Apostol

Ruta de la Lana II

Etapa

3

Monumentos

Cuenca

Santuario de Ntra. Sra. de Las Angustias

Situado a las orillas del río Júcar, se encuentra emplazado sobre una impresionantes rocas que protegen a la ciudad por el lado noroeste. De la ermita del siglo XIII no quedan casi vestigios. El actual Santuario fue construido en el siglo XVIII por el arquitecto José Martín. La bellísima y doliente imagen de Ntra. Sra. se encuentra alojada en el Retablo Mayor. Las primeras noticias que constan sobre la imagen de Ntra. Sra. de las Angustias datan del siglo XIV. La orden de los Franciscanos descalzos es la encarga de la custodia y culto de esta advocación mariana. La primera talla fue obra del genial escultor andaluz Luis Salvador Carmona, pero fue quemada durante la Guerra Civil. La nueva talla se encargó al escultor José Rabasa y su solemne bendición tuvo lugar en marzo de 1944. Su fiesta se celebra el viernes de la quinta semana de Cuaresma.

Cañón del río

Es un espacio modelado por la erosión del aire y del agua que se encuentra en lo alto y que está coronado por las famosas Casas Colgadas. En su entorno la vegetación característica la forman tilos, sauces y avellanos, y la fauna está compuesta por algunas aves rapaces, como águilas y buitres.

b>Formación caliza moldeada por la erosión, con una vegetación protagonizada por los sauces, avellanos y tilos, y entre la fauna por las aves rapaces.

En lo alto de la Hoz del Huécar se encuentra la llamada Ciudad Encantada de Cuenca, son sus casas colgantes.

Casas Colgadas

Las Casas Colgadas, también conocidas como Casas Voladas, Casas del Rey y, erróneamente, Casas Colgantes, es un conjunto de edificios civiles situados en Cuenca. En el pasado era frecuente este elemento arquitectónico en el borde este de la ciudad antigua, situado frente a la hoz del río Huécar, aunque hoy sólo perduran una pequeña parte de ellas. De todas, las más conocidas son un conjunto de tres de estas estructuras con balcones de madera

No se sabe con exactitud su origen que, para unos, es musulmán, mientras que, para otros, es de origen medieval (s. XIV-XV). Pudo ser una antigua casa solariega en virtud del escudo del canónigo Gonzalo González de Cañamares encontrado en su interior.

Son el emblema universal de la ciudad. De todas las viviendas que se alineaban a lo largo de la fachada de la hoz del río Huécar, hoy sólo quedan tres. Están restauradas. Son edificios de estilo gótico popular. En su interior abunda la madera. La portada exterior es de estilo renacentista y pertenece a un antiguo palacio de Villarejo de la Peñuela. La casa de la izquierda (cocina del Mesón) se conoce como Casa de la Sirena.

El mito, la magia y la leyenda las elevó a la categoría de monumento.

Catedral

La Seo conquense fue comenzada a finales del siglo XII, pero tomó forma en el XIII; en el XIV fueron levantadas las naves que abarcan desde el crucero hasta la fachada; la girola quedó transformada en el XVI con la intención de adecuar su estructura original a las nuevas normas estilísticas. A esta misma época pertenece su primera fachada, sustituída en el siglo XVIII por una nueva, destruida a comienzos del XX. El templo tuvo cuatro torres, perdidas en la actualidad, excepto el arranque de la torre del Angel. La catedral de Cuenca es fruto de la convivencia de diferentes estilos arquitectónicos; en su origen era de estilo gótico normando, del que quedan la primitiva crucería de la bóveda y el triforio; las capillas de las naves laterales se edificaron entre los siglos XVI y XVII. Son especialmente hermosas la de los Apóstoles, la del Espíritu Santo y la de Caballeros. Si algo tiene la Catedral de Cuenca diferente a las demás catedrales de la Península es la importancia y belleza de las obras de rejería que protegen los accesos a todos estos recintos.

