Apostol

Ruta de la Lana I

Etapa

5

Cultura

Las Fuentes

Las pinturas rupestres encontradas en la Cueva de la Vieja en el término municipal de Alpera están declaradas Monumento Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Son un ejemplo del Arte Rupestre Levantino.</u
La conocida como la Cueva de la Vieja conserva un paño de casi diez metros, donde predominan las figuras humanas, se conservan más de 170 motivos pintados: 33 arqueros, 13 figuras humanas y 3 mujeres, además de arcos, flechas, etc.
Entre la fauna pintada cabe destacar: 15 ciervos, 10 cabras, 5 toros, 6 carnívoros y varios cuadrúpedos de especie no precisa.
También se conserva en la Cueva de la Vieja un grupo de 37 motivos abstractos, expresión creencial de los grupos productores neolíticos, que corresponden al denominado Arte Esquemático, y cuya cronología se sitúa entre 7.000 y 3.500 años antes del presente.

Alatoz

Alatoz perteneció, en el pasado, al Estado de Jorquera, dependiente del Marquesado de Villena. Los estudios históricos han determinado que la primera edificación realizada en Alatoz, se encontraba en un solar de la actual Plaza Mayor. Sus moradores serían pastores, que aprovecharon la ventaja que suponía la existencia de un manantial de agua cercano. El nombre de la población deriva del término «hato» característico del mundo pastoril.
El Escudo de Armas de la Villa es un compendio de los hechos más importantes de su historia. Las armas pertenecen a los Pacheco, por su pertenencia al Marquesado de Villena; la flor de azafrán representa la destacada fuente de riqueza de la localidad. Se trata de un escudo partido, en el cual el primer cuartel es de plata, con dos calderas danteladas de oro y gules, en dos órdenes, con tres sierpes de sinople, saliendo de cada lado del asa de cada una de las calderas. El segundo cuartel es de oro, con la flor de azafrán, en su color.

Casas del Cerro

Como todas las poblaciones cercanas perteneció al estado de Villena y padeció las vicisitudes de este peculiar señorío, que tanta importancia tuvo en la Edad Media y en la gestación de la moderna monarquía castellana.
El estado de Villena, después Marquesado, nace hacia 1282, cuando el infante don Sancho se alza contra su padre, Alfonso VIII, ayudado entre otros nobles por su tío don Manuel. Como premio por su ayuda, don Manuel recibe tierras y villas que, unidas a su señorío de Villena, van a formar el primer núcleo del estado de Manuel.
El señorío será engrandecido por su hijo, el célebre infante don Juan Manuel, que conseguirá repoblar y engrandecerlas villas y aldeas.
La riqueza de sus tierras y su estratégica situación, fronteriza con los reinos de Castilla y Aragón, acrecientan su importancia, pero son también origen de numerosas disputas que empezarán a la muerte del infante y durarán hasta el reinado de los Reyes Católicos.
El Marquesado y todas sus villas, entre ellas Alcalá será escenario durante muchos años de luchas y enfrentamientos de los nobles contra el poder real. Entre ellas hay que destacar la que enfrentó a los Infantes de Aragón con los partidarios de la monarquía castellana.
Es en este periodo cuando surge la figura de Juan Pacheco, favorito de Enrique IV, nombrado por el marqués de Villena, que domina y pacifica todo el territorio y es artífice de muchos de los castillo e iglesias que han llegado hasta hoy.

Alcalá del Júcar

Alcalá de Júcar consta documentalmente en los archivos desde el año 1552. Todo lo anterior hasta esta época son leyendas muy hermosas. De entre ellas destaca la que habla del rey musulmán Garadén, que vivía en una de las múltiples cuevas de la zona.
El poblamiento de Alcalá comienza con los almohades, que se instalaron en la cima del monte sobre el que se asienta y edificaron un castillo: Al-kala.
En el año 1211 estas tierras pertenecieron a Cuenca, al comenzar la Reconquista de la mano del monarca castellano Alfonso VIII. Esta situación cambió en 1266, fecha en la que pasaron a Jorquera tras la reorganización territorial llevada a cabo por el monarca Alfonso X el Sabio.
Obtuvo su título de Villa en 1364. Durante mucho tiempo formó parte del señorío de Villena, de gran importancia en la vida política del país. El principio del siglo XX supuso para este pueblo un momento de recesión económica, similar al padecido por el resto de Castilla-La Mancha. La década de los años 60, con el «Desarrollismo» supuso un ligero empuje para la región, que lograría su verdadero momento álgido con la llegada del turismo.