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La Portá Blanca, símbolo de Casar de Cáceres, ya luce pintada

19 junio 2019 / hoy.es

La Portá Blanca luce recién pintada. Del mismo color que hace gala de su nombre y que la ha convertido, desde hace más de un siglo, en un símbolo cultural y muy popular de Casar de Cáceres. Se desconoce la fecha exacta de su construcción. La historiadora y Cronista Oficial del municipio, Rosa Holgado, asegura que «probablemente sea de finales del siglo XIX». Esta puerta está ubicada en plena Cañada Real Soriana Occidental, da acceso a una finca de propiedad privada y es muy visible desde la entrada a la localidad por la CC-38.

Similares puertas se reparten por distintas zonas del término municipal, pero ninguna ha adquirido tanta fama como ésta. «A pesar de no ser un ‘monumento’ recogido en el Catálogo del Plan General Municipal con ningún tipo de catalogación patrimonial, está claro que es un hito de sobrada importancia para todos los casareños», detalla Holgado.

Es el primer símbolo característico que ven los peregrinos que realizan el Camino de Santiago al llegar a la localidad. Esta popular puerta se abre en arco de medio punto, levantado en ladrillo revocado y que descansa sobre jambas de granito. Cuenta además con una techumbre de media bóveda, que le proporciona una gran anchura, y le falta la pieza central del arco.

La estructura voluminosa puede resultar sorprendente, ya que su fin era, a priori, ser la entrada a una finca. Sin embargo hay quienes aseguran que esta construcción se hacía para diferenciar la clase social de los dueños, pero la mayoría alega que servía para resguardarse de las inclemencias del tiempo. Podía ser el lugar perfecto para esquivar un chubasco o para cobijarse de un incesante sol.

La asociación de mujeres ‘Portá Blanca’ la apadrinó, con este nombre, hace casi 25 años. El 15 de julio de 1995 se constituyó este colectivo promovido por un grupo de féminas que participaron en un curso de autoestima, y que a partir de ese momento quisieron realizar más actividades de forma conjunta. Cada cuatro años son ellas las encargadas de pintarla para que su estado no se deteriore.

Desde hacía seis años no se pintaba. «Desde que se creó la asociación lo solemos hacer durante el periodo que dura cada directiva, pero la anterior lo hizo a mitad de periodo y ya estaba de color negro y la gente del pueblo decía que había que pintarla», cuentan.