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Los dos albergues municipales de Pamplona rozan ya el lleno

30 abril 2020 / noticiasdenavarra.com

Los albergues municipales de Pamplona están estos días prácticamente al completo, acondicionados para atender, también, las necesidades derivadas de la crisis sanitaria.

Ya desde el pasado 24 de marzo el albergue municipal Jesús y María de la calle Compañía que acoge habitualmente a turistas y peregrinos que realizan el Camino de Santiago reconvirtió sus funciones al abrigo de la normativa foral para acoger, temporalmente, a personas sin hogar y ayudar así a combatir la expansión del COVID-19.

Cuenta actualmente con 34 personas, todas ellas transeúntes que debido a la crisis sanitaria no pueden permanecer en las calles. Aunque la cifra oscila casi a diario, lo cierto es que este recurso asistencial está prácticamente completo desde su apertura, tal y como avanzan desde el Consistorio.

El albergue, con 40 plazas, se habilitó para reforzar las instalaciones para transeúntes de Trinitarios, que había completado ya sus 40 plazas cuando se decretó el Estado de Alarma y las instrucciones de confinamiento y aislamiento social. «Antes de que se decretara el Estado de Alarma y viendo la situación en otras comunidades contactamos con otros albergues para buscar soluciones y, de forma coordinada, decidimos que las personas itinerantes a las que les tocaba irse tuvieran la oportunidad de quedarse. La demanda se ha incrementado», señalaba ayer Rubén Unanua desde la Fundación Xilema, entidad sin ánimo de lucro que gestiona estos espacios, dada su trayectoria en la atención y acompañamiento de personas en situación de máxima vulnerabilidad y, entre ellas, las personas sin hogar.

La alcaldesa en funciones de Pamplona, Ana Elizalde, visitó ayer las instalaciones acompañada por María Caballero, concejala delegada de Servicios Sociales, Acción Comunitaria y Deporte, Olivia Elizari, directora de Servicios Sociales y Txus Labarga, responsable de Acogida del Ayuntamiento de Pamplona. Se trata de un recurso para personas de alta exclusión, la mayoría hombres que viven en las calles y pernoctan en espacios públicos como cajeros, puentes o edificios abandonados.

Entre ambos recursos el Ayuntamiento dispone de 80 plazas para personas de alta exclusión, que pueden ampliarse si fuera necesario. En conjunto, 20 profesionales trabajan día a día con estos usuarios, que cuentan con acompañamiento socioeducativo. Tal y como explica Unanua, en las instalaciones «se han habilitado recursos y medidas para garantizar la seguridad y la higiene de todos los usuarios. Se han realizado pruebas y todas han salido negativas», avanza.

30% MÁS DE COMIDAS El servicio de alojamiento que brinda el albergue Jesús y María se completa con el acceso de sus usuarios al comedor social municipal, que a raíz de la crisis sanitaria ha visto incrementado el número de comidas entregadas en un 30%. Se van a instalar, además, tres jaulas para perros realizadas por la Escuela Taller de Soldadura, que se colocarán en el patio del inmueble para que los usuarios puedan mantener cerca a sus mascotas durante su estancia, un medio para poder a coger a personas en exclusión acompañadas por animales con el que ya contaba el albergue de Trinitarios.

Además de los dos albergues para personas sin hogar, se ha habilitado la residencia del antiguo convento María Auxiliadora de la Txantrea para unidades familiares monoparentales. En estos momentos, alberga a cinco familias, en total quince personas.