú vas a requerir un entrenamiento previo que te permita aguantar las etapas del Camino, tu perro también lo va a necesitar. No querrás dejarlo atrás en tus caminatas, ya que el objetivo se convertiría en inviable.

Así que has de empezar a sacarlo a caminar desde un par de meses antes de vuestra partida. Ve aumentando poco a poco el kilometraje de estas etapas e intenta que se adapte a todo tipo de superficies. Recuerda que durante las etapas os encontraréis con hierba, tierra, piedras, asfalto y todo tipo de suelos. Has de preparar sus almohadillas para todos estos contextos.

Por otro lado, no olvides desparasitar a tu pequeño peludo y ponerle la pipeta y el collar contra los insectos. También te convendrá llevar al viaje, junto a tu equipaje, una toalla para secarlo y un chubasquero por si os sorprende la lluvia.

Cuando ya habéis empezado la marcha

El gran reto comienza cuando os habéis puesto con las caminatas. Si la preparación de tu perro ha sido positiva, comprobarás cómo se toma este ejercicio físico con muy buena predisposición. Recompénsale con más cariño, si cabe, después de haber terminado cada etapa.

Por otra parte, es cierto que cuantas menos cosas cargues, mejor. Pero puedes llevar pequeñas bolsas de pienso para que tu mascota se alimente. También podrás comprarlas en algunos pueblos. Aunque, en realidad, observarás cómo un perro peregrino es toda una atracción y quienes se crucen con él querrán alimentarlo. Incluso en algunos establecimientos de comidas te pueden dar las sobras para ellos (cuidado con los huesos, que se pueden astillar y les dañarían).

Está claro que conviene que los perros no se salten su dieta habitual, pero valora que nos encontramos en situaciones más complejas y no podemos cargar con toda su nutrición mensual a cuestas. Otra posibilidad es darles un par de vitaminas al día de unos botes de sesenta unidades que resultan muy útiles en estas situaciones. Y que no falte una hidratación suficiente.

Por último, además de tener cuidado en los cruces de carreteras, te recomendamos que planifiques con antelación en qué albergues te van a permitir alojarte con tu perro.

En definitiva, el Camino con tu mascota es especial, pero requiere las máximas atenciones.

Consejos para hacer el camino con tu mascota