Apostol

Camino del Sureste

Etapa

3

Monumentos

Ruta principal

Villena

Antiguas cuevas vivienda

El yacimiento, descubierto en la primavera de 1953, ocupa cerca de un kilómetro de extensión en los alrededores de la Casa de Lara, antigua finca, hoy casi abandonada, situada a unos 3’5 kilómetros al NO. de la población, entre la carretera de Villena a Caudete y la línea férrea de La Encina a Alicante, a levante del cabezo que se extiende entre la Casa del Padre y la del Molinico.

El foco principal de ocupación prehistórica se halla al sur de la casa, en las depresiones de dos viñas plantadas en terreno ondulado. Aquí es donde puede observarse con mayor claridad los vestigios de viviendas, señaladas por gran cantidad de barros, con improntas de troncos y cañas. En los trozos yermos del norte y de poniente es fácil la recogida de sílex microlíticos, que brillan intensamente en la superficie a la luz del sol. Por levante la delimitación del poblado queda señalada por un crestón arenoso sembrado de espinos que se utiliza como senda de paso.

Toda la extensión del yacimiento está formada por un manto de arenas movedizas que en algunos lugares se acumulan a modo de sobre una de las cuales se halla edificada la misma Casa de Lara. Entre la superficie ocupada por las arenas y el cabezo de la Casa del Molinico se forma una depresión arcillosa, antaño ocupada por las aguas. Uno de los bancales más hondos se denomina todavía «el balsón», y son numerosos los juncos esparcidos por los parajes no cultivados de esta hondonada.

Castillo de la Atalaya

Edificado por los árabes hacia el siglo XII, fue declarado «Monumento Histórico Artístico» en 1931.

Consta de dos cercas sin foso franqueadas por cubos redondos, con el aditamento en la externa de un recinto poligonal de cuatro frentes, reforzados con cubos en los vértices.

La torre del homenaje es de planta cuadrada, levantada con muros de tres metros de espesor y consta de cuatro cuerpos: los dos primeros de tapial almohade, y los dos superiores de mampostería, construidos a mediados del siglo XV por D. Juan Pacheco, segundo marqués de Villena.

Las cubiertas de las dos primeras estancias están formadas por bóvedas almohades de arcos entrecruzados, de importancia excepcional por ser, como las del vecino castillo de Biar, las más antiguas de su estilo en España. En el coronamiento resaltan unas pequeñas torres voladas al estilo luso-castellano.

El Castillo de la Atalaya, que hasta el siglo XV convivió con el más antiguo de Salvatierra, fue escenario de diversas luchas, tanto en tiempos de Carlos I, durante el levantamiento de los «agermanados» valencianos, como en el transcurso de la Guerra de Sucesión que entronizó a los Borbones, o, ya en el siglo XIX, durante la Guerra de Independencia contra los franceses, quienes volaron las dos magnificas bóvedas almohades arriba mencionadas.

Iglesia Parroquial de Santa María

La iglesia de Santa María de Villena se levantó sobre una antigua mezquita musulmana en el siglo XVI para convirtirse en la iglesia de Santa María o del Rabal. Tiene una sola nave, que parece convertirse en tres al perforarse los contrafuertes interiores. Su cabecera poligonal no posee girola, y sus bóvedas de crucería descargan en pilares con semicolumnas adosadas que llevan grabados relieves renacentistas.

El Renacimiento también se puede observar en una puerta interior que da a la sacristía, siendo un elemento más de este estilo que está representado en el monumento y la ciudad.

La fachada está enmarcada por un pórtico barroco, mientras que la torre, exenta en dos terceras partes de su perímetro, se equipara a la de Santiago.

La iglesia de Santa María cuenta con dos conjuntos de gran interés y valor histórico.

