Apostol

El Camino de Levante

Etapa

27

Cultura

Toro

Era la Albocela del pueblo Vacceo, como se desprende de los escritos del historiador romano Tito Livio. Situada en lo alto de un altozano, domina el puente romano sobre el río Duero. Ya antes de la dominación romana contaba con un potente recinto fortificado.
Los hechos históricos más importantes en los que interviene la ciudad tuvieron lugar en el año 1476, en el marco de las luchas dinásticas por la Corona de Castilla entre la hija del rey Enrique IV, Juana La Beltraneja, y sus partidarios, contra la hermana del monarca catellano y sus seguidores.
En el año 1505 se promulgaron «Las leyes de Toro» que constituyen el precedente directo del derecho actual. Con ellas se eliminaron varios fueros relacionados con los mayorazgos.

Villalazán

Villaralbo

La historia de Villaralbo se encuentra íntimamente unida al río Duero que siempre ha sido fuente de vida y de riqueza pero que también ha contribuido a modificar y esconder las huellas de las diferentes civilizaciones han lo han visto discurrir.
Tres son los asentamientos en torno a los que gira la historia más antigua de Villaralbo: Valcuevo, Los Castros y el yacimiento de El Alba. Aunque en todos ellos podemos encontrar restos de las diferentes civilizaciones que a lo largo de la historia han dejado su impronta por estas tierras, destaca por su importancia el yacimiento del Alba, tanto por lo que se refiere al número y tipología de los restos como por la extensión en la que éstos pueden ser encontrados.
La referencia escrita más antigua sobre Villaralbo data del año 1.116. Se trata de un Privilegio de Dª Urraca en el que hace constar la donación que ésta hizo a la Orden de San Juan.
El S. XIX comenzó con la defensa de Zamora ante las tropas napoleónicas en 1808 en la que participaron vecinos de toda la comarca. Débil y mal organizada no supuso contratiempo alguno para las tropas francesas. En 1836 Villaralbo procedió a la limpieza y profundización de sus aceñas y estuvo en proyecto su ampliación, no llevándose a cabo, principalmente, por diferencias entre los vecinos.
El siglo se cierra con una nueva referencia a Villaralbo esta vez en la Guía Sinóptico Geográfica de la Diócesis de Zamora de F. Gómez Carabias en la que de nuevo realiza una particular visión de las características de la localidad.

Zamora

El origen de Zamora (Ocellum Duri romana, Azemur o Semure musulmana), se pierde en la noche de los tiempos. Su primer asentamiento, en una posición privilegiada sobre el Duero, se ha extendido hasta completar hoy una realidad que combina monumentos únicos con modernas infraestructuras. Ninguna ciudad encierra, como Zamora, veintiún monumentos románicos de primer Orden en su entramado urbano.
Y si sólo el románico zamorano justifica una detenida visita, (Catedral, La Magdalena, San Pedro, Santiago del Burgo, San Claudio, La Horta, Santiago de los Caballeros, Santo Tomé, San Isidoro, Espíritu Santo, San Juan, etc.), sus murallas, sus museos, sus tradiciones (Semana Santa, romerías, etc.), su gastronomía y la evocación del pasado contenida en sus calles, hacen de Zamora un destino obligado.