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Camino desde Castellón

Etapa

4

Monumentos

Catí

La Casa de la Villa o Lonja

Pese a la existencia en Catí de una casa de la Corte, en pleno siglo XIV se decidió levantar otro edificio que fuera capaz de albergar las reuniones del Consejo y de las que realizara todo el pueblo. Es así, como en 1418 se inician las obras bajo la supervisión del maestro de obras medieval, Bernat Cerro de Traiguera.

Cuando se finalizó la obra, el conjunto construido se utilizó para diversos fines, desde albergar al Consejo, destinando la planta principal para este uso; a prisión o carnicería, usos que realizaban en los bajos del edificios; pasando por depósito de trigo, empleándose para tales utilidades, las partes posteriores y altas.

El techo es plano y de madera, y se supone que en un primer momento debía estar decorado con pinturas. A la fachada principal se le añadió un alero de madera en el siglo XVIII.

El edificio albergó ya más recientemente el Ayuntamiento de la localidad. Cuando se celebró en 1991 el tercer centenario de la independencia de Morella, se aprovechó el evento para inaugurar el moderno Ayuntamiento, que se sitúa actualmente en el edificio de en frente.

Casa de los Montserrat de Catí

La Casa de los Montserrat de Catí, es un edificio catalogado como Bien de Relevancia Local, con la categoría de Monumento de interés local, por estar incluido en el expediente del Conjunto histórico artístico de Catí, que está catalogado a su vez como Bien de Interés Cultural.

Su exterior está muy modificado, por lo que apenas quedan restos de la fachada gótica, pero como compensación, la parte interior del edificio presenta una bella escalera cuadrada con linterna como cubierta, convirtiéndose en uno de los pocos ejemplos existentes de este tipo a arquitectura en la zona del Maestrazgo.1 3 4 También hay que hacer mención de las rejas artesanales que se conservan en la parte posterior de la casa.

Iglesia parroquial Ntra. Sra. de la Asunción

Construida en piedra de sillar y mampostería, entre los siglos XIII y XVIII, el templo es un magnífico ejemplo de parroquia de repoblación cristiana. Su construcción se inició en el siglo XIII, siguiendo el sistema constructivo de arcos de diafragma con techumbre de madera. Esta tipología fue muy común en las comarcas septentrionales de la Comunidad Valenciana (Los Puertos de Morella y el Maestrazgo) conservándose otros ejemplos casi idénticos en disposición, dimensiones y fábricas como las parroquias de Vallibona y San Juan de Morella.1

A esta estructura primitiva de nave única (32 x 10,5 m) con testero recto, se añadieron durante los siglos XIV y XV diversas capillas laterales que no llegaron a desvirtuar el sentido de espacio único que posee el templo originario. La primera en ser levantada fue la de San Blas, en el año 1354, seguida de la de San Miguel y San Pedro Apóstol, de 1377, realizada por Bertomeu Duran para la familia Montserrat. En 1389 Jaume Sans construyó la capilla de San Martín, patrón de Catí, y en 1447 se levantó la capilla de los Santos Juanes a instancias de la familia Sentjoan. En 1448 Pedro Crespo construye la conocida como primera capilla de la Pasión, que luego pasará a llamarse de San Pedro Mártir y San Lorenzo, realizada a expensas de la familia Espígol en 1460. En el año 1451 Pedro Crespo y Antonio Arbó edifican la que se conoce como segunda capilla de la Pasión en cuyos arcos podemos ver distintos elementos de la Pasión de Cristo. En el año 1937 cuatro de las capillas laterales del lado del evangelio se derribaron con el fin de ensanchar la calle Mayor.

De época medieval destaca la portada del lado norte, situada en la calle Mayor, de tradición románica que perteneciente al edificio primitivo levantado en el siglo XIII. Posee dos arquivoltas planas de medio punto con bordes achaflanados y guardapolvos. Las impostas presentan una decoración vegetal y zoomorfa en la que se encuentran representados algunos tipos de cuadrúpedos y un dragón. También resulta interesante la sencilla portada del lado meridional, cuya ejecución debe situarse a finales del siglo XV o comienzos del siglo XVI, presentando un gran arco de medio punto formado por larguísimas dovelas y guardapolvos liso. Las obras de restauración efectuadas recientemente en el templo por la Fundación La Luz de las Imágenes, han sacado a la luz en el presbiterio de la iglesia una parte del primitivo alfarje medieval de madera que durante siglos permaneció oculto por una bóveda tabicada de ladrillo.

Ermita de la Virgen del Pilar

La ermita de la Virgen del Pilar de Catí se sitúa en la llanura «Vall de Catí», ubicada en el centro de una pradera que une la población con el empalme de Benasal. Fue construida en el siglo XVII y fue edificada en el mismo sitio donde desde tiempo inmemorial, se repartía el pan y se bendecían los campos cada tres de marzo, fiesta de la Santa Cruz.

El 6 de enero de 1625, fiesta de los Santos Reyes, se reunieron los dueños de las doce masías del contorno, y acordaron edificar esta ermita para poner bajo la protección de Ntra. Sra. del Pilar sus vidas y haciendas.

