Apostol

Camino Francés

Etapa

5

Cultura

Puente La Reina/Gares

Valdizarbe es una comarca que engloba a 12 localidades, siendo Puente La Reina su cabecera y desde donde todos los caminos a Santiago se funden en uno solo.
Fundada en el siglo XII, toma su nombre del magnifico puente románico, con seis arcos de medio punto y que fue construido en el siglo XI bajo los auspicios de la Reina Munia, esposa de Sancho III de Navarra, para facilitar el paso sobre el río Arga a los numerosos peregrinos.
Esta villa realenga, tuvo un Palacio Real con suntuosos jardines donde el rey de Navarra Carlos III, el noble, pasaba en el siglo XV largas temporadas.
A la entrada de Puente La Reina se encuentra la iglesia del Crucifijo, de estilo románico tardío, fundada por los caballeros templarios, quienes instalaron a su lado un hospital de peregrinos que hoy es el albergue.
En la calle Mayor se levanta la iglesia de Santiago, cuya impresionante portada románica, con influencias moriscas, repite modelo de San Pedro de la Rúa en Estella.
Otro monumento de importancia artística es la iglesia de San Pedro, de origen medieval y reformada en el siglo XVII-XIX, que conserva en su interior una talla de la Virgen del Txori, antiguamente venerada en una hornacina del puente románico. Cuentan los lugareños que cada cierto tiempo, un txori (pajarillo en euskera) le limpiaba la cara a la Virgen con el pico y esto era motivo de ferias y festejos en el pueblo.

Mañeru

Antigua estación de los monjes Hospitalarios, aún se conservan restos de una iglesia gótica. La actual parroquia del siglo XVIII, está bajo la advocación de San Pedro Apóstol.
Fue villa de señorío realengo. En su término poseyeron heredades el monasterio de Iranzu y la Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén. Esta Orden se comprometió en 1290 a no enajenar sus campesinos si no era al rey. Poseía la iglesia parroquial y se benefició de la cesión de parte del diezmo por parte del Obispo de Pamplona en el año 1351. Mañeru se libró del señorío de esta Orden Militar en el año 1555 al pagarse 800 ducados al convento del Crucifijo de Puente la Reina.

Cirauqui

Hermosa localidad de casas blasonadas y con importantes vestigios medievales (murallas, edificios, iglesias…). Destaca en la parte más alta del pueblo la iglesia de San Román, que conserva el primitivo edificio del siglo XIII. Una magnífica portada románica poli-lobulada, hace las delicias del visitante.
La iglesia de Santa Catalina de Alejandría, es también de comienzos del siglo XIII y a la salida se puede contemplar un puente de un solo ojo de base romana, parcialmente restaurado y que da acceso a un tramo de calzada romana.
Debido a su emplazamiento Cirauqui se eligió desde épocas tempranas como lugar de asentamiento. La historia de Cirauqui va unida a la romanización, el Camino de Santiago, el condado de Lerín y las guerras carlistas. Igual que toda la comarca, se encuentra profundamente romanizado desde los primeros tiempos de nuestra era como lo demuestra el puente medieval, conocido en el pueblo como el «puente caído», el tramo de calzada conservado y los abundantes restos de cerámica encontrados en los alrededores del despoblado de Urbe.

Lorca

En este pueblo falleció el rey García Ramírez (1150) y en el límite de su termino con el valle de Villatuerta fundó un hospital en el año 1175 Gascón de Murillo.
Esta villa fue, desde el siglo XIII, sede de la encomienda de San Salvador, dependiente de Santa María de Roncesvalles. La Parroquia de estilo románico rural tardío (siglo XII), esta dedicada a San Salvador.
También posee un puente de dos arcos del siglo XII sobre el río Salado «cuidado con beber de él, ni tu ni tu caballo, pues es un río mortífero», de ese modo advierte Aymeric Picaud en su Guía Medieval, del peligro de las referidas aguas.

Villatuerta

La entrada es por un puente románico de dos ojos sobre el río Iranzu. Se sabe que desde el siglo X, hubo aquí un monasterio dependiente de Leire, la ermita de San Miguel es el único resto que nos queda de él.
El campanario de la iglesia Parroquial de la Asunción es del siglo XIII, el resto del templo es del siglo XIV.
Villatuerta es un nombre de origen romano, y proviene de vilatorta, es decir, villa torcida, tortuosa o sinuosa. Muestras de este origen romano se pueden encontrar en dos inscripciones latinas aparecidas en el campo del pueblo. Una de ellas, funeraria, contiene el siguiente texto: «Octavia Prudentis filia annorun XXX» (Octavia hija de Prudente de 30 años). La otra inscripción representa a un cazador y dos ciervos. Ambas se encuentran en el Museo de Navarra, en Pamplona, y prueban de alguna manera el origen romano de Villatuerta, situado hace unos dos mil años.

Estella/Lizarra

Estella surgió a la sombra del castillo de Lizarra, allá por el año 1090 y fueron los artesanos «francos» los que la repoblaron, gracias a Sancho Ramírez, que les concede el fuero de Jaca.
La llamada «Toledo del Norte» tuvo un importante asentamiento de Navarros, judíos y francos, siendo estos últimos los que formaron el «Burgo Franco» o de San Martín, que se situó al pie de la roca sobre la que se alza la iglesia de San Pedro, en la margen izquierda del río Ega.
Aunque pasó por profundas crisis: Persecución de los judíos y sucesivas pestes, que llegaron a diezmar la población en un 70 por ciento en el siglo XIV, experimentó un crecimiento rápido, que se debió al comercio y a su privilegiada situación en la ruta. Ya en el siglo XII surgen las iglesias de San Nicolás y del Santo Sepulcro, y más tarde la Sinagoga del barrio judío se convierte en Parroquia, bajo la advocación de Santa María Jus del Castillo. Los judíos fueron trasladados a la falda del monte y al amparo del castillo.
El peregrino entra en Estella por lo que fue el «burgo de San Miguel», que surgió en torno a la iglesia románico tardía del mismo nombre. Posteriormente las iglesias de San Pedro, la Virgen del Puy y en la plaza de los fueros la de San Juan Bautista, dan idea de la importancia que tuvo esta villa.
Todavía a este lado del río se puede apreciar el monasterio de San Benito el Real y el Convento de las Clarisas. Por el puente de la cárcel o de San Miguel, recuperado en el año 1971, se cruza al señalado «burgo franco de San Martín», en el que se alza la mencionada iglesia del Santo Sepulcro, el convento de Santo Domingo y un poco más allá de la plaza de San Martín, se halla el Palacio de los Reyes de Navarra, un claro exponente de la arquitectura civil románica en España.
Extramuros de San Martín y después de pasar la puerta de Castilla, por donde salían los peregrinos de Estella, encontramos la ermita de Rocamador, que posee una hermosa talla de Santiago peregrino del siglo XVII.