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Los «perregrinos» llegan a Pontevedra

07 octubre 2019 / farodevigo.es

Los 30 canes que hacen el Camino de Santiago fueron recibidos en A Peregrina

Siete perros que están siendo acogidos en la protectora de Os Palleiros de Pontevedra están embarcados en la realización del Camino de Santiago acompañados de voluntarios. Completan su peregrinación junto a otros 21 «perregrinos» que realizan la ruta jacobea acompañados de sus respectivos humanos, socios del colectivo Pontepatas.

Regalos y unos diplomas acreditativos esperaban ayer a las puertas de la basílica de A Peregrina a los 30 «perregrinos» que están haciendo el Camino Portugués a Santiago en una iniciativa del colectivo Pontepatas y Os Palleiros. De estos 30 canes, siete son perros bajo la custodia de la protectora Os Palleiros de Pontevedra, para quienes se busca un hogar.

Fue la concejala de Benesar Animal de Pontevedra, la socialista Paloma Castro, la que hizo de anfitriona en el acto de recepción a estos singulares peregrinos. Junto a los 21 perros de los socios de Pontepatas viajan hacia Santiago Triana, Sau, Jota, Pere, Yuca, Tandy y Mara, los siete canes que esperan un dueño mientras son atendidos en el refugio de Campañó. Se pretende hacer el camino en siete etapas, cada domingo una, y en esta ocasión tocó la que finaliza en Pontevedra. Está previsto que el próximo 10 de noviembre realicen la última y lleguen al Obradoiro.

Castro ensalzó la iniciativa de Pontepatas y Os Palleiros y resaltó que «cada uno de esos siete perros va a ser protagonista en las distintas etapas que el grupo pretende realizar». En esta ocasión le tocó el turno a Mara. El objetivo es «darles visibilidad para conseguirles familias de adopción» que les den el cariño que se merecen.

Un pañuelo azul distingue a los «perregrinos» de Os Palleiros, frente al verde que portan los canes de los socios de Pontepatas.

El año pasado, dos perros de Os Palleiros ya realizaron el Camino Portugués a Santiago con otros voluntarios de la protectora y ambos fueron finalmente adoptados, uno en Pontevedra y otro en Madrid, por lo que esperan que finalmente estos siete puedan correr la misma suerte. Entre ellos hay dos de razas potencialmente peligrosas, que habitualmente tienen más difícil su adopción, para darles también visibilidad.