Hay dos campanas góticas, una fechada y la otra no, ambas hechas hacia 1440.y con unas instalaciones únicas en la Comunidad Valenciana, solamente comparables a las de Santiago de Villena, aunque estas campanas son en conjunto más antiguas

Puerta de acceso al casco histórico

El emplazamiento actual de Villena, tiene su origen en el Castillo de la Atalaya, alrededor del cual se desarrolló el poblado árabe. Éste se extendía en torno a la actual iglesia de Santa María, antigua mezquita purificada por los cristianos tras la Conquista cristiana. En cierto modo, esta desaparecida mezquita debió constituir el centro cívico de la población árabe.

El arrabal árabe carecía de murallas, pues según los textos, la ciudad fue mandada cercar una vez dominado por los cristianos, ya en mitad del siglo XIV. A lo largo del siglo XVI, las murallas, junto con el castillo, fueron objeto de sucesivas reparaciones. La ciudad cristiana surge en las proximidades de la actual iglesia de Santiago, quedando la población árabe como un arrabal de la primera.

El casco antiguo de Villena fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1968.

Vista desde el Castillo

La ciudad se desarrolla, por un lado, en las faldas de la Sierra de la Villa, calles empinadas, manzanas irregulares, mientras que el verdadero núcleo de la ciudad se ubica en una zona más llana que tiene como eje principal la calle Mayor.

Villena a partir del siglo XVIII se constituye como una población alargada que asciende por un cerro dominado por la torre del homenaje de su castillo. Entre las casas de la ciudad antigua sobresalían tres torres: las de las iglesias le Santa María y Santiago y la llamada popularmente «Torre del Orejón», lugar donde se reunía en la Edad Media el Cabildo Municipal y que debe su nombre a un mecanismo de relojería, consistente en una cara con grandes orejas, que aparecía cada hora en punto. Se derribó, por insegura, en 1808.

En la actualidad esa imagen puede ilustrarse desde lo alto de la torre del homenaje del Castillo de la Atalaya.

Monumento a Ruperto Chapi

Está situado en el Paseo de Chapí y fue construido en el año 1947 por el escultor villenense Antonio Navarro Santafé como homenaje al genial músico, también nacido en Villena.

Tras varios proyectos presentados por Navarro Santafé, el Ayuntamiento y el Ateneo Cultural «Ruperto Chapí», se decidieron por el que hoy podemos contemplar. La obra, esculpida con piedra de Monóvar y de la Sierra del Morrón, está presidida por una escultura sedente de Chapí , al que rodean figuras alegóricas de dos obras suyas: «La Bruja», a su izquierda y «La Revoltosa», a su derecha.

En el año 1998 y debido al notable deterioro de la piedra, esta fue sustituida por la actual réplica en bronce, pasando la escultura original a presidir el vestíbulo del Teatro Chapí.

Centro Histórico de la Ciudad

El centro histórico de Villena está localizado alrededor del Castillo de la Atalaya, ya que en sus cercanías se desarrolló el poblado árabe, que se extendía en torno a la mezquita aljama, la actual iglesia de Santa María, convertida en iglesia por Jaime I.

Se supone que la desaparecida mezquita debió ser el centro cívico de la población árabe. La población árabe debía carecer de murallas, pues según los textos, se madó cercar la ciudad una vez dominada por los cristianos, ya en mitad del siglo XIV. A lo largo del siglo XVI, las murallas, junto con el castillo, fueron objeto de sucesivas reparaciones. El núcleo cristiano surge alrededor de la actual iglesia de Santiago, quedando la población árabe como un arrabal de la primera.

Del siglo XVI al XVII la población experimenta un marcado esplendor al reformarse y ampliarse las dos iglesias. La ciudad se desarrolla, por un lado, en las faldas de la Sierra de la Villa -calles empinadas, manzanas irregulares-, mientras que el verdadero núcleo de la ciudad se ubica en una zona más llana que tiene como eje principal la calle Mayor.

Villena a partir del siglo XVIII se constituye como una población alargada que asciende por un cerro dominado por la torre del homenaje de su castillo. Entre las casas de la ciudad antigua sobresalían tres torres: las de las iglesias de Santa María y Santiago y la llamada popularmente «Torre del Orejón», lugar donde se reunía en la Edad Media el Cabildo Municipal y que debe su nombre a un mecanismo de relojería, consistente en una cara con grandes orejas, que aparecía cada hora en punto. Se derribó, por insegura, en 1888.

