Villafranca del Bierzo





















Municipio: | Villafranca del Bierzo - Villa |
Provincia: | León |
Situación: | Comarca del Bierzo. |
Clima: | Caluroso en verano y templado en invierno. Altitud 504 m. |
Descripción: |
Economía tradicional agraria y ganadera. |
Habitantes: | 2620 |
Banco / Caja: | Dispone de la gran mayoría |
Otros: |
Oficina de Turismo: Ayuntamiento-Plaza del Generalísimo, 23 Teléfono: 987 54 02 91 y 987 540028 |
Teléfono: | 987-540089 |
Web: | http://www.villafrancadelbierzo.org |
Descripción
Es la última localidad de importancia que atraviesa el Camino de Santiago por tierras leonesas. Su nutrido conjunto monumental y su carácter jacobeo la han convertido en importante centro turístico.
La plaza Mayor, el Ayuntamiento, la calle del Agua, el arco en el que desemboca y sus mansiones, entre las que sobresalen una morisca del siglo XV, el convento de las Agustinas Recoletas y otros palacios, forman el eje turístico. A la entrada de la población se encuentra la popular iglesia de Santiago, románica del siglo XII, donde los peregrinos que se encuentran enfermos y no pueden seguir viaje obtienen el mismo jubileo que en Santiago de Compostela, al postrarse ante la puerta del Perdón del templo villafranquino. También merecen una visita la colegiata de Santa María, del gótico tardío y original de Gil de Hontañón; la iglesia de San Francisco, el convento de La Anunciada y un museo de Ciencias Naturales.
Cultura

La Iglesia de Santiago, en pleno Camino y antes de entrar en la Villa, recibe a los caminantes. En la época medieval, aquellos peregrinos que, impedidos o por enfermedad, no podían seguir, se postraban bajo las arcadas de la llamada "Puerta del Perdón" para recibir las indulgencias. Privilegio que fue concedido por el Papa Calixto III.
Esta localidad, cuya fundación se debe a un asentamiento de Francos allá por el siglo XI en tiempos de Alfonso VI, nace y crece gracias al Camino de Santiago, a orillas de río Burbia y en su confluencia con el río Valcarce. Muy pronto se vio reforzada al instalarse en ella una comunidad de monjes negros "Cluniacenses", introducidos en la Península por el mismo Rey y ubicados en lugares estratégicos del Camino de Santiago, como Villafranca.
La familia Osorio, marqueses de Villafranca del Bierzo, construyeron en el siglo XIV el magnífico castillo-palacio, que aún hoy se puede ver y admirar, a pesar de los daños sufridos en la guerra de la Independencia.
Finalmente, el impresionante edificio de la Colegiata de Santa María, mandada su reconstrucción (se levantó sobre la vieja iglesia de los cluniacenses) en el año 1533, por el entonces Marqués de Villafranca del Bierzo y Virrey de Nápoles, Don Pedro de Toledo. Su belleza y grandiosidad, se debe a las buenas manos del maestro Rodrigo Gil de Hontañón.
Un paseo por la llamada calle del Agua, repleta de palacios y casas blasonadas, dará idea al visitante de la importancia de esta Villa.