Apostol

Camino Francés

Etapa

10

Cultura

Santo Domingo de la Calzada

La Compostela riojana, como algunos la denominan, debe su existencia a un vecino de la cercana localidad de Viloria, este hombre se llamaba Domingo pero paso a la historia como Santo Domingo de la Calzada, el mayor benefactor del camino, al que dedicó buena parte de sus 90 años de existencia, aún habiendo sido rechazado como fraile en los monasterios de San Millán y Valvanera. Él sólo desbrozó bosques, trazó el camino desde Nájera hasta Redecilla, levantó un puente sobre el río Oja, construyó iglesias y hospitales y atendió a miles de peregrinos.
Al morir en 1109, fue enterrado en la ruta que tanto contribuyó a mejorar. Sobre su sepulcro se erigiría después la actual Catedral, que luce cabecera románica y su magnífico campanario exhibe un barroco exuberante.
En el interior se conservan en una hornacina dos gallinas en recuerdo al más popular milagro atribuido al Santo De La Calzay que cuenta como una familia de peregrinos se alojo en la posada del Santo, cuya criada se encapricho del hijo, pero despechada por la nula atención que aquel le prestaba, escondió una copa de plata en el zurrón del chico y lo denunció. El joven fue apresado, condenado y ahorcado.
Los padres afligidos, continuaron su peregrinación a Santiago y al regresar encontraron a su hijo aún vivo, colgando de la soga, el Santo lo sujetaba por los pies. Corrieron a contárselo al regidor de la ciudad pero este no los creyó. «Tu hijo esta tan vivo como la gallina que se está asando» les contestó. Acto seguido, la pita se incorporó y cantó, para hacer bueno el refrán: «Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada».
La ciudad se defendía con una muralla, que llegó a tener cerca de 1500 m de longitud, de la que se conservan algunos lienzos y torreones. También destacan la casa gótica del Obispo Juan Pino, donde murió Enrique II, en 1379. El Hospital de Santo Domingo, donde hoy se ubica un espléndido Parador Nacional. El Convento de las Bernardas, que fue construido por Pedro Manso de Zúñiga en el siglo XVIII. Extramuros se encuentra el Convento de San Francisco.

Grañón

Dos circunstancias han condicionado la realidad de Grañón: Su situación fronteriza junto a un castillo levantado por Alfonso III, en el siglo X y su posición estratégica en el tramo del camino, estructurado por el Santo Domingo.
Dos hospitales se ubicaron en esta localidad, y la iglesia de San Juan, que fue construida en el siglo XIV, posee en su interior un valiosísimo retablo mayor, construido entre el año 1545 y el año 1556, por Natuera Borgoñón y Bernal Forment.
Su calle Mayor delata la vinculación del pueblo con el Camino.

Redecilla del Camino

Queda constancia documental de su existencia en torno a 968, aunque en la zona ya había habido asentamientos anteriores. Su desarrollo e historia están muy vinculados al Camino de Santiago. Su estructura y trazado urbano es el característico del camino que se dirige desde el este al oeste.
Tiene una dotación de servicios pensados para los peregrinos, dignos de mención. Su albergue es heredero del antiguo Hospital de San Lázaro
La iglesia de la Virgen de la Calle guarda en su interior una de las joyas escultóricas del camino: Su pila bautismal, románica del siglo XII. Se trata de una gran copa, asentada sobre un haz de ocho columnas. Frente al templo un moderno refugio se ha levantado sobre el antiguo hospital de San Lázaro.
Un documento del archivo parroquial recoge una curiosa noticia sobre un peregrino francés del siglo XVI, llamado Jean, que allí murió. Para costearle el entierro se subastaron sus ropas que por razones sanitarias, no tuvieron postor, por esta razón se enterró el cuerpo en el coso parroquial a expensas del municipio, que sufragó los gastos de 400 maravedíes.

Castildelgado

Antiguamente llamada Villapún.En la iglesia parroquial de Castildelgado, dedicada a San Pedro, esta enterrado un ilustre hijo de esta localidad: Don Francisco Delgado, obispo de Lugo y Jaén, arzobispo electo de Burgos.
Tuvo un hospital de peregrinos fundado por Alfonso VII.

Viloria de la Rioja

Viloria no aparece documentada hasta el año 1028, aunque su existencia es anterior.
Para la historia Viloria nace a finales del siglo IX. Reinaba Alfonso III y estas partes de la antigua provincia romana de Tarragona habían cobrado un valor político-militar muy fuerte por las presiones que sobre ellas ejercían árabes, navarros y castelllanos. El conde Diego Rodríguez, fundador de Burgos en el año 884, recuperó Oca, sede episcopal y todo el territorio oeste de la actual Sierra de la Demanda y las fuentes del Tirón y Oja, estableciendo un nuevo campo militar cuyos bastiones eran Pancorbo, Cellorigo, Cerezo e Ibrillos. La acción militar fue acompañada de una colonización abundante fundándose entonces la mayoría de los pueblos que hoy existen y otros que han desaparecido como Olmillos.
Santo Domingo de la Calzada, nació en este pueblo el 12 de Mayo del 1019 y fue bautizado en la pila bautismal que aún se conserva en la iglesia. Su casa natal fue derruida hace poco.
A Santo Domingo de la Calzada se debe la reconstrucción de la calzada entre Nájera y Redecilla del Camino, que supuso el desvío del Camino de Santiago más hacía al Sur, haciéndolo subir a la Meseta por los Montes de Oca, donde actuó su discípulo San Juan de Ortega