Caudete

Iglesia de Santa Catalina

Edificio de planta de cruz latina con amplio crucero y cúpula de media naranja.

Nave principal con bóveda estrellada y coro del s. SVI en estilo gótico. Crucero, cúpula, altar mayor y fachada son una ampliación barroca del s. XVIII.

La iglesia parroquial de Santa Catalina aúna con singular equilibrio los estilos gótico, renacentista y barroco.

Desde el s. XVI aparecen ya documentadas las obras que sucesivamente se realizaron en el templo. En esta época se concibe como un templo de nave única con gruesos muros, capillas entre contrafuertes y hermosa bóveda estrellada con terceletes, en estilo gótico catalán. Del s. XVI data también el coro, cubierto con bóveda de crucería. Ambas son obras atribuidas a Joan Roque de Batea, que fue maestro de obras del edificio de 1556 a 1562.

Del s. XVIII son también la capilla de la Comunión y las dos fachadas de la iglesia, la principal y la citada de la comunión, coronadas ambas con remates de perfil mixtilíneo propios del barroco final.

El templo conserva algunas imágenes de factura barroca, entre ellas un Niño Jesús del s. XVIII, realizado en madera tallada y policromada. La obra es atribuida a Roque López, discípulo aventajado de Salzillo y escultor de amplia producción en tierras de Albacete. En honor a esta imagen se celebran los Bailes del Niño en Navidad y Reyes.

Su única torre exterior data de 1499, coronada en 1756 con un nuevo campanario rematado con chapitel. El campanario aloja cinco campanas de bronce, tres de ellas del s. XVIII. La campana de mayor tamaño, 813 kilos, es la llamada Sta. Catalina, le sigue Jesús, María, José y el Arcángel San Miguel, con 602 kilos, siendo ésta, además, la más antigua de todas. A las más pequeñas se las conoce por los nombres de Rosario, Dolores y Micaela.

La iglesia está declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento desde 1992.

Plaza de Toros Las Arenas

Inaugurada en 1910 en estilo neomudéjar, su maestro de obras fue Juan Arellano y la obra estuvo dirigida por Francisco Albalat Navajas, Conde de San Carlos, que la financió y tenía ciertos conocimientos de arquitectura.

Consta de tres pisos con decoración de arcos apuntados y arcos de herradura, con un aforo inicial de 9.241 localidades.

Construida en muro de mampostería y ladrillo macizo bicolor. Bajorrelieves en piedra con motivos taurinos.

Se dice que fue la más bella de España en su momento. Hoy es la mejor conservada y de mayor valor artístico de los alrededores y posiblemente de la provincia.

Es más antigua que las plazas de Las Ventas de Madrid o que la Plaza de Toros de Albacete.

Castillo de Caudete

El Castillo es una antigua fortaleza levantada en el siglo XII, sobre otra árabe, se erigió sobre una pequeña zona elevada, defendida de forma natural por una rambla. Antiguo baluarte musulman, aquí aún se evocan episodios guerreros entre moros y cristianos.

De origen musulmán es la primitiva construcción defensiva, con muros de tapial de factura almohade. Durante las disputas fronterizas entre Aragón y Castilla, en 1360, fue arrasada por los castellanos, y la reconstrucción le proporcionó una planta poligonal, y dos torres macizas a la entrada del recinto.

La actual fortaleza de Caudete, tal y como la conocemos hoy, es una construcción de los siglos XIV y XV, que vino a reforzar la antigua construcción islámica. De planta poligonal y muralla almenada, conserva una de sus cuatro originarias torres. Anexo a la fortaleza encontramos un bello y original jardín que comunica con la Plaza de la Iglesia.

