José Antonio Álvarez hizo el Camino de Santiago en solitario desde León, una experiencia que ya disfrutó hace cincuenta años
El Camino de Santiago es una ruta de récords y la tradición de recibir de una forma especial al peregrino número 300.000 ha vuelto a adelantarse en el tiempo, dos semanas respecto al que marcó la misma cifra el año pasado. El vallisoletano José Antonio Álvarez es el protagonista de este año, un caminante que repite por segunda vez en la ruta jacobea con medio siglo de diferencia. Este peregrino llegó este martes a la oficina compostelana sobre las nueve de la mañana. Lo hizo mentalizado de que tendría que hacer cola para recoger su credencial. Y fue todo lo contrario, ya que tuvo un recibimiento especial que en un primer momento le provocó cierto susto porque ni por asomo se imaginaba que, además de su mujer, en Santiago le aguardaba un recibimiento institucional.
Además de ser un romero de récord José Antonio no es un peregrino cualquiera, ya que con quince años hizo el Camino Francés desde León como una aventura, durmiendo donde podía, salvo en el monasterio de Samos, que hace medio siglo ya alojaba a romeros. Su segunda peregrinación, con 65 años, se la planteó como una experiencia diametralmente distinta, un viaje interior a medida que se acercaba a Compostela. Lo que ni por asomo se imaginó es que su llegada a Santiago fuese también un acontecimiento oficial.
En octubre del año pasado se repitió la misma escena con otro protagonista, Manuel Miguel Pozo, pero fue el día 16. La llegada de Pozo desde Roncesvalles ya fue todo un acontecimiento, ya que el peregrino número 300.00 del 2017 no consiguió su compostela en el mes de diciembre.
Si los plazos se reducen a este ritmo, y teniendo en cuenta el Xacobeo del 2021, es más que probable que la compostela número 300.000 se expida en pleno verano del próximo Año Santo.
