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La historia de una amistad que supera la diferencia de edad: abuelo y nieto juntos en el Camino de Santiago

10 agosto 2019 / es.gaudiumpress.org

Él es Jaime González, tiene 79 años y es abuelo de Santiago -llamado cariñosamente «Santi»-, un pequeños de 10 años. Más allá de la relación familiar que poseen hay entre los dos un lazo de amistad muy especial. Su historia ha llamado la atención de muchos, sobre todo de los usuarios de Instagram: ambos realizaron juntos, y por tercera vez, el Camino de Santiago, y miles de personas, más de 3.500, siguen sus anécdotas desde la cuenta en la red social «Santi y su Abuelo en el Camino».

Todo comenzó cuando Santi tenía siete años y le diagnosticaron Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), lo que significa que era un niño muy activo, con mucha energía que había que canalizar de alguna forma. Su abuelo pensó que realizar la ruta jacobea rumbo a la tumba del Apóstol Santiago le podría ayudar; así que habló con los padres del niño y luego lo convenció.

«Desde la percepción de los abuelos, vi la posibilidad de hacer una propuesta a los padres y así colaborar. ‘¿Por qué no nos vamos Santo y yo al Camino de Santiago?'», comentó Jaime en una entrevista hecha por Aciprensa.

Ya en el verano de 2016 realizaron el camino por primera vez. La ruta escogida fue Sarria-Santiago, que son los últimos 120 kilómetros que une a varios de los caminos de la ruta jacobea; entre ellos el Francés y el Del Norte.

La experiencia fue tan enriquecedora para ambos, que luego de ese primer itinerario, ya han realizado dos más, la tercera vez ocurrió este 2019. Sumando las tres vivencias ya son 1.200 kilómetros caminando juntos y siendo testimonio de lo importante que es la relación entre abuelos y nietos.

«Los niños necesitan de sus abuelos cada vez más hoy en día. Estamos en una sociedad digital que avanza vertiginosamente, pero nosotros, los abuelos, vivimos en una época en la que el día se pasaba más lento, en la que hablábamos más, nos conocíamos más», dijo el abuelo Jaime al medio de comunicación.

En el camino no han estado solos. Además de contar con la guía y presencia de Dios y la Virgen -rezaron cada día en las iglesias un Padre Nuestro y un Avemaría por los abuelos y los hermanos- un amigo más llegó a ellos para quedarse y acompañarlos en sus itinerarios.

Jaime narró que un día, cuando realizaban por primera vez el camino, terminando una de las etapas decidió proponerle a su nieto buscar el animal que más le gustase. Al preguntarle Santi le dijo: «Yo quiero ver al escarabajo vacaloura».

Para el abuelo esto pareció una excentricidad, y pensó que de todos los animales posibles, esta especie de escarabajo sería imposible de hallar. Sin embargo el camino tenía una sorpresa para ambos:

«Cuando llevábamos 20 km. ya estábamos muy cansados, las piernas nos dolían, alcanzamos descansar de rato en rato. Cuando nos faltaba 2 km. se nos aparece el escarabajo vacaloura en el piso ‘patas arriba’, en medio del camino», contó Jaime.

Para el abuelo éste fue un hecho providencial. Así lo narró después en la introducción del primer relato del camino que realizaron en 2016, y que publicaron en la cuenta de Instagram «Santi y su Abuelo en el Camino»:

«Lo más cercano a los milagros, parece que está en la providencia divina, que sería la voluntad de Dios para alterar ese orden natural de las coas, pero cuando la providencia divina ocurre en el entorno de un niño, lo ocurrido nos inclina más a la calificación de milagro».

El Camino de Santiago sigue para ellos. Su tercer viaje terminó el pasado 1º de julio, pero ya planean el próximo:

«Puede ser el Camino portugués, pero particularmente me gustaría hacer el Camino primitivo. Las rutas están muy bien señalizadas, los albergues están muy bien, todo para acoger a los peregrinos y tener una experiencia nueva y distinta a la que puedes tener hoy en día», aseguró el abuelo Jaime.