Villamayor Del Río

En el diario de un peregrino alemán del siglo XV, Villamayor Del Río quedo plasmado como un lugar a destacar en el camino.
Además el pueblo contó con un hospital de peregrinos.
Lugar perteneciente al partido de Santo Domingo de la Calzada, con jurisdicción de señorío ejercida por el duque de Frías que nombraba su alcalde pedáneo.
A la caida del Antiguo Régimen se constituye en municipio , en el Partido de Belorado perteneciente a la región de Castilla la Vieja, que en el Censo de 1842 contaba con 14 hogares y 47 vecinos. Este municipio desaparece incorporándose al de Fresneña.

Belorado

Belorado se ubica al este de la provincia de Burgos, próximo a La Rioja en las estribaciones de la Sierra de la Demanda.
Su origen es celta como demuestran los restos arqueológicos y epigráficos encontrados.
El apogeo económico de Belorado fue temprano porque era cruce de caminos entre el valle agrícola y la sierra ganadera, por influencia del Camino de Santiago y porque estaba entre reinos distintos (Castilla y Navarra) que favorecían a la villa para atraerla.
En el siglo X, el primer conde castellano independiente, como agradecimiento a que en Belorado le libraron de los hierros con que le tenía preso el Rey de Navarra, concedió a la villa el privilegio de celebrar mercado los lunes, costumbre que anima todavía la Plaza Mayor.
Cuando a principios del siglo XI Sancho III el Mayor de Navarra modificó el trazado del Camino de Santiago, desde Nájera hasta Santo Domingo de la Calzada y Belorado, nuestra villa alcanzará momentos de esplendor.
Debemos hacer mención a la importancia que tuvo la judería de esta localidad, que se desarrolló durante los siglos XI al XV. Incluso en algunas épocas gozó del privilegio real de no pagar impuestos en las arcas reales.
En 1116, Alfonso I el Batallador (rey navarro-aragonés), le concedió el fuero y entre los privilegios que recoge, le permite celebrar una feria que es la más antigua documentada en la historia de España.
Su significado como punto importante queda patente en el Códice Calixtino donde Americ Picaud la menciona con el nombre de Belforatus o «hermoso agujero».
El carácter comercial de la villa se vio reforzado tras la concesión en 1128 por Alfonso VII de Castilla de una aduana para las mercancías procedentes de Aragón y Cataluña.
Su desarrollo fue en aumento y a principios del siglo XIII, en el reinado de Alfonso VIII, por privilegio real pudo el Concejo de la Villa usar sello que legitimara sus documentos. Por su importancia en las peregrinaciones quedan en el sello concejil una torre y una estrella símbolo de Compostela, meta de los peregrinos, incluso la inscripción es alusiva: “Señor muéstrame tus caminos”.
Su apogeo pervivió a lo largo del siglo XIII, potenciado especialmente por Alfonso X el Sabio que en sus estancias en la Villa le hizo importantes donaciones, y parte del siglo XIV en que Pedro I el Cruel agradeció a sus moradores el apoyo en las guerras fratricidas; tras su muerte, la nueva dinastía castigó a la Villa que perdió su carácter de realengo y se castigó especialmente a la judería a quien fue agravando con impuestos y trabajos cada vez más humillantes, provocando con su diáspora la decadencia de Belorado.
Los Reyes Católicos con su decreto de expulsión acabaron de arruinarla.
En la Edad Moderna, Belorado perteneció al Señorío de los Condestables de Castilla contando con importantes familias nobiliarias, de hecho se pueden contemplar algunas casas con escudos de gran calidad estética.

Beliforanos de gran relevancia:
Simón Ruiz Embito (1525-1597): financiero entre cuyos clientes se contaba Felipe II. Su archivo es de gran importancia ya que recoge incluso datos sobre acontecimientos políticos del siglo XVI en España.
Hipólito Ruiz López (1754-1816): farmacéutico y botánico. Director de la Expedición Botánica al Virreinato del Perú trajo consigo la quina que tanto proporcionó a la medicina de la época y un gran número de plantas más. Escribió el libro “Quinología o tratado del árbol de la Quina”.
Raimundo de Miguel y Navas (1816-1878): catedrático español de Retórica y Poética. Escribió el “Nuevo Diccionario Latino-español etimológico” (1867).
Feliciano Manuel Vitores: natural de Belorado. Empresario audaz Gracias a él se realizó la primera película sonora del celuloide patrio.