Apostol

Camino del Sureste

Etapa

22

Cultura

Avila

Es una de las ciudades castellanas de origen más antiguo. Los primeros pobladores que dejaron su huella en suelo abulense fueron los celtíberos. De ellos nos han quedado restos de su vida, costumbres y creencias como las piedras sepulcrales, algunos grupos escultóricos que representan animales (verracos) y, sobre todo, los Toros de Guisando.
Conquistada la Península Ibérica por los romanos, éstos se establecieron en la ciudad, la cambiaron su nombre indígena por el latino «Avela» y la incorporaron, dentro de su administración, a la zona denominada «Lusitania».
El cristianismo en tierras abulenses tuvo su primer mártir en el obispo San Segundo, que ocupó la silla episcopal hacia el año 65-66 dC.
Igualmente durante la dominación romana, durante el mandato del emperador Diocleciano, fueron al martirio en Avila los hermanos San Vicente, Santa Sabina y Santa Cristeta.
Tras la gran crisis de los siglos III y IV, que traería la caída del Imperio Romano, Ávila fue tomada por los visigodos, que la dejarían caer en el más absoluto anonimato.
En el año 711, las tropas del general musulmán Tarik, toman la Península y Ávila caerá bajo sus armas. Las murallas construidas por los romanos fueron destrozadas y levantadas en su lugar otras de hechura árabe. Los cristianos conquistaron la ciudad en el año 742 bajo el mando del rey Alfonso I el Católico, pero fue retomada por Abderramán I cuarenta y tres años después. Habría que esperar hasta que el monarca castellano Alfonso VI reconquistara Toledo en 1085 y encargara a Raimundo de Borgoña la repoblación y fortificación de Avila, para que este territorio gozara de estabilidad política. Sería en estos momentos cuando se construyeran las actuales murallas, terminadas el año 1099.
Durante toda la Edad Media los abulenses llevarán muy lejos el nombre de Avila, que será famoso en todo el orbe cristiano. Así, el caballero Sancho Sánchez Zurraquín, al mando de un puñado de valientes, en el año 1105, se enfrentó con los árabes en territorio aragonésal al grito de: «Avila, caballeros». Victorioso, su gesta se recordaría rebautizando a la ciudad como «Ávila de los caballeros».
También las mujeres dejaron huella de su valor en la historia medieval de la ciudad, como Jimena Blázquez, quien, en el año 1109, al frente de un peculiar ejército de mujeres disfrazadas de guerreros, defendió la ciudad del asedio musulmán, mientras los guerreros luchaban contra los infieles lejos de la ciudad.
Aún en fechas como 1177, los caballeros abulenses salían victoriosos en la conquista de Cuenca y en 1246 en la de Jaén. Alfonso X El Sabio concedió a los caballeros abulenses el derecho de estar en la vanguardia durante la batalla.
Muy importante para la historia de la ciudad fue la decisión del monarca
Juan II en el año 1436, de establecer como unidad de capacidad legal y obligatoria en Castilla el llamado «pote de Avila» -«que equivalía a doce celemines.
Tamibén la Edad Moderna sería un periodo de gran vitalidad para la ciudad gracias a la existencia de numerosas industrias florecientes, especialmente del ramo textil.
Pero no sólo tuvo hijos valientes en el mundo de la guerra, sino también en el mundo del espíritu. El día 28 de marzo del año 1515 nacía en Avila Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, la religiosa carmelita, autora de importantísimos textos místicos. Toda Ávila está impregnada del espíritu de tan gran Santa.
Un tremendo error político como fue la expulsión de los moriscos, a principios del siglo XVII, supuso para la ciudad el declive económico. Este hecho haría que Ávila se fuera encerrando en sí misma durante los siglos posteriores y viviera de la gloria alcanzada en siglos pasados.

Narrillos de San Leonardo

Cultura

Cardeñosa

Los romanos entraron en España en el 218 a.C. La conquista de la meseta se produjo alrededor del 137 a.C. Estuvieron en España 500 años. Impusieron en toda la península su organización y administración.
Existe en Cardeñosa una calzada romana, visible en tres puntos perfectamente junto al Puente de la Media Legua, a la izquierda bajando el Alto de la Horca dirección Ávila y en la Calleja de los Borrachos, que presenta un firme de canto pequeño en cuadrantes, asegurado por una retícula de losas, disposición usada hasta la actualidad, porque abarata y facilita la pavimentación sin perder robustez.
Está comprobada la existencia de una asentamiento visigodo en Cardeñosa, así como santuarios, habiéndose encontrado pizarras visigodas y otros objetos, como una pátina de cobre.
Todos estos restos arqueológicos y despoblamientos hacen del término municipal de Cardeñosa el segundo municipio de la provincia de Ávila con mayor cantidad de restos de asentamientos de culturas anteriores.

Peñalba de Ávila

Cultura

Gotarrendura

El origen histórico de esta población empieza con la repoblación del campo de Ávila, debido al despoblamiento sufrido por la política de » tierra quemada» llevada a cabo durante la Reconquista.
Durante el reinado del monarca castellano Alfonso VI, se lleva a cabo la colonización definitiva, al mando de Raimundo de Borgoña.Los repobladores llegan de Navarra, Vascongadas, Burgos, Aragón y Cantabria, con lo cual surgen infinidad de nombres nuevos de pueblos, cuyo origen está en los nombres de los repobladores. Así, Gotarrendura procede de Gutierre Endura «Gutierre Yñigo», caballero de Ávila; Endura era un vocablo vasco que significaba saúco.