Navegantes franceses y españoles se embarcan en un viaje de veintitrés días por mar a Santiago parando en País Vasco, Cantabria y Asturias. El periplo termina con una