Sobre la importancia de los albergues en la experiencia del Camino de Santiago, la Federación reconoce que puede ser precisa una reactivación económica y social con cierta urgencia y que el verano es un momento clave para el turismo; pero el Camino de Santiago, las Rutas Jacobeas, no son un paquete turístico.
Son rutas de peregrinación, de vivencia, de experiencias propias y compartidas donde lo que debe prevalecer es la propia esencia del Camino. En este sentido, la Federación recuerda que «sin los albergues de acogida el Camino no sería lo mismo, su objetivo es la hospitalidad, la hermandad y la solidaridad.
Por ello es justo y necesario que esta acogida vuelva a poder ser ofrecida con plenas garantías de seguridad y confianza».
Hospitaleros
Preocupa igualmente la seguridad de los hospitaleros voluntarios, peregrinos que desempeñan un papel fundamental en la conservación y transmisión de los valores jacobeos, compartiendo conocimiento y experiencias.
Muchos de los cuales se encuentran en franja de riesgo debido a su edad. También es vital garantizar la seguridad de los habitantes de los pequeños pueblos por los que discurren las Rutas Jacobeas.