La iglesia mide 13 metros de largo, 6’60 de ancho y 5 de altura. La techumbre de la iglesia, a dos aguas, está sustentada por dos arcadas pétreas y la fachada por remate una espadaña, pero sin campana. En el altar mayor está la tradicional imagen de la Virgen del Pilar, que recibe especiales cultos el día 12 de octubre coincidentes con la fiesta litúrgica.

Adosada a la iglesia está la casa del ermitaño, que continúa hoy siendo habitada.

Ermita Santa Anna

El edificio consta de un solo cuerpo con tres arcos, de regulares dimensiones, con coro y altar mayor. Fue director de la obra Arnaldo Pedro, cantero de Forcall, quien puso la primera piedra el 29 de agosto de 1441. En 1618 Pedro del Sol hace la capilla mayor y en 1708 Miquel Blasco arregló los muros y realizó el coro.

El exterior presenta una fachada sobria con puerta de acceso con arco de medio punto de grandes dovelas. Tiene porche delantero con techo de madera y banco adosado. Se trata de una construcción esencialmente de masonería. En cuanto al interior es de una sola nave con tres tramos de regulares dimensiones atravesados por arcos góticos apuntados que descansan sobre fuertes pilares. Un arco de medio punto comunica con el presbiterio cubierto con bóveda de crucería, rematando el punto de intersección con una pequeña clave. Conserva una altar neoclásico. El techo es a doble vertiente de madera. Sobre la puerta de entrada hay un rosetón. Las pinturas murales del presbiterio son del siglo XVIII de grotescos.

Del siglo XV, se considera la ermita de mayor antigüedad de Catí.

Ermita de San Vicente Ferrer

La Ermita de San Vicente de Catí es un edificio religioso que se empezó a construir en 1610, en el más alto de la Sierra de San Vicente perteneciente a la población de Catí. La obra se terminó en 1618 y la primera misa se celebró en 1620.

Presenta un aspecto sólido y austero para la construcción en mampostería y sólidos contrafuertes. El edificio tiene 20 m de largo y 7 de ancho. Tiene el escudo del cantero Pedro del Sol, tres pequeñas ventanas laterales al este y una frente el altar mayor, cerca de la puerta para poder ver bien la imagen del santo. El techo está construido a doble vertiente. Hay una casa para el ermitaño adosada a la pared derecha de la que solamente queda la fachada. El interior es de una sola nave, de planta rectangular. El espacio queda dividido en tres tramos por dos arcos de trazado ligeramente apuntados que arrancan del mismo muro. En la cabecera se sitúa la capilla mayor.

Vallivana

Santuario de la Virgen de Vallivana

El Santuario de la Virgen de Vallivana, patrona de Morella y foco devocional de la comarca, es uno de los más importantes de nuestras tierras por su hondo calado religioso, cultural y artístico. Se halla junto a la carretera N-232 Vinaròs-Alcañiz, accesible por un desvío a la altura de su km 40, inmediatamente después de entrar en el término de Morella y a unos 24 km de la capital municipal.

Se trata de un amplio ermitorio con numerosas dependencias que se disponen a lo largo de una calle en la margen derecha de la Rambla de Vallivana, en unos terrenos que el rey Jaime I se reservó tras la conquista y que posteriormente donó a su esposa Violante de Hungría, quien a su vez los legaría más tarde al pueblo morellano.

La tradición cuenta que la imagen de la Virgen fue hallada en un bosque de las proximidades por un pastor al año siguiente de la conquista cristiana de Morella. Alertado por los ladridos de su mastín, el pastor descubrió una caverna con su fuente de la que salía un maravilloso resplandor y que ocultaba la imagen mariana junto a una vela encendida y unos pergaminos escritos de un idioma que Morella: Santuario de la Virgen de Vallivanano pudo ser descifrado. En ese mismo lugar se erigió en 1234 una primitiva capilla –antecesora de la actual Ermita de la Aparición–, reconstruida y ampliada conforme fue creciendo la fama milagrosa de la Virgen de Vallivana y aumentaba su devoción y el número de peregrinos, entre los que se contaban personajes tan relevantes como el Papa Luna.

Morella

Basílica Arciprestal de Santa María La Mayor

La Iglesia Arciprestal de Santa María la Mayor es un hito obligado para los amantes del arte. Esta construcción gótica reúne en una misma fachada la Puerta de los Apóstoles y la de las Vírgenes. Ya dentro, en la parte posterior del coro, se puede ver esculpido en forma de friso el Pórtico de la Gloria.

La singular escalera de caracol por la que se sube al coro, el altar mayor, sus tres rosetones con vidrieras originales de la Escuela valenciana del siglo XIV, un cuadro de la cabeza de Nuestra Señora del Sufragio, de Sassoferrato (Siglo XVII)10 y el órgano de Francisco Turull son algunas de sus joyas.

El 28 de junio de 1700 el papa Inocencio XII expide una bula concediendo a la iglesia arciprestal de Morella el privilegio de incorporarse a la basílica de San Juan de Letrán en Roma, con todas las gracias y mercedes otorgadas por sus predecesores a esta basílica y a su cabildo.