Dentro del apartado injustamente denominado «Artes Menores» destaca la talla de la sillería del Coro. Inigualable es el altar de la Capilla Mayor que alberga el magnífico «Transparente» de Ventura Rodríguez, quien lo diseñó en estilo Neoclásico.

Muy hermoso es el claustro, dañado a comienzos de siglo tras el derrumbamiento de la torre. La entrada se realiza a través del llamado Arco de Jamete, considerado por los historiadores del Arte como el mejor elemento arquitectónico de la catedral.

La Catedral de Cuenca posee un interesante Tesoro Catedralicio, situado en la Sacristía, con una muestra en la que sobresalen una tabla de la Virgen de la Leche, una Dolorosa de Pedro de Mena y magníficos ornamentos sagrados.

Interior de la Catedral

La catedral de Cuenca es el resultado de una compleja serie de aportaciones arquitectónicas; el origen es de estilo gótico normando, del que se conserva la primitiva crucería de la bóveda y, sobre todo, el singular triforio; la serie de capillas que cubren las naves laterales fueron edificadas entre los siglos XVI y XVII, destacando entre ellas las de los Apóstoles, la del Espíritu Santo y la de Caballeros, además de salas nobles como la Sacristía o la sala Capitular; casi todos estos recintos tienen en sus entradas espléndidas rejas que dan fe de la importancia de los talleres de la especialidad que hubo en Cuenca. La parte central del templo la ocupa el coro, magnífica talla en madera y, frente a él, la Capilla Mayor, cuyo altar neoclásico fue diseñado por Ventura Rodríguez con la técnica del Transparente, que permite ver hacia el otro lado del Arca de Plata con los restos de San Julián; el cierre de la Capilla los forman tres impresionantes rejas, sin duda de las mejores que es posible encontrar en los templos españoles.

Barrio de San Martín

Este singular rincón de la capital se caracteriza por el conjunto de viviendas populares, a lo largo de varias preciosas y tortuosas callejas, que no han perdido ni un ápice de su carácter medieval. Una de ellas conduce hasta los restos del Templo de San Martín, del que queda un ábside románico, que forma parte del cierre de una huerta

Estatua a Fray Luis de León

En la calle Trabuco hay una estatua que homenajea a Fray Luis de León. Está justo al lado del Archivo Histórico Provincial y de las ruinas del castillo y la antigua muralla.

Se trata de una escultura de bronce que representa al célebre escritor con un libro entre sus manos. Al fondo, uno de los paisajes más bonitos de la ciudad: el barrio de San Pedro.

Iglesia de Nta. Sra. de la Luz

Llamada también de San Antón, sede de la patrona de la ciudad, es un hermoso edificio, de propiedad municipal. La iglesia fue construida en el siglo XVI y terminada en el XVIII por Martín de la Aldehuela. Magnífica decoración interior, de estilo rococó. Al exterior hay dos portadas, una plateresca que corresponde al antiguo convento que existió en este lugar. El conjunto es de una gran belleza urbanística. La imagen de la patrona es una Virgen Negra, de gran tradición medieval.

Hospital de Santiago

Por una elegante escalinata se accede al que en cuanto a fundación, es la más antigua institución de Cuenca, fundada inmediatamente después de la conquista, a finales del siglo XII. El edificio actual fue construido en el siglo XVI y reformado en el XVIII. Sus portadas están fechadas en 1963 y 1720. El conjunto contiene el histórico Hospital fundado por la Orden de Santiago.

Iglesia de San Felipe

Su humilde aspecto exterior lleva a muchos visitantes a no reparar en él, lo cual es un error. La belleza de su interior merece una visita. Fue restaurado en el año 1989, 250 años después de su construcción bajo la dirección del arquitecto Martín de la Aldehuela. Es soberbia su decoración de estilo rococó.

