Apostol

El Camino de Levante

Etapa

12

Cultura

Las Pedroñeras

Las Pedroñeras, una villa de la Corona de Castilla con más de quinientos años de historia, tiene una riqueza medioambiental, histórica y patrimonial de un enorme valor. Tierra de paso y tierra de nadie durante mucho tiempo, Las Pedroñeras debe su nombre a su fundación sobre piedra, asentada en un montículo pedregoso que sirvió para su cimentación y donde se construyeron las primigenias casas y la riquísima Iglesia de Santa María, hoy desaparecida.
Las Pedroñeras pasó a formar parte del inmenso Marquesado de Villena, un enorme señorío que abarcaba un territorio de 25.000 kilómetros cuadrados, 150.000 vasallos y rentas estipuladas en más de 100.000 ducados. Por entonces, este pueblo era una pequeña aldea formada por unas pocas casas de adobe y unas 150 personas.
El 28 de enero de 1470 se va a producir el acontecimiento más importante de su historia. En este día, Las Pedroñeras son nombradas Villa de Realengo por orden del Capitán de la Santa Hermandad, Jorge Manrique, en pago a la colaboración valiente y decidida de los pedroñeros a favor de la causa de los Reyes Católicos en su lucha contra el tercer Marqués de Villena, Diego López Pacheco, partidario de Juana “La Beltraneja”.
La llegada en el año 1700 de una nueva dinastía al trono de España, los Borbones, trajo consigo la introducción de reformas que pronto se van a hacer visibles en Las Pedroñeras. La población creció hasta llegar en el año 1797 a los 2658 habitantes. Durante el siglo XIX se producen los primeros pasos para la modernización. Las Pedroñeras alcanza los 3.288 habitantes a finales del siglo.
El siglo XX se constituyó como el de la verdadera transformación y modernización de la localidad. La villa, que contaba a principios de la mencionada centuria con 3483 habitantes, ha pasado a tener unos 7.000 en el año 2003.

El Pedernoso

Esta villa es pueblo muy antiguo, de tal manera que no se sabe quién fuése el fundador. Está asentada en una costera no áspera hacia la parte del puniente, y el pueblo está fundado sobre mucha peña de yeso, pedernal y tierra salobre, por lo cual en tiempo de invierno es muy frixido pueblo, par ocasión del mucho yeso e salobrales que tiene, y en tiempo de verano es muy caluroso por las dichas razones.
Un primer documento del año 1275 confirma la pertenencia a esta villa de la dehesa del Campo del Aljibe. Después, Don Juan Manuel, en su libro “Sobre la caza”, habla de El Pedernoso como buen sitio para la captura de ánades, garzas y grullas que acuden a sus lagunas en tiempo de la emigración.
Corría el año de 1479 cuando Pedroñeras, Pedernoso y Las Mesas se levantaron en nombre de los Reyes Católicos para reclamar que su dependencia fuera de la Corona. El Marqués de Villena, a cuyos dominios pertenecía El Pedernoso, intentó dominar a sus pueblos levantiscos, pero los Reyes enviaron a un capitán llamado Jorge Manrique que pudo hacer cumplir la voluntad de estos pueblos y los recibió en nombre de la Corona, haciéndolos villa.
Está claro que Pedernoso es paso obligado de viajeros, que Cervantes lo conoce perfectamente y por este municipio pasan, más de una vez, el Ingenioso Hidalgo y su Escudero.

Santa María de Los Llanos

Según la tradición oral la fundación del pueblo de Sta. Mª de los Llanos data del siglo XIII, en el año 1290, cuando varios vecinos de» Puebla del Aljibe» se trasladaron al territorio llamado Los Llanos (paraje donde al parece, según la tradición apareció la Virgen y en torno al cual se asentó la población). Esta teoría se apoya en elementos de la iglesia del pueblo fechados en el siglo XIII. Santa María de los Llanos fue un territorio perteneciente a la Orden de Santiago, favorecido por la política de revitalización demográfica y socioeconómica de la Orden. La influencia santiaguista va a ser definitiva, no solo para la repoblación del lugar, sino para el inicio de un nuevo pueblo.
Cuando los árabes llegaron a este lugar debieron encontrar una aldea rústica y una posada. Todas estas construcciones rodeaban un pozo, y la existencia de agua fue determinante para el asentamiento de este grupo. Fueron estos árabes los que le dieron el nombre originario al pueblo de «Puebla» y por tener el agua cerca le añadieron «Del Aljibe», derivado de la palabra árabe «al-yibb», que quiere decir pozo.
Durante el siglo XVIII la población de Santa María de los Llanos, creció, así como su producción. Tenía por entonces dos ermitas, dos pósitos, un hospital para pobres.

Mota del Cuervo

El territorio que actualmente ocupa Mota del Cuervo estuvo habitado desde tiempos muy remotos y toman como prueba de ello los vestigios arqueológicos hallados en parajes como El Zagarrón o El Castellar. Es a partir de la Reconquista y sobre todo tras la repoblación de la zona por parte de la Orden Militar de Santiago, cuando se puede hacer un seguimiento algo más lineal de la historia de Mota del Cuervo.
Antiguamente ya se pensaba que La Mota había sido una aldea de la vecina Manjavacas, villa desde la que muchos vecinos se trasladaron debido al continuo estado de enfermedad en que vivían, hasta que quedó despoblada. Este despoblamiento ocurrió al mediar el siglo XIV, posiblemente coincidiendo con el avance de la peste negra.
En 1394 ya aparece el nombre de “La Mota” en un privilegio de confirmación de propiedad sobre ciertos montes. Y pocos años más tarde, en 1416, se le concede fuero.
Ya en el siglo XIX, y tras la reorganización provincial de Javier de Burgos en 1833, Mota del Cuervo deja de pertenecer a Toledo, para ser incluida dentro de la provincia de Cuenca.

El Toboso

Tras la conquista de Toledo en 1085, Alfonso VI expulsó a los musulmanes, aunque el territorio manchego siguió bajo el efectivo dominio musulmán hasta la victoria de la coalición de los monarcas de la Cristiandad en la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212.
Tras la victoria cristiana, el Toboso estuvo bajo el dominio de la Orden de Santiago, a cuyo Gran Maestre debió la construcción de sus fortificaciones.
El nombre del municipio aparece nombrado en documentos de 1338 y en 1353 forma parte del común de La Mancha. En 1390, Vasco Rodríguez concede a la villa un mercado franco y nombra entre sus vecinos al juez y alcaldes. En 1468, El Toboso aparece en los censos de la Orden de Santiago y en 1480 el maestre de la Orden, Alonso de Cárdenas, al confirmar sus privilegios, la concede el título de villa. El siglo XVI es la época de mayor pujanza de la villa y de mayor repoblación. El Toboso se hizo muy popular debido a la obra de Miguel de Cervantes Don Quijote de La Mancha, escrita en el siglo XVII, ya que era el lugar de residencia de Dulcinea.