Apostol

Ruta de la Lana II

Etapa

3

Cultura

Cuenca

Se cree que fue habitada por Lobetanos y Concanos, pueblos prerromanos, que acabarían por fusionarse con los pueblos celtíberos citeriores dando lugar a un pueblo nuevo. Durante la dominación romana las tierras conquenses cayeron, igual que otras regiones, bajo el peso de las águilas romanas. Tras la caída del Imperio Romano y del reino Visigodo, la dominación musulmana hizo de Cuenca un núcleo urbano de importancia tanto política como, sobre todo, económica. A los gobernantes musulmanes se debe la construcción de una impresionante fortaleza cuya misión era controlar los accesos a la Serranía. Durante el gobierno de la dinastía Omeya, Cuenca conoció su esplendor económico basado en una importante actividad agrícola y textil que la conviertieron en uno de los puntos vitales del Califato.
El principio del fin para la Cuenca musulmana comenzó en el año 1091, fecha de la muerte del gobernador de Córdoba, Al Mamum, ya que a partir de ese momento se vería inmersa en continuas luchas con los almorávides y con los cristianos (Alfonso VI). Durante el siglo XI, Cuenca fue pasando de unas manos a otras y sufrió el asedio de los almohades.
<bEn el siglo XII, Cuenca iba a quedar definitivamente sometida al poder cristiano tras la conquista de la ciudad por el monarca castellano Alfonso VIII, en el año 1177, quien sometió a sus habitantes a un asedio de nueve meses.
La paz y la estabilidad alcanzadas tras la conquista repercutieron en su economía que experimentó un notable crecimiento del cual derivó un aumento demográfico considerable. De hecho se constituyó en ella un Concejo y una Sede Episcopal; El Concejo pasó a regirse por el Fuero de Cuenca. Considerado uno de los fueros más perfectos, redactado en latín, fue traducido al castellano para que fuera el prototipo de los fueros de Castilla, León, Aragón y Portugal. La conquista cristiana afectó de forma notoria a la distribución de la población: los musulmanes se encerraron en el barrio de Mangana, presidido por su mezquita; los judíos quedaron relegados a su aljama, la calle de Zapaterías. El resto de la ciudad quedó ocupada por los cristianos.
El final de la Edad Media (siglos XIV y XV) trajo a Cuenca numerosas contiendas entre distintas facciones nobles. A nivel urbanístico en esta época tiene lugar el nacimiento de la parte baja de la ciudad con la aparición de los barrios de San Antón y el de Tiradores.
Económicamente Cuenca se convirtió en una ciudad muy importante gracias al desarrollo de sus sectores ganadero y textil.
Este espectacular despliegue económico se hundiría en el siglo XVII a causa de la crisis de la pañería conquense. La causa: la subida del precio de la lana. La decadencia económica produjo la inevitable crisis demográfica.
El nacimiento del siglo XVIII supuso para Cuenca un momento de suerte ya que esta ciudad apoyó al futuro Felipe V durante la Guerra de Sucesión al trono español. El monarca recompensaría a la ciudad con el título de «Fidelísima y Heroica» que se unió al de » Muy Noble y Muy Leal» que ya poseía.
Finalizando el siglo XVIII, el Obispo Palafox intentó resucitar la industria lanera con la fabricación de paños y alfombras pero el monarca Carlos IV suprimió los talleres conquenses porque los consideraba competidores de la Real Fábrica de Tapices.
A lo largo de los siglos XIXy XX Cuenca tendrá que hacer frente a numerosos reveses como la atroz Guerra de la Independencia que supuso el expolio de su patrimonio artístico y su destrucción en un incendio. Por si fuera poco tuvo que verse envuelta en las Guerras Carlistas y, por supuesto, en la Guerra Civil.
El día 16 de agosto de 1982 se constituyó la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, a la que esta ciudad pertenece.
Cuenca ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.

Nohales

Su pasado ha sido poco estudiado. Tiene un escaso y pobre legado arquitectónico que está limitado a la Iglesia de reducidas dimensiones, pero con el encanto de un lugar de oración rodeado de jardines.
Llamativos son los comentarios que han pasado a lo largo del tiempo sobre su uso por instituciones religiosas como el obispado de la ciudad como lugar de recogida de los productos de las cosechas, ganado y otras viandas para nutrir de alimentos a sus miembros y también con destino a los mas necesitados.
Se liga este lugar también al noble nombre del Marquesado de Villena, datos que son muy borrosos y poco creibles.
Existió una fabrica de jabón, de cuyos restos no queda nada. El motivo es las grandes propiedades en sales del agua que fluye por el subsuelo.

Chillarón de Cuenca

Parte de su sector central constituyó durante muchos años (desde 1973 hasta el año 2007) una reserva de caza, lo que permitió que se conservara su flora y fauna. En la actualidad incluye el Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Está prevista su protección como parque natural, sobre una superficie de 89.200 Hectáreas, que comprenda dicha reserva de caza más dos grandes zonas de ampliación a Sur y a Norte. Como su nombre indica, la Serranía de Cuenca no constituye una zona de alta montaña, sino una sucesión de abruptas formas de relieve e intrincadas formaciones geológicas, que recubren espesas masas forestales de pinares. Se trata de una de las grandes serranías españolas por antonomasia. Tres ríos principales la surcan. El Cuervo y el Escabas, que fluyen a tributar al Tajo; el Júcar, que parte en busca del Mediterráneo

Arcos de La Cantera

Hacia el sur de la actual reserva se situán las preciosidades geológicas de Las Torcas, unos extraños hundimientos naturales, en medio del secreto de los pinares, y que a menudo contienen maravillosas lagunas. Existen las torcas de Palancares, las de Cañada del Hoyo, y al sur del puerto del Rocho. En la llamada Tierra muerta, una solitaria zona de sabinares en torno a la localidad de La Cierva, las extensiones de sabinas siguen siendo muy importantes. En las proximidades, el río Huécar comienza a tallar sus gargantas espectaculares. Al sur de Cuenca capital, pero vinculado a los límites de este espacio natural, el río Júcar desarrolla una zona de meandros y cortados interesantes tanto desde el punto vista paisajístico como faunístico.
Numerosas pistas forestales atraviesan los pinares de la Serranía, en general en excelente estado de conservación y aptas para cualquier tipo de vehículo.

Tondos

Desde que en 1973 fue establecida una reserva nacional de caza sobre su sector central, la población de corzos, jabalíes, muflones no ha hecho mas que crecer espectacularmente desde entonces. Además, en la serranía alberga asimismo a la cabra montés.
Abundan los buitres leonados, las rapaces; extrañas mariposas se reproducen en apartados enclaves serranos; existe la nutria. En la laguna del Tobar, o de Uña, buenas concentraciones de fochas, ánades y otras aves acuáticas. La elevada variedad de ambientes de montaña que alberga la zona favorece el desarrollo de una alta biodiversidad faunística.

Bascuñana de San Pedro

La continentalidad de su clima, así como el rango de altitudes presente en el área de estudio (generalmente por encima de los 1.000 m.), condicionan la comunidad de vertebrados presente, que carece de taxones termófilos, más propios de zonas mediterráneas templadas o áreas costeras. En su conjunto, la zona es particularmente importante para la conservación de la comunidad de aves que nidifican en escarpes, la comunidad de aves y mamíferos de pinares submediterráneos, y para la comunidad de peces y aves de ríos de montaña. Se ha reconocido también un apreciable valor de conservación para la fauna troglodita (al menos para quirópteros cavernícolas) y para algunos grupos de invertebrados como pueden ser los lepidópteros, requiriéndose de más investigación para el resto.