Apostol

Camino del Sureste

Etapa

8

Cultura

La Roda

La Roda ha sido históricamente tierra de paso, este hecho hace difícil determinar sus antecedentes más remotos.
Dentro de su término municipal se han localizado restos ibéricos y otros posteriores pertenecientes a la etapa romana.
Parece ser que el nombre de La Roda deriva, según los expertos, del término árabe “rotba”, relacionado con un impuesto que se pagó por el paso de ganados o bien de “robda”, antigua milicia vigilante de fronteras y caminos que rondaban en torno a los castillos.
Fue este el nombre que recibió el antiguo castillo ubicado en el lugar donde hoy se encuentra la iglesia parroquial y donde se refugiaban los “arrobdas” o vigilantes cobradores.
Pasada la Alta Edad Media, hacia 1200, La Roda, probablemente, fue tomada a los musulmanes por las huestes del rey castellano Alfonso VIII durante la reconquista. Después, cuando en el año 1305 el rey Fernando IV de Castilla concede todas las tierra que componían el Señorío de Alarcón al Infante Don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X el Sabio, La Roda queda bajo la protección de éste.
En 1310 el infante Don Juan Manuel otorga la concesión de los límites jurisdiccionales al municipio. Cuando Juan II dona la ciudad de Alarcón y su entorno al Marqués de Villena, La Roda definitivamente formará parte de este marquesado hasta que se segrega de él por propia iniciativa en 1476 incorporándose así a la Corona de los Reyes Católicos.
Durante el periodo renacentista La Roda experimentará un notable desarrollo económico y crecimiento que quedará reflejado en el arte y la arquitectura local.

Minaya

Desde los más remotos tiempos fue Minaya un territorio de paso en la ruta entre Andalucía y el Levante, una lejana venta con vocación comercial, dispuesta estratégicamente en la infinita llanura manchega, haciendo gala de su nombre de procedencia árabe que significa “Camino abierto y visible”.
Situada al noroeste de la provincia de Albacete, se encuentra entre La Roda y Villarrobledo. Antes de la conquista romana, estas tierras fueron habitadas por Íberos y Celtíberos. Sus primeros pobladores se remontan al siglo XII, en época de dominación árabe. En su mayoría eran campesinos dedicados al pastoreo. Con el tiempo fueron asentándose configurando un pequeño núcleo de población, ampliando su actividad a la agricultura que, junto a la ganadería, acabó constituyendo durante siglos la base de su economía.
Tras la reconquista cristiana Alfonso X concedió estas tierras a su hermano, el infante Don Manuel con el título de Señorío de Villena. De su afán por repoblar su inmenso territorio, nació el municipio de Minaya, un 8 de Noviembre de 1330, cuando se lo concedió a una persona de su confianza, Diego Fernández de Cuenca, para que lo poblara y administrara. Fue el primero de una larga serie de señores de Minaya, que durante cinco siglos fueron dueños de estas tierras, hasta que en 1812 las Cortes de Cádiz abolieron los señoríos.