Apostol

Ruta del Ebro

Etapa

9

Cultura

Fuentes de Ebro

La villa de Fuentes de Ebro se encuentra ubicada sobre un pequeño montículo en la margen derecha del Ebro, coronado por la iglesia de San Miguel. Sus calles tienen un trazado ligeramente radioconcéntrico.
En Fuentes hubo un asentamiento romano, llamado “yacimiento de la corona”. En el año 1319 el monarca Jaime II confirmó a la localidad su privilegio de aguas. Su iglesia parroquial, del siglo XVI, es de estilo gótico y está dedicada a San Miguel; consta de tres naves y una torre de ladrillo de planta cuadrada.

Burgo de Ebro, El

Burgo, significa pequeño núcleo de población y durante mucho tiempo fue pueblo de Zaragoza. No obstante, la historia de este lugar se remonta a la época íbero-romana, como así lo acredita el yacimiento de “La Cabañeta”. También en Burgo de Ebro se sitúa el asentamiento rural más antiguo de la región, posiblemente el primero.
Su antiguo casco urbano es un fiel testimonio de la época musulmana y su iglesia parroquial, hoy desaparecida, estaba dedicada a San Pedro Apóstol y era de estilo tardomudéjar del s. XVI.

Cartuja Baja, La

La fundación de la Cartuja de la Inmaculada Concepción, la más joven de las cartujas españolas, se debe a don Alonso de Funes y Villalpando, Regidor del Hospital de San Felipe y Santiago y Diputado del Reino, quien en su testamento manifestó su voluntad de fundar un monasterio cartujano en tierras aragonesas
Fue, sin embargo, su mujer, doña Jerónima Zaporta, quien, tras la muerte de su esposo, se convirtió en la verdadera impulsora de la nueva fundación.
El lugar que se escogió para su asentamiento fue un terreno próximo a la villa de Alcañiz conocido popularmente como la Torre de los Martucos, sin embargo, la presencia de tropas francesas en la guerra Secesión Catalana, obligó a los cartujos a abandonar el lugar, trasladándose en 1643 cerca de Zaragoza, que sería su definitivo emplazamiento (actual barrio de la Cartuja Baja).
La vida de la cartuja de la Inmaculada Concepción fue tranquila y próspera. Durante los siglos XVII y XVIII, los monjes vivieron su vocación sin percances y comenzaron la construcción de su nuevo monasterio, cuyo claustro sería el más amplio de toda España.
El siglo XIX fue pésimo para la Orden, primero con la Guerra de la Independencia y después con la Desamortización del Trieno Liberal (1820-23), que llevó a los monjes a abandonar su monasterio.
Tras la Desamortización de Mendizábal, fue adquirido por varios propietarios que arrendaron tierras y dependencias a colonos agrícolas que ocuparon las dependencias de los monjes. De ese primer núcleo de habitación surgió el actual barrio de la Cartuja Baja, en el cual aún se conservan algunas dependencias del antiguo monasterio (portería, hospedería, iglesia, torre y sacristía, exterior del refectorio, partes de algunas celdas, parte de los lienzos del patio del claustro, parte de la tapia que rodea el recinto con sus torreones semicirculares, etc.), así como el trazado general de la cartuja, cuyas galerías y pasillos coinciden con las actuales calles.

Zaragoza

Zaragoza, que pertenece al grupo de ciudades más antiguas de España, se sitúa en la confluencia de los ríos Ebro, Huerva y Gallego.
El poblado íbero de Salduie fue, probablemente, la primera colonia que se estableció en este lugar, pero fueron las legiones romanas del emperador Augusto las que posteriormente ocuparon el territorio, siendo este mismo emperador quien, más tarde, elevaría el asentamiento militar a rango de ciudad, dándole su propio nombre (Cesaraugusta).
El célebre obispo San Braulio, fiel defensor de la fe cristiana, fue uno de sus grandes impulsores, durante la época visigótica, pero también durante la dominación árabe y especialmente al constituirse los reinos de Taifas, el lugar, al que denominaron Sarakosta, se distinguió por su prosperidad.
En el año 1118 el Rey Alfonso I “el batallador” expulsó a los árabes de la ciudad para convertirla en la capital del reino cristiano de Aragón, que a la sazón y en su máximo esplendor, comprendía los territorios de Cataluña, Valencia, las Islas Baleares, Sicilia y Nápoles.
El mayor exponente monumental es la Basílica del Pilar, que debe su nombre a la columna donde se posó la Virgen en su visita al Apóstol Santiago. Es un impresionante templo de los siglos XVII y XVIII, construido sobre una anterior iglesia románica, de la que se conserva un tímpano y el altar mayor de estilo gótico. En su interior se pueden contemplar magníficos frescos de Goya, Bernardo Montañes, Stolz, entre otros, y destacan las capillas dedicadas a la Virgen sobre el Santo Pilar y al Apóstol Santiago.
En fin, Zaragoza, ciudad monumental donde las haya, es un lugar, donde el peregrino debe tomarse un respiro y disfrutar de todo, pero especialmente de la extraordinaria hospitalidad de sus gentes.