En el siglo XVI la fortaleza pierde su finalidad defensiva, lo que provocará su paulatino abandono. En 1740 se traslada al rey la petición para su uso como cementerio, de la anexa Iglesia de Santa Catalina. Este nuevo uso se mantuvo hasta alrededor de 1834.

Las sucesivas fases de intervención arqueológica en el castillo han permitido recuperar restos de distintas épocas del mundo medieval, de momentos cristianos, de la época del cementerio e incluso de la época de los íberos.

Museo de la Acuarela Rafael Requena

El Museo de la Acuarela de Caudete alberga la única colección antológica dedicada a Rafael Requena, gran acuarelista de origen caudetano, galardonado con el premio Reina Sofía del 52 Salón de Otoño de Madrid en 1985.

Los cuadros expuestos reflejan la trayectoria pictórica de Rafael Requena, con una colección compuesta por unas 75 acuarelas, con obras de tema único y series, con el paisaje como tema predominante, amplias llanuras, escenas rurales, marinas, montañosas y tierras manchegas; en las que son inevitables las alusiones a Caudete, su pueblo natal y con el que siempre ha mantenido un estrecho contacto.

Completan la muestra algunos retratos y varios bellos bodegones, elaborados con gran maestría y dominio del dibujo.

Cada otoño, el Ayuntamiento de Caudete celebra el Certamen Nacional de Acuarela Villa de Caudete. Ésta fue una iniciativa que surgió a raíz de la creación del museo y que va por su VIII edición, con bastante éxito.

El museo se adhiere cada año a las iniciativas Semana Internacional de los Museos y Jornadas Europeas de Patrimonio.

Fiestas de Moros y Cristianos

Las Fiestas de Moros y Cristianos de Caudete cuentan con una antigüedad de más de 400 años. Celebradas entre el 6 y el 10 de septiembre, están declaradas de Interés Turístico e Interés Turístico Regional.

Actualmente existen cinco comparsas: Guerreros, Mirenos, Tarik, Moros y La Antigua. Algunas de ellas tienen su origen en el s. XVI, si bien su identidad como comparsas y su traje oficial se definen entre el s. XIX y principios del XX..

El acto festero que mayor número de visitantes recibe es el desfile de La Entrada que tiene lugar el día 6 de septiembre. Las cinco comparsas locales desfilan en escuadras al son de música festera, mostrando bellísimos trajes que en muchos casos son pura artesanía. Otro desfile similar, La Enhorabuena, tiene lugar el día 9 de septiembre por la noche.

El espectáculo más bello que puede ofrecer Caudete son Los Episodios Caudetanos. Se representan en la Plaza de la Iglesia los días 7, 8, y 9 de septiembre. En dicha plaza se instala un castillo de madera (monumento efímero que será desmontado tras las fiestas) que sirve de escenario para la representación, en la que toma parte un importante número de vecinos de Caudete que encarnan, por unos días, a personajes históricos o a soldados combatientes.

La representación actual tiene su origen en el s. XVII. Está dividida en tres actos y escenifica, en días consecutivos, la invasión musulmana de Caudete, la reconquista cristiana y la aparición de las imágenes de Ntra. Sra. de Gracia y San Blas. Por su antigüedad y valor histórico, se ha solicitado a la Junta de Castilla la Mancha la calificación de esta representación como Bien Cultural Intangible Protegido.

Previo al inicio de los Episodios Caudetanos, cada tarde tiene lugar Las Guerrillas o simulaciones de lucha entre los bandos moro y cristiano donde la pólvora y los disparos de arcabucería son los protagonistas. Las armas utilizadas, recreación de armas históricas, están fabricadas por artesanos caudetanos.

Entre los actos festeros de naturaleza más lúdica se entremezclan otros de carácter religioso. Así, es igualmente espectacular y multitudinaria en participación la Procesión de traslado de la imagen de la Virgen de Gracia en la madrugada del día 7, desde su Santuario hasta el pueblo, a la que se recibe con ruedo de banderas, rueda de volantes y salvas de arcabucería.