Iglesia del Salvador

Edificio de estilo neogótico, levantado en el siglo XVIII, con sencilla portada barroca. La torre es del siglo XX. En el interior hay numerosos altares, también barrocos, que cubren la totalidad de su única nave; tambíen podemos ver en su interior algunos pasos que desfilan en la Semana Santa de Cuenca, destancando por su popularidad, el del «Jesús Nazareno» que desfila la madrugada del Viernes Santo y cuya salida y entrada de la iglesia es digna de contemplar.

Jardines y santuario al fondo

En Cuenca se combina armónicamente la piedra con mármol que son materiales nobles, y con colores que la distinguen de las demás ciudades.

Se mantienen árboles y se siembran otros, incrementando las áreas verdes de la ciudad. Las fachadas de las casas del sector también son intervenidas por los propietarios con el apoyo del Municipio.

Las jardineras sirven de protección a los peatones y la utilización de la madera crea un ambiente natural. Las lámparas utilizan diferente tipo de luz para diferenciar las calzadas de las aceras.

Bancas, barandas, basureros, señalética y fuentes de agua, destacan el valor patrimonial de la urbe, ofreciendo ambientes sobrios y elegantes, propios de la ciudad patrimonial que es Cuenca y de su gente.

Mirador en lo alto del cerro

Es el mirador por excelencia de la ciudad. En él se sitúa un monumento del Sagrado Corazón de Jesús. Se accede hasta él a través de una carretera que sale desde la Palomera.

Cuenca Moderna

Se puede ver otro tipo estilo de viviendas distinto al que podemos ver por la calle de San Pedro y se puede comprobar la verticalidad de las casas.

Según descendemos dejamos a la derecha una calle a distinto nivel, la calle Zapaterías, donde vivía el gremio de zapateros y que nos conduce a la Plaza del Carmen.

Continuando por la calle Alfonso VIII vemos que las casas no son, por lo general, como las de la calle de San Pedro, señoriales, sino más bien mansiones de corte burgués y otras más humildes.

En la calle Alfonso VIII tenemos la Casa de los Mendoza (s. XIV al XV). un poco más abajo, tenemos la Casa del Corregidor (s. XVII), llamada también Cárcel Vieja, porque en sus sótanos estuvieron las celdas de la ciudad; el Palacete de los Clemente de Aróstegui (s.XVII), notable familia de Villanueva de la Jara, con sus escudos nobiliarios, rejería y balcones en la restuarada fachada.

Podremos ver la Casa del Corregidor o también conocida como la Cárcel Vieja. Se trata de un bello palacete de planta rectangular y fábrica de sillería (s. XVII). La Casa de los Clemente de Aróstegui, bella muestra de arquitectura barroca. Casa-Palacio del siglo XVII, con escudos nobiliarios, rejería y balcones en la restuarada fachada.

Barrio del Castillo

Toda la parte antigua de Cuenca es un monumento en si misma, un laberinto casi infinito, mágico y único repleto de callejuelas, rincones románticos, miradores, rejas, escaleras, fuentes, placetuelas y muchas cuestas empinadas.

Desde la Plaza Mayor subir bordeando la hoz opuesta del Río Jucar sin olvidar bajar a el precioso Santuario de La Virgen de las Angustias, y ascendemos de nuevo entre miradores, paisaje y leyendas para regresar al punto de partida inicial en el Barrio del Castillo.

Palacio Episcopal

Edificio de grandes proporciones, levantado en el siglo XVI y modificado posteriormente. La porta principal es del siglo XVIII. Por ella se entra al Archivo Diocesano y, por una entrada lateral, al Museo Diocesano. Enfrente, en la misma plaza, hay una espléndida casa antigua, la del Abad Santiago.

Ayuntamiento y Plaza Mayor

Superficie irregular, de forma aproximadamente trapezoidal, auténtico nudo de comunicaciones entre los diversos elementos urbanísticos de la parte antigua. La cierra el Ayuntamiento, notable edificio del tiempo de Carlos III levantado sobre tres arcos de medio punto y con decoración interior deestilo rococó. En la fachada de enfrente se encuentra el convento de las Petras (Justinianas de San Lorenzo), enorme edificio a tres calles, con una preciosa iglesia del siglo XVI, reformada por Martín de la Aldehuela en el XVIII con altares diseñados por Ventura Rodriguez. Enlazando ambos edificios, Ayuntamiento y convento, la calle de Pilares, a un nivel inferior, con varios edificios de estilo popular.

