Apostol

Vía Augusta

Etapa

5

Cultura

Las Cabezas

En época púnico-turdetana se la conoce con el nombre de Cvnbaria, topónimo que aparece acuñado en las monedas que emite esta ciudad entre los siglos II y I a. de C. El general cartaginés Aníbal ordenó construir numerosas torres que se mantuvieron durante toda la colonización romana (Turris Hannibalis), siendo heredadas por los árabes, que cambian su nombre por el de Atalayas de Montúfar. El actual responde a su situación orográfica sobre una serie de pequeños cerros o “cabezos” conquistados por la Orden Militar de San Juan de Jerusalén.
Es famosa sobre todo porque aquí proclamó el entonces Teniente Coronel Rafael del Riego la “Constitución de 1812” el día 1 de enero de 1820, contra la política absolutista de Fernando VII, dando lugar al primer período de monarquía constitucional de la historia de España, el llamado Trienio Liberal (1820-1823).
La localidad sigue conservando en buena medida la morfología almendrada que ha tenido históricamente, con largas manzanas orientadas aproximadamente de norte a sur.
Monumentos importantes: Iglesia de San Juan Bautista, Ermita de San Roque y Capilla de Jesús Cautivo. Destaca también su importante Complejo Endorreico.
Foto: Las Cabezas de San Juan, Plaza de la Constitución

Utrera

Dentro del término municipal de Utrera se han encontrado numerosos restos arqueológicos: ídolos, hachas, puntas de flecha, cerámicas, así como diversos utensilios de piedra que reflejan la presencia del hombre desde tiempos prehistóricos. Es destacable el hallazgo de monumentos funerarios de la cultura megalítica, que tuvo lugar entre el Neolítico y el Eneolítico, extendiéndose hasta la Edad del Bronce —circa 2500 a. C.— y la Edad del Hierro —circa 800 a. C.—.
Hay vestigios de un intenso comercio en la zona durante el período prerromano. Los hallazgos más significativos son de origen fenicio, tartésico y turdetano.
De época romana son los primeros datos escritos sobre la existencia de poblaciones importantes en la zona. Estrabón, en el libro III de su Geografía, relata: “La poblaron soldados del César que fueron eméritos y veteranos”.
Su intensa romanización queda confirmada por los diversos monumentos y asentamientos, necrópolis y demás vestigios que dicha cultura dejó en su término municipal.
Por el “Puente de La Alcantarilla”, de época romana, transcurría la “Vía Augusta” camino de Hispalis. En su término hay abundantes asentamientos de dicha cultura. Asimismo, en Torres Alocaz (perteneciente a su municipio), se ha querido localizar la mansio romana Ugia, que formaba parte del trazado de la citada vía de comunicación.
Se han encontrado restos de sepulturas visigóticas de la época paleocristiana, como demuestran las lápidas y terracotas, los anagramas de Cristo presentes en los enterramientos, así como los símbolos del Antiguo Testamento y las leyendas alusivas a la escatología cristiana.
No existen muchos datos en torno a la Utrera islámica, pero la vaga presencia de la población en los libros de repartimiento de Sevilla denota que no existió una presencia árabe importante. Hay que señalar que los restos arqueológicos indican que existía una mezquita en el lugar donde actualmente se levanta la Iglesia de Santa María de la Mesa.
Los primeros datos de Utrera con rigor histórico se encuentran a partir de la Reconquista cristiana. En 1253, Alfonso X lleva a cabo el repartimiento de las tierras conquistadas en la provincia de Sevilla. A lo largo de los siglos XIII, XIV y XV, la ciudad toma un papel destacado como punto militar estratégico en la defensa de la frontera entre el territorio musulmán y el cristiano.
La población de Utrera tiene su origen en las repoblaciones que se llevaron a cabo durante el siglo XIII, cuando se asentó en la zona una importante colonia musulmana y judía. Tras la conquista de las tierras por Fernando III, a muchas de las familias musulmanas de la zona se les permitió permanecer como mudéjares y continuaron habitando el lugar, dedicándose fundamentalmente a la agricultura y a otros oficios manuales. Se tienen noticias de la existencia de asentamientos de gitanos en la localidad desde el siglo XV. Este grupo ha permanecido desde entonces y en la actualidad la comunidad gitana de Utrera constituye un colectivo plenamente integrado en la sociedad utrerana.
El reinado de Felipe II marcó el punto álgido de la bonanza económica de la localidad. En 1570, Utrera era la primera población del reino de Sevilla después de la capital.
En 1649, la peste bubónica afectó con virulencia a la población de la ciudad. Esta epidemia y los problemas generalizados derivados de la política de los Austrias menores marcaron el fin del auge económico vivido por Utrera durante el siglo anterior.
A lo largo del reinado de Carlos III, entre 1759 y 1788, se puso un especial interés en la repoblación de la comarca y se llevaron a cabo importantes trabajos para mejorar las infraestructuras del pueblo.
Durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas ocuparon Utrera. Este hecho causó gran perjuicio tanto a la población como a su arquitectura, dejando a la villa en una difícil situación. Obtuvo la consideración de ciudad en 1877, durante el reinado de Alfonso XII.
Históricamente, la localidad de Utrera ha tenido un papel importante como nudo de comunicaciones. Esto se debe a que, además de estar bien comunicada por carretera, era el enlace ferroviario entre las ciudades de Sevilla, Cádiz y Málaga. Gracias a esto, la ciudad mantuvo un importante número de empleos fijos en el sector ferroviario. Tras la remodelación del trazado viario, este enlace ha sido trasladado a la cercana ciudad de Dos Hermanas.
En cuanto a la agricultura, es el olivar su mayor riqueza, teniendo una variedad de mesa llamada «gordal», de gran fama, y que se recolecta manualmente en otoño. El término municipal de Utrera abarca unas 67.687 hectáreas, de las cuales 8.465 eran de regadío según los datos del año 2007, número que anualmente sigue creciendo. Además, mantiene su producción tradicional de olivar, girasol, cereal, legumbre, tubérculo, hortaliza, cítrico, algodón y remolacha.
Personajes utreranos importantes son: Rodrigo Caro, poeta, historiador, arqueólogo y abogado utrerano, coetáneo del Siglo de Oro; los dramaturgos hermanos Álvarez Quintero; El Abate Marchena, ilustrado afrancesado; los cantaores Fernanda y Bernarda de Utrera, entre otros.

Inscripción romana AVGVSTVS PONTEM en el Puente de Las Alcantarillas