La Procesión General con la imagen de la Virgen tiene lugar el día 8 de septiembre, con rueda de volantes, disparos de arcabucería y ruedo de banderas.

Convento de los Padres Carmelitas

El recinto más relevante del monasterio es su imponente claustro, compuesto por siete bellas columnas toscanas de sillería unidas por arcos de medio punto. Al centro se sitúa un pequeño jardín con cipreses y fuente donde, a escasos metros del ajetreo de la calle, reinan una paz y un silencio reconfortantes.

Los trabajos de construcción se dilatan a lo largo del s. XVII. En 1634 se construye la parte baja del claustro. Entre 1638 y 1670 se edifican la iglesia, el campanario y el piso superior del claustro.

El convento fue casa de noviciado durante diferentes periodos de su historia. Conserva, asimismo, una importante biblioteca monástica.

La iglesia conventual, dedicada a la Virgen del Carmen, se encuentra anexa al convento.

La congregación actual la componen 5 hermanos: prior, dos párrocos y dos seglares, que se ocupan del mantenimiento del conventos y las iglesias de Caudete.

Santuario de Nuestra Señora de Gracia

El Santuario de Ntra. Sra. de Gracia, Patrona de Caudete, es un magnífico templo en estilo barroco construido entre 1741 y 1758 sobre otro anterior. Anexo al templo se encuentra el Museo Sala de Mantos.

De especial interés en el santuario son las seis pinturas de José Perezgil, pintor caudetano de gran renombre, afincado en Alicante. Estos óleos sobre tabla fueron realizados entre 1960 y 1961 y representan relevantes episodios de la vida de la Virgen. Las intensas tonalidades usadas consiguen llamativos contrastes de color lo que, unido a los marcados efectos de luz, hace que las obras tengan una belleza y una fuerza expresiva admirables.

Anexa a la sacristía se conserva la cripta que, según la tradición, guardó las imágenes de la Virgen y San Blas. Sobre ella, en el camarín, encontramos una de las joyas del templo, la conocida como Campana de la Virgen, que está fechada en 1380 y, según ciertas referencias, podría ser la más antigua que se conserva en toda Castilla-La Mancha. Aparece en ella la inscripción latina: “Ave María. Suena la voz de Dios”.

Descubriremos también en el camarín un exquisito pavimento de azulejería valenciana compuesto por motivos florales y frutales. Fechado en el periodo barroco pleno (1730-1770), plasma el momento en que la cerámica arquitectónica valenciana alcanza su punto álgido en originalidad y calidad.

La fachada del templo, remodelada y pintada al fresco en 1907 por el muralista Agustín Espí, tiene una original inspiración neogótica.

Ruta alternativa

Villena

Antiguas cuevas vivienda

El yacimiento, descubierto en la primavera de 1953, ocupa cerca de un kilómetro de extensión en los alrededores de la Casa de Lara, antigua finca, hoy casi abandonada, situada a unos 3’5 kilómetros al NO. de la población, entre la carretera de Villena a Caudete y la línea férrea de La Encina a Alicante, a levante del cabezo que se extiende entre la Casa del Padre y la del Molinico.

El foco principal de ocupación prehistórica se halla al sur de la casa, en las depresiones de dos viñas plantadas en terreno ondulado. Aquí es donde puede observarse con mayor claridad los vestigios de viviendas, señaladas por gran cantidad de barros, con improntas de troncos y cañas. En los trozos yermos del norte y de poniente es fácil la recogida de sílex microlíticos, que brillan intensamente en la superficie a la luz del sol. Por levante la delimitación del poblado queda señalada por un crestón arenoso sembrado de espinos que se utiliza como senda de paso.

Toda la extensión del yacimiento está formada por un manto de arenas movedizas que en algunos lugares se acumulan a modo de sobre una de las cuales se halla edificada la misma Casa de Lara. Entre la superficie ocupada por las arenas y el cabezo de la Casa del Molinico se forma una depresión arcillosa, antaño ocupada por las aguas. Uno de los bancales más hondos se denomina todavía «el balsón», y son numerosos los juncos esparcidos por los parajes no cultivados de esta hondonada.

