Apostol

Camino de la Plata

Etapa

10

Cultura

Torremejía

Los datos más antiguos de poblamiento humano que se conocen datan del Paleolítico Inferior y consisten en cantos rodados pertenecientes a población seminómada de las terrazas del río Guadiana. Sin embargo, el poblamiento continuado y real de la zona tiene lugar en los períodos Neolítico y Calcolítico conservándose numerosos restos de poblados como el de Araya y La Palaciana.
Adquiere importancia en época romana al encontrarse en la ruta romana Vía de la Plata y por su cercanía a Mérida. A pesar de la caída del Imperio Romano, esta ruta no cae en el olvido sino que en plena Edad Media y tras la reconquista de estas tierras a los árabes, va a conocer su mejor momento al convertirse en una de las rutas jacobeas.
Sobre el origen más moderno de la villa hay una encendida controversia sobre su fundación. De los datos consultados, nos parece la opinión más acertada la de aquellos que atribuyen la paternidad de la villa al 21 Maestre de la Orden de Santiago, Don Gonzalo de Megía alrededor de 1370.
La localidad sale de la rutina histórica en el siglo XIX durante la ocupación francesa en la Guerra de la Independencia debido al expolio llevado a cabo por las tropas galas, no sólo de las viviendas sino de sus archivos municipales y de su patrimonio artístico.
De algún modo es universalmente conocido el pueblo, pues en su paisaje y sus gentes se inspiró Camilo José Cela para escribir «La familia de Pascual Duarte», una dura crónica de la España negra de la postguerra.

Mérida

La Emerita Augusta romana fue fundada en el año 25 a.C. Capital de la provincia Lusitana, su fundación era la culminación de la dominación romana de la zona y de la política de poblamientos de control de la Vía de la Plata.
En el sigo IV conoció un momento inigualable de esplendor, reflejado con precisión en las numerosas obras de carácter público y privado llevadas a cabo. La mayor parte de las manifestaciones artísticas y culturales romanas están recogidas en el Museo Nacional de Arte Romano.
Tras la caída del Imperio Romano, en el siglo V, Mérida fue ocupada por los suevos que la convirtieron en la capital de su reino. Conoce otro momento de esplendor durante el reino visigodo. En el siglo VI y por iniciativa del obispo Mausona, el cristianismo arraiga fuertemente en la zona convirtiéndose en Sede Metropolitana hasta 1190 en que ésta sea trasladada a Santiago de Compostela.
La dominación árabe por las tropas de Muza conllevará el ocaso de la ciudad. Conquistada a los musulmanes por la Orden de Santiago seguirá siendo un hito fundamental en el trazado del Camino Jacobeo en la Ruta de la Plata. La recuperación real de Mérida tendrá lugar durante el reinado de los Reyes Católicos ya que el Maestre de la Orden de Santiago D. Alfonso de Cárdenas se situará al lado de la princesa Isabel en su lucha por el trono de Castilla, frente a los partidarios de su hermanastra, la desgraciada princesa Juana, apodada la Beltraneja.
Durante los siglos XVII Y XVIII, época de Austrias y Borbones en el trono de España, se verá envuelta en continuas luchas. La invasión francesa supondrá un lamentable expolio del patrimonio histórico y artístico de Mérida. Los siglos XIX y XX han hecho de la ciudad un importante núcleo industrial y de servicios. Desde los años 80 del pasado siglo es capital autonómica.