Plaza de la Catedral

Es una de las más bonitas y monumentales de la ciudad, hay que recordar que junto con el resto de la ciudad antigua es Patrimonio de la Humanidad desde 1996. Se trata del centro neurálgico de la parte alta, el espacio central de la vida urbana, un lugar perfecto para hacer un descanso en tu ruta por Cuenca y tomarte un aperitivo en una de sus terrazas. Es perfecto para captar el ambiente de la ciudad y observar sus obras arquitectónicas más importantes.

En ella se encuentra el Ayuntamiento es un edificio de estilo barroco del tiempo de Carlos III con tres arcos de medio punto cuya construcción, según consta en su fachada, se remonta al año 1762; el Convento de las Petras y , por último, la Catedral de Nuestra Señora de Gracia, del siglo XII.

Convento de San Pablo

Este magnífico edificio comenzó a construirse a partir del año 1523, como convento para la Orden de Predicadores. Es soberbio el diseño que lo adapta a la estructura rocosa de la Hoz. El templo del conjunto conventual es impresionante. Fue realizado en estilo gótico final; la portada se realizó en un estilo de transición del barroco al rococó. El complejo conventual, muy deteriorado con el paso de los años, es de una gran diversidad, destacando el claustro y un par de hermosas salas. Ha sido restaurado para utilizarlo como Parador Nacional de Turismo.

Iglesia de San Pedro

Situada en la peculiar y atractiva plaza del Trabuco, tiene planta octogonal hacia el exterior, pero circular en el interior. Su origen es románico, pero ha sufrido tantos daños a lo largo de los siglos que en realidad podemos considerarla obra del XVIII, reformada por José Martín de la Aldehuela. La portada es barroca. En el interior hay una capilla con espléndido artesonado mudéjar.

Abside de la Catedral

Excepcional, única, sin antecedentes ni imitaciones en España, es la catedral de Cuenca, construida en época temprana, pues se consagró el ábside en 1208. Cuenca fue reconquistada por Alfonso VIII, casado con una princesa inglesa, Leonor Plantagenet, y es opinión de Lampérez que la reina debió de llamar a arquitectos anglonormandos para la dirección de la catedral. La iglesia de Cuenca tiene detalles que no se encuentran más que en catedrales normandas o inglesas. Es un monumento bellísimo, correspondiendo a un estilo local y peculiar, y efímero como todo lo excesivamente singularizado.

Vistas de Cuenca

Sobre la Cuenca baja, llana y moderna, se empina la Cuenca alta, el casco medieval asomado a las hoces. Arriba, la piña de casas tienen dos caras: una la forman las estrechas calles habitadas por hortelanos y artistas, religiosos y gentes sencillas; otra es paisaje, asomada al abismo, entre rocas fantasmagóricas que siempre despertaron la imaginación y la sorpresa.

De noche, Cuenca ofrece la imagen más fantástica y evocadora.

Pero también podían ser atlantes, guerreros u obispos tocados con sus mitras. Tanto la corriente del río Huécar, pequeño y hortelano, como la del Júcar, ancho y reposado, tienen sus riberas convertidas en evocadores paseos por donde la ciudad se prolonga y se une con el campo, con la sierra a la que pertenece. La subida por la calle Alfonso VIII es el preámbulo al misterio conquense. Los colores de sus fachadas distraen al viajero que no sospecha que la calle divisoria entre dos abismos tiene casas convertidas en rascacielos y techos que son sótanos al mismo tiempo. Incluso la Plaza Mayor es irregular y contradictoria. La catedral, ni preside ni cierra ninguna perspectiva. Es, como la ciudad, compleja y todavía inacabada.