Castillo de la Atalaya

Edificado por los árabes hacia el siglo XII, fue declarado «Monumento Histórico Artístico» en 1931.

Consta de dos cercas sin foso franqueadas por cubos redondos, con el aditamento en la externa de un recinto poligonal de cuatro frentes, reforzados con cubos en los vértices.

La torre del homenaje es de planta cuadrada, levantada con muros de tres metros de espesor y consta de cuatro cuerpos: los dos primeros de tapial almohade, y los dos superiores de mampostería, construidos a mediados del siglo XV por D. Juan Pacheco, segundo marqués de Villena.

Las cubiertas de las dos primeras estancias están formadas por bóvedas almohades de arcos entrecruzados, de importancia excepcional por ser, como las del vecino castillo de Biar, las más antiguas de su estilo en España. En el coronamiento resaltan unas pequeñas torres voladas al estilo luso-castellano.

El Castillo de la Atalaya, que hasta el siglo XV convivió con el más antiguo de Salvatierra, fue escenario de diversas luchas, tanto en tiempos de Carlos I, durante el levantamiento de los «agermanados» valencianos, como en el transcurso de la Guerra de Sucesión que entronizó a los Borbones, o, ya en el siglo XIX, durante la Guerra de Independencia contra los franceses, quienes volaron las dos magnificas bóvedas almohades arriba mencionadas.

Iglesia Parroquial de Santa María

La iglesia de Santa María de Villena se levantó sobre una antigua mezquita musulmana en el siglo XVI para convirtirse en la iglesia de Santa María o del Rabal. Tiene una sola nave, que parece convertirse en tres al perforarse los contrafuertes interiores. Su cabecera poligonal no posee girola, y sus bóvedas de crucería descargan en pilares con semicolumnas adosadas que llevan grabados relieves renacentistas.

El Renacimiento también se puede observar en una puerta interior que da a la sacristía, siendo un elemento más de este estilo que está representado en el monumento y la ciudad.

La fachada está enmarcada por un pórtico barroco, mientras que la torre, exenta en dos terceras partes de su perímetro, se equipara a la de Santiago.

La iglesia de Santa María cuenta con dos conjuntos de gran interés y valor histórico.

Hay dos campanas góticas, una fechada y la otra no, ambas hechas hacia 1440.y con unas instalaciones únicas en la Comunidad Valenciana, solamente comparables a las de Santiago de Villena, aunque estas campanas son en conjunto más antiguas

Puerta de acceso al casco histórico

El emplazamiento actual de Villena, tiene su origen en el Castillo de la Atalaya, alrededor del cual se desarrolló el poblado árabe. Éste se extendía en torno a la actual iglesia de Santa María, antigua mezquita purificada por los cristianos tras la Conquista cristiana. En cierto modo, esta desaparecida mezquita debió constituir el centro cívico de la población árabe.

El arrabal árabe carecía de murallas, pues según los textos, la ciudad fue mandada cercar una vez dominado por los cristianos, ya en mitad del siglo XIV. A lo largo del siglo XVI, las murallas, junto con el castillo, fueron objeto de sucesivas reparaciones. La ciudad cristiana surge en las proximidades de la actual iglesia de Santiago, quedando la población árabe como un arrabal de la primera.

El casco antiguo de Villena fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1968.

Vista desde el Castillo

La ciudad se desarrolla, por un lado, en las faldas de la Sierra de la Villa, calles empinadas, manzanas irregulares, mientras que el verdadero núcleo de la ciudad se ubica en una zona más llana que tiene como eje principal la calle Mayor.

Villena a partir del siglo XVIII se constituye como una población alargada que asciende por un cerro dominado por la torre del homenaje de su castillo. Entre las casas de la ciudad antigua sobresalían tres torres: las de las iglesias le Santa María y Santiago y la llamada popularmente «Torre del Orejón», lugar donde se reunía en la Edad Media el Cabildo Municipal y que debe su nombre a un mecanismo de relojería, consistente en una cara con grandes orejas, que aparecía cada hora en punto. Se derribó, por insegura, en 1808.

