Huércal de Almería



















Municipio: | Huércal de Almería - Municipio |
Provincia: | Almería |
Situación: | El término municipal de Huércal de Almería abarca una extensión de 20,9 km² |
Clima: | El clima en Huércal de Almería es referido como un clima local de estepa. La temperatura media anual en Huércal de Almería se encuentra a 17.8 °C |
Descripción: |
Desde sus orígenes, el núcleo de Huércal ha estado ligado a la ciudad de Almería |
Habitantes: | 16663 |
Banco / Caja: | Todos los servicios |
Teléfono: | 950.30 00 50 |
Web: | http://www.huercaldealmeria.es/ |
Descripción
Es un municipio español de la provincia de Almería y la comunidad autónoma de Andalucía situado en el área metropolitana de Almería.
La localidad de Huércal de Almería se extiende a lo largo de la comarca del Bajo Andarax como símbolo del desarrollo floreciente de los pueblos de esta provincia. Un municipio que, tras su independencia de la capital, se ha erigido en un centro industrial de gran importancia para el desarrollo económico de la zona.
La capital del municipio se encuentra situada a una altitud de 94 msnm y está a 5 km de la capital de la provincia, Almería.
Cultura

Los primeros pobladores constatados del entorno huercalense se remontan al periodo Neolítico. Pueblos nómadas que se desplazarían entre las laderas de sierra de Gádor, donde utilizarían como refugio sus innumerables cuevas kársticas, y las zonas de inundación del río, encontrarían en el hábitat relativamente benigno de la época un lugar adecuado para la supervivencia.
La llamada Cultura de Almería (3.500 años a. C.) daría continuidad a este poblamiento mediante pequeños asentamientos consolidados que desembocarían en la Edad del Cobre. Es de esta época de cuando los yacimientos arqueológicos nos muestran los vestigios específicos más fehacientes de la evolución de la presencia humana prehistórica en Huércal. En este sentido, el poblado de Los Millares (entre el 3100 y el 2200 a.C.), situado en los municipios de Gádor y Santa Fe, constituiría la cabecera de una reconocida cultura que dominaba el territorio huercalense.
Los enterramientos de la época se realizaban en necrópolis situadas en el entorno de los poblados, a diferencia de la posterior época de la Edad del Bronce, que en nuestro territorio se reconoce como Cultura de El Argar (del 2200 al 1200 a. C.), en que los muertos se enterraban en el suelo de las propias viviendas.
En etapas posteriores, durante el desarrollo de la Cultura Ibérica, ya dominadora de la metalurgia del hierro, se van configurando los procesos que desembocarían en la integración de la zona en el dominio romano. Para entonces fenicios y cartagineses habían llegado a estas tierras. La riqueza metalúrgica de sierra de Gádor constituía un foco de atracción que generará una actividad minera de la que Huércal no se desprenderá hasta época reciente.
De entre los diversos minerales explotados destaca extraordinariamente el plomo, correspondiente a este metal la mayor parte de los restos mineros que se conservan en el término municipal. Durante las colonizaciones romanas y musulmanas la sierra de Gádor se convierte en un importante suministrador del mismo para sus correspondientes reinos e imperios.
Durante la época Ibérica el actual Chuche se convierte uno de los centros neurálgicos del sureste peninsular configurándose la ciudad de Urke, la cual desemboca en configuración de la Urci romana y su posterior evolución visigoda. En estos tiempos la población asentada en el entorno del actual Huércal dependía de la citada ciudad.
La llegada de gentes procedentes del Yemen y norte de África en el siglo VIII, las cuales se van asentando en el entorno del río Andarax marca el comienzo del progresivo paso al domino musulmán en este entorno. La ciudad de Bayyana en el entorno de Pechina, y sus diseminados barrios, va asumiendo el domino de la zona en la que se integraría la alquería de Warqal, una denominación cuyo significado Elena Pezzi cita como vergel.
A los pies de la actual Alcazaba de Almería Bayyana tenía un fondeadero conocido como furdat Bayyana (el puerto de Bayyana) con un pequeño arrabal y una torre de vigilancia. Este asentamiento de pescadores y comerciantes va tomando auge hasta que Abderraman III, en el 955, establece la ciudad de Almariyya en detrimento de Bayyana. La creación del Reino de Almería en el siglo XI refuerza esta decadencia.
Durante el reinado Nazarí de Granada la ciudad de Almería extiende sus dominios territoriales por todo el Bajo Andarax, los campos de Níjar y Tabernas, sierra de Gádor oriental, llanos de Vícar, etc. La organización territorial se conserva tras la conquista cristiana, lo que se refleja en la Cédula de los Reyes Católicos de diciembre 1501, por la cual se establecen los lugares de la jurisdicción de la Ciudad de Almería. En aquel tiempo Huércal ya es denominado como arrabal de la ciudad, lo que se mantiene durante siglos.
Al poco de la toma de la ciudad de Almería, se produce un levantamiento de la población musulmana (levantamiento mudéjar) la cual es castigada con la pérdida de sus propiedades y su expulsión de la ciudad y su entorno cercano. Tras esta expulsión inicia un primer proceso de repoblación con gentes desde otras zonas de la península. En Huércal se reparten a los nuevos pobladores treinta y dos casas y dos torres, cinco molinos, cuatro norias y 736 tahullas de tierra.
Igualmente se decreta el bautismo forzoso de todos los mudéjares que quedan en el antiguo Reino de Granada lo que los convierte en moriscos. Con el paso del tiempo la insatisfacción de los mismos por la falta de respeto hacia su verdadera religión, sus costumbres y propiedades, motiva su rebelión en 1568, lo que da lugar a su expulsión definitiva del Reino de Granada.
En 1570 comienza el destierro de los moriscos de Huércal, los cuales son llevados cautivos por mar hacia Sevilla, y por tierra hacia Córdoba y La Mancha, pereciendo muchos de ellos por el camino. Finalmente, Felipe III decreta su expulsión definitiva de la Península a principios del siglo XVII.
Esta situación dio lugar a un nuevo proceso de repoblación, a pesar de lo cual la recuperación demográfica no avanza definitivamente hasta el siglo XVIII.
Si bien Huércal había participado a lo largo del tiempo de diversos procesos de producción orientados hacia la exportación, como es la producción de seda o la citada minería y metalurgia del plomo, el siglo XIX marca un hito definitivo en este sentido.
La liberalización de la explotación del plomo (antes reservada a la Corona) establecida por Fernando VII a principios de la centuria, da lugar a un entusiasmo minero que llena sierra de Gádor de pozos.
Pero no es el plomo el único producto minero históricamente extraído y transformado en Huércal. En este sentido, la Fábrica de la Gloria, recientemente desaparecida en su totalidad, se encargaba de procesar, durante gran parte del siglo XX, los minerales del hierro para su posterior exportación.
Por otro lado, la consolidación de la aplicación del vapor a la navegación, unido a la capacidad de perdurabilidad de la variedad de uva de Ohanes, favoreció la extensión de este cultivo destinado a la exportación por todas las vegas del valle del Andarax. Finalmente, el decaimiento de este cultivo a mediados del siglo XX encuentra en la naranja una alternativa que cambia el paisaje del valle y la dedicación de sus habitantes.
Durante todo el siglo XIX la historia de Huércal de Almería está marcada por diversos procesos de diferenciación y agregación a la ciudad de Almería. Desde 1822 en que se produce una primera separación, hasta 1887 en que se materializa la segregación definitiva, la vocación de autogestión y las dificultades económicas se contraponen sucesivamente para dar lugar a los citados cambios administrativos.