Calle de San Pedro

Calle señorial por excelencia, fue el eje principal de la antigua ciudad. En ella se daban cita las casonas nobiliarias, cuya entrada era un enorme portalón de madera claveteada; aún conservan las portadas timbradas con escudos, balcones de grandes proporciones y ventanas enrejadas Cuenta esta calle, además, con interesantes iglesias y conventos.

Arco de Bezudo

Era parte de la fortaleza del Castillo. Hoy es testigo de aquellos momentos históricos, junto a parte de un torreón y algunos lienzos de la muralla, que disponía de seis puertas y tres portillos.

La Cuidad contaba con un recinto amurallado que desde el castillo hacia abajo seguía los límites de los bordes de las hoces hasta la puerta que forma la unión de los ríos Júcar y Huécar, coincidiendo actualmente con el casco histórico. Todavía son visibles algunos restos de muralla de la población y entre las nueve puertas que tenía el recinto podemos citar junto al castillo la Puerta de Bezudo, en la parte más alta de la ciudad a la que se llegaba desde el exterior a través de un puente sobre el foso. Transformada esta puerta posteriormente, tiene hoy arco de medio punto junto a un retranqueo de la muralla, sobre la que se diseñaron tres escudos renacentistas.

Castillo

En la actualidad es prácticamente nulo lo que se conserva de la muralla árabe y casi nada de la imponente fortaleza cristiana,cuya última época constructiva corresponde al reinado de Felipe II. Quedan en pie algunos fragmentos de la muralla, dos cubos y el arco de la puerta de entrada (Arco de Bezudo).

Casa de las Rejas y Posada de San Julián

Construida en el s. XVI, lo más relevante son las bellas rejerías que cubren sus ventanas, además de los blasones nobiliarios, uno de ellos en esquina.

Aunque con nombres diferentes, en realidad, constituyen un solo edificio. Sus dos alturas muestran los extraordinarios trabajos de los maestros rejeros conquenses. Las fachadas utilizan como ornamento los motivos heráldicos. El interior conserva elementos arquitectónicos muy valiosos.

El Almudi

El Almudí es una importante obra de arquitectura civil levantada en el siglo XVI como almacén del pósito real y que más tarde sirvió como conservatorio, gimnasio y museo.

Reformado en el siglo XVIII, se trata de un magnífico edificio de planta rectangular, realizado en sillería y mampostería, de dos alturas, que conserva su portada original del siglo XVI, de corte clásico, así como la rejería, escudos y motivos ornamentales en estilo rococó, con restos de policromía.

Es utilizado por diversos servicios del Ayuntamiento y en un lateral se encuentra una sala de exposiciones.

Nohales

Iglesia Parroquial

Chillarón de Cuenca

Ayuntamiento

Fuente

Iglesia Parroquial Cristo de la Luz

Se trata de un templo con espadaña en línea con la fachada principal y con portada de arco de medio punto con imposta. Posee dovelas y esquinas de sillería.

El interior está formado por una sola nave con ábside de casquete, bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones que se apoyan en pilares. También destacan los paramentos de los muros están ocupados con hornacinas.

Arcos de La Cantera

Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol

La iglesia Parroquial de estilo renacentista de la que destaca un pórtico apilastrado en el interior un magnifico retablo barroco.

Tondos

Iglesia Parroquial

Es un templo de buena factura, que indica un mejor nivel económico y demográfico de este lugar en otros tiempos. Sus muros están trabajados en sillería y presenta un ábside de tres lados. En una de estos muros aparece representada La Virgen con el Niño, en un relieve pétreo.

El portal de acceso es de Estilo Reyes Católicos. En su interior conserva un buen retablo del siglo XVI y una pila bautismal.

Bascuñana de San Pedro

Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol

Esta iglesia, de 1624 aunque recién restaurada, está puesta bajo la advocación del apóstol San Pedro. Tiene un precioso altar churrigueresco y conserva varios retablos, de estilo barroco, de buena factura. procedentes de una Iglesia anterior.