En la actualidad esa imagen puede ilustrarse desde lo alto de la torre del homenaje del Castillo de la Atalaya.

Monumento a Ruperto Chapi

Está situado en el Paseo de Chapí y fue construido en el año 1947 por el escultor villenense Antonio Navarro Santafé como homenaje al genial músico, también nacido en Villena.

Tras varios proyectos presentados por Navarro Santafé, el Ayuntamiento y el Ateneo Cultural «Ruperto Chapí», se decidieron por el que hoy podemos contemplar. La obra, esculpida con piedra de Monóvar y de la Sierra del Morrón, está presidida por una escultura sedente de Chapí , al que rodean figuras alegóricas de dos obras suyas: «La Bruja», a su izquierda y «La Revoltosa», a su derecha.

En el año 1998 y debido al notable deterioro de la piedra, esta fue sustituida por la actual réplica en bronce, pasando la escultura original a presidir el vestíbulo del Teatro Chapí.

Centro Histórico de la Ciudad

El centro histórico de Villena está localizado alrededor del Castillo de la Atalaya, ya que en sus cercanías se desarrolló el poblado árabe, que se extendía en torno a la mezquita aljama, la actual iglesia de Santa María, convertida en iglesia por Jaime I.

Se supone que la desaparecida mezquita debió ser el centro cívico de la población árabe. La población árabe debía carecer de murallas, pues según los textos, se madó cercar la ciudad una vez dominada por los cristianos, ya en mitad del siglo XIV. A lo largo del siglo XVI, las murallas, junto con el castillo, fueron objeto de sucesivas reparaciones. El núcleo cristiano surge alrededor de la actual iglesia de Santiago, quedando la población árabe como un arrabal de la primera.

Del siglo XVI al XVII la población experimenta un marcado esplendor al reformarse y ampliarse las dos iglesias. La ciudad se desarrolla, por un lado, en las faldas de la Sierra de la Villa -calles empinadas, manzanas irregulares-, mientras que el verdadero núcleo de la ciudad se ubica en una zona más llana que tiene como eje principal la calle Mayor.

Villena a partir del siglo XVIII se constituye como una población alargada que asciende por un cerro dominado por la torre del homenaje de su castillo. Entre las casas de la ciudad antigua sobresalían tres torres: las de las iglesias de Santa María y Santiago y la llamada popularmente «Torre del Orejón», lugar donde se reunía en la Edad Media el Cabildo Municipal y que debe su nombre a un mecanismo de relojería, consistente en una cara con grandes orejas, que aparecía cada hora en punto. Se derribó, por insegura, en 1888.

Yecla

Plaza de toros

El Coso yeclano abre sus puertas por primera vez el 29 de septiembre del año 1867. Por petición de siete aficionados que solicitan el terreno que la corporación municipal concede de modo gratuito. El estreno fue un total éxito.

La última etapa va desde el año 1969 hasta 1975, quedando cerrada la Plaza hasta el año 1981, en el que tuvo lugar un festival taurino. La Plaza permanecía ya cerrada, debido a su estado de avanzado deterioro, hasta el 10 de Julio de 1988, en que se organizó por la Peña Taurina Yeclana la primera Becerrada, actuando aficionados de Yecla a beneficio de la reconstrucción de la Plaza de Toros. En Octubre del mismo año y ante el éxito de público el Ayuntamiento, decide la total reconstrucción de la Plaza de Toros siendo inaugurada el 14 de abril de 1991.

