Apostol

Camino del Cid Campeador II

Etapa

25

Cultura

Santo Domingo de Silos

Los primeros asentamientos en Silos y su comarca datan de época prehitórica. La vida monástica en la comarca y, especialmente en Silos, comenzó en la época visigoda. Se piensa que pudieran ser pequeñas comunidades independientes, aunque relacionadas entre sí.
Los datos históricos sostienen que el Monasterio de Silos tuvo su origen a comienzos del siglo VII. En estos momentos, los monjes alternaban el modelo eremítico con la vida monacal comunitaria, mediante colonias monásticas. Esta forma de vida estuvo vigente desde el siglo VII hasta finales del primer cuarto del VIII, momento de la conquista musulmana.
En el siglo X, la comunidad de monjes de Silos goza de una vida pujante y es una comunidad muy bien organizada. A fines del siglo X y la primera mitad del siglo XI, el Monasterio decaerá material y espiritualmente, a causa de las terribles razzias llevadas a cabo por Almanzor.
La llegada a Silos del Abad Santo Domingo en enero de 1041 y su mandato durante 32 años hará girar la historia del monasterio alrededor de su extraordinaria personalidad. Gracias a él y a sus sucesores, nace el gran monasterio románico
Entre los siglos XI y XV, Silos será un monasterio lleno de vida y actividad. En estos momentos es ya una comunidad influyente; un importante centro de peregrinaciones; un centro educativo con su escuela monástica; un extraordinario centro cultural, con su scriptorium, del que salieron el Beato conservado en la Biblioteca Británica de Londres; un centro artístico con su extraordinario taller de orfebrería, y un centro económico que alimenta a muchas aldeas, iglesias, granjas y pequeños monasterios.
Llegado el siglo XV, en 1512, Silos pasa a depender de la Congregación Benedictina de Valladolid, y la comunidad se normaliza desde 1512 a 1835.
En este año queda interrumpida la vida monástica en Silos. El decreto de desamortización de Mendizábal obliga a la comunidad benedictina de Silos a dispersarse. Es en este momento cuando se pierden casi todos los manuscritos de su archivo, las joyas y casi todas sus obras de arte.
Gracias a Dios, en 1880, un grupo de monjes benedictinos franceses de la Abadía de Ligugé salvó a Silos de la ruina completa al instalarse en el monasterio, que fueron reconstruyendo. Igualmente consiguieron recuperar buena parte de sus archivos. Desde entonces la Comunidad Benedictina de Silos ha sido un faro luminoso para la comarca. Silos ocupa un lugar destacado en la Orden Benedictina actual.

Retuerta

Covarrubias

Numerosas culturas paleolítica, celtibérica, romana, visigoda se han asentado en el fértil valle en el que se encuentra Covarrubias, y de todas se han encontrado vestigios. Pero el origen de esta villa es medieval. Fue fundada por el rey visigodo Chindasvinto en el siglo VII sobre los restos de un castro romano, aunque las murallas que construyó fueron destruidas hacia el año 737. En el siglo X, el primer conde independiente de Castilla, Fernán González y su hijo, el conde García Fernández, convertirán a Covarrubias en capital del primer Infantado de Castilla y cabeza de uno de los señoríos monásticos más importantes.
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