Apostol

Camino del Sureste

Etapa

19

Cultura

Cadalso de los Vidrios

Los orígenes del pueblo antes de la ocupación musulmana de la península ibérica no están muy documentados, si bien la zona en la que está situado el pueblo estaba ocupada por poblaciones celtibéricas, como demuestran los Toros de Guisando situados a escasos kilómetros en El Tiemblo, así como algunas tumbas. En época romana se tiene constancia de algún asentamiento en la zona de poca importancia relacionado con las vías de comunicación hacia Toledo.
El enclave fue ocupado por los musulmanes durante cerca de 3 siglos, estableciendo en él una plaza defensiva para Toledo, con una atalaya-observatorio en la parte superior de la cercana Peña Muñana.
La villa fue reconquistada en el año 1082 por el rey Alfonso VI de Castilla, que la nombró Villa muy noble y muy leal concediendo diversos fueros para su repoblamiento.
Es conocido que Isabel la Católica pasó por Cadalso tras ser proclamada heredera de la corona de Castilla en 1468. También pasó por este pueblo Santa Teresa de Jesús en el año 1569, alojándose en casa de unos parientes suyos, los Dávila, en la calle de San Antón.
En 1833 Cadalso se integró en la provincia de Madrid. Hasta ese momento había pertenecido a la provincia de Toledo.

Cebreros

Aunque no se cuente con datos que confirmen la suposición, sí que se puede pensar que Cebreros fuera tierra habitada por pueblos celtas. Tal vez, el pueblo «fundador» de los que es Cebreros, fuera el pueblo vetón.
Conquistada la zona por las águilas romanas, según afirma D. Martín Carramolino parecía existir una gran figura zoomorfa, en concreto, la figura de un toro realizado en granito, situado en la ribera del Alberche, límite entre la provincia Tarraconense y Lusitana. Nada tiene que ver esta figura con las famosas representaciones de verracos conocidos como «Toros de Guisando».
La primera documentación histórica cierta sobre Cebreros pertenece al año 1301, cuando el monarca Fernando IV cede esta villa al infante Don Juan. Mediado el siglo,se levanta la Iglesia Vieja.
Del siglo XV queda la anécdota de las breves visitas de la reina Isabel la Católica.
El siglo XVI trae a Cebreros el esplendor económico, gracias a su especial ubicación geográfica como zona de paso del Camino Imperial de Toledo a Valladolid. Convertido en lugar de tránsito, comerciantes y ganaderos engrandecieron y enriquecieron a Cebreros. Sus fundiciones de vidrio abastecieron al Monasterio de El Escorial. Esta pujanza económica se vería refrenada por la aguda crisis padecida por España en el siglo XVIII.
En el siglo XIX se construyen tres molinos para la fabricación de pasta de papel y uno más dedicado a la elaboración de curtidos. Igualmente son muy numerosas las bodegas, ya que en esos momentos la explotación de las vides empieza a tener importancia.
El siglo XX supone para la Villa, el abandono de los trabajos del campo, el comienzo de la diáspora de sus gentes a otras zonas del país en busca de mejor destino. Su economía se nutre de pequeños negocios familiares y se convierte en un foco de atracción de emigrantes y veraneantes.