Basilica de la Purísima - Iglesia Nueva

Su estilo es neoclásico; aunque por su grandiosidad se confunde con edificios del s. XVI . El templo presenta planta de cruz latina, de tres naves, separadas por arcos de medio punto con cúpula semiesférica peraltada sobre el crucero y capillas en los contrafuertes, anexionando la Capilla de la Comunión. La nave central mide 50m de longitud y la crucera 40 m. Destaca la cúpula semiesférica construida con teja vidriada azul y blanca, decorada en espiral. El altar está construido en mármol “brecha de Andalucía” y la temática del antipendio (frontal) trata la “Multiplicación de los panes y peces”, El púlpito, situado en la nave central en el lado de la epístola, es el original, aunque ha sido restaurado. El pavimento del templo, conserva el solado original; compuesto de baldosas de mármol que se alternan simétricamente en ajedrezado gris y blanco. El acceso al templo se realiza por tres portadas, dos laterales al final de la nave crucera con idéntica trazada, teniendo una de ellas una gran vidriera y otra al final de la nave central con una escalinata, debido al desnivel del terreno y pensada en un principio como fachada principal.

Las obras escultóricas y pictóricas del templo se han realizado en su mayoría después de la guerra civil española, ya que en ésta se perdieron importantes componentes artísticos. No obstante quedan obras de relieve.

Entre éstas encontramos, en el presbiterio, una imagen de La Purísima (centro) y de los Cuatro Evangelistas. En la nave del lado del Evangelio se encuentra en la primera capilla un retablo neobarroco de San José; en la segunda un retablo moderno con imagen de San Cayetano en el centro, San Pancracio a la izquierda y San Isidro a la derecha; en la tercera la Virgen del Pilar en el centro, con la Virgen de Fátima a la izquierda y el Niño Jesús a la derecha.

Parroquia de la Asunción - Iglesia Vieja

La Parroquia de la Asunción, conocida popularmente como “Iglesia Vieja”, data del s. XVI, empezando su construcción en 1512 y finalizándose cuarenta años después.

Consta de una sola nave de estilo gótico con bóveda de crucería y capillas laterales entre los contrafuertes.

El trazado gótico de la nave se divide en cinco tramos y el sexto tramo es renacentista de forma poligonal, en cuya parte superior se encuentra el retablo mayor perdido en la primera mitad del s. XVII. Los accesos se encuentran en los laterales del ábside de influencia escurialiense, permitiendo el paso una de ellas a la antesacristía y sacristía y la otra a la torre del Campanario. Destaca en la fachada septentrional una portada flamígera enmarcadas en arquivoltas y ornamentada en su tímpano por su titular. Además en el neoclasicismo se incorpora otra portada hoy tapiada.

Los daños producidos durante la Guerra Civil, dejaron su interior deteriorado, perdiéndose sus esculturas y pinturas. En los últimos años se han efectuado obras de restauración que han consolidado definitivamente su estructura.

La arquitectura del templo sigue un modelo parecido a otros templos de esta época, situados en ciudades de alrededor. Destaca la torre renacentista, construida a mitad del s. XVI, con un friso con cabezas esculpidas mezclando armonía y esbeltez.

Iglesia del Hospitalico

La Iglesia del Hospitalico está ubicada en C/ Hospital. Debe su nombre a que está aneja al edificio que albergaba el antiguo Hospital de Yecla.

Se trata de un Templo característico del barroco murciano.

Casa Consistorial

Edificio renacentista construido en la primera mitad del s. XVI. Destaca su fachada labrada en piedra de sillería, formando un pórtico de doble arco adjunto, apoyado en columnas de orden toscano. Encima de estos portones se encuentran sendos balcones gigantes protegidos por antepecho de forja. Además se distingue entre los balcones el blasón o escudo imperial, en relieve, de Carlos V con el Águila bicéfala. Arriba del blasón, se encuentra el escudo de Yecla, en el cual se puede leer el calificativo de “Muy Noble, Muy Leal y Fidelísima villa de Yecla” desde 1707.

Está cubierta con artesonado de madera del s. XVIII. El entresuelo sirve de oficinas municipales y el semisótano de despachos y oficinas de varias concejalías.

El estado actual se debe a una reforma y ampliación realizada por el arquitecto Justo Millán Espinosa en 1887, restaurando las dependencias carcelarias y de la escalera como aspectos más importantes.