Acueducto de Santa Lucía

En 1273, Jaime I donó el manantial de la fuente de Vinatxos para el abastecimiento de agua a la ciudad de Morella, que hasta entonces sólo contaba con la de Avellanar y la de El Romeu, y con la Bassa del Poll y la Bassa del Prat dentro del núcleo urbano.

En 1315, Jaime II autorizó al Consell de Morella a construir un acueducto que llevase el agua de la fuente de Vinatxos hasta el Pla de Sant Llàcer (o de Santa Llúcia). En 1338 se construyó la sucesión actual de arcos, y en 1359 se consiguió que el agua llegase al Pla del Sol (hoy Font Vella).

A lo largo de la historia, el acueducto ha tenido que ser reparado en diversas ocasiones. En 1391 cayeron algunos arcos próximos a la ermita de Santa Llúcia, que fueron reparados por Guillem Palma. En 1421 se destinaron algunas cantidades económicas para las obras de los arcos de La Pedrera. Y en 1739 de nuevo se hicieron obras de refuerzo de muros. Todavía en 1845 el Ayuntamiento de Morella apelaba a la reconstrucción de los tramos caídos.

A mediados del siglo XX, se moderniza la canalización introduciendo un tubo de polietileno en el túnel para evitar las pérdidas de agua. El uso de esta canalización para el riego agrícola es conocido hasta los años 60. En 1992, los movimientos de tierras de la obra de la nueva carretera, destruyen un gran tramo de canalización enterrada, perdiéndose cualquier rastro del inicio del acueducto.

Se trata de un acueducto que permitía la llegada de agua desde el acuífero de la fuente de Vinatxos a la plaza de La Font, en el núcleo urbano de Morella, donde se localiza el aljibe. A lo largo del recorrido del acueducto, la solución estructural se va adaptando a la topografía. Así, donde las curvas de nivel lo permiten, la obra se apoya directamente sobre el terreno, creando una gran canalización de mampostería que son los túneles. Por el contrario, cuando es necesario salvar un valle, se levantan grandes estructuras de arcos sobre las que continua la canalización. Son obras lineales de arcos de medio punto y ojivales, realizados con mampostería y sillares, que dan la altura que posibilita el discurrir del agua. Existen dos tramos de arcos, el de La Pedrera y el de Santa Llúcia. Una vez en el núcleo urbano, el agua llega al aljibe en la plaza de La Font.

Castillo

Construido aprovechando la roca. Consta de la plaza de armas (1.070 m2), el palacio del gobernador, el aljibe, la torre de la Pardala, retretas al vuelo por donde entraron en 1838 los carlistas, prisión de Cacho, restos de palacios reales, torres de homenaje, y pabellones oficiales, por donde han pasado diferentes formas de civilización y culturas.

Las murallas exteriores se conservan mejor y prestan gran monumentalidad a todas la villa. Como indicamos anillan la ciudad partiendo del castillo.

Declarado Monumento Histórico-Artístico por el Decreto del 3 de junio de 1931.

Las murallas medievales

Las Murallas rodean toda la ciudad de Morella. Aunque de origen anterior a la Reconquista de Jaume I, la actual muralla data de los S.XIV-S.XV con la modificación del S.XVIII de su parte superior, ahora en aspilleras. Son 2 kilómetros de muralla, franqueada por 7 puertas y 10 torres algunas de las cuales ahora albergan diferentes museos.

La puerta de San Miguel, Sant Mateo, del Forcall, la puerta del Rey, por donde entrará Jaume I en Morella; la Puerta Ferrisa, escenario de la entrada del caballero Blasco de Alagón cuando tomó la ciudad a los musulmanes; o la Puerta de la Nevera, situada cerca de la nevera o pozo de nieve donde se guardaba la nieve. Son muros de entre 10 y 15 metros de altura con espesor de 2 metros. Las murallas conforman la silueta sinuosa de Morella, coronada por el Castillo.

Ayuntamiento

Construcción del siglo XIV, luce majestuoso en el centro urbano de Morella. La construcción integra espacios tan interesantes y atractivos como La Lonja, las salas góticas del Consell y de la Corte de Justicia. El Ayuntamiento morellano ha sido testigo de destacadas citas históricas, y posee el premio Europa Nostra a la recuperación arquitéctonica del patrimonio. Además, sus impresionantes salas son escenario permanente de exposiciones artísticas, actos culturales, congresos y otros eventos.

Convento de San Francisco

Este convento sigue las características distributivas de todos los monasterios franciscanos. Las tres dependencias más importantes del convento son el claustro, la iglesia y la sala capitular. El claustro, limitado a un porticado de planta baja, forma un cuadrilátero con arcadas trilobuladas en todos sus frentes. La iglesia es de una sola nave con capillas laterales. Tenía primitivamente cubierta de madera a dos aguas sostenida por arcos. El ábside es poligonal y cubierto con bóveda de crucería. La sala capitular, de forma cuadrada, conserva uno de los pocos ejemplos de pintura mural gótica del primer cuarto del siglo XV en la Comunidad Valenciana y representa la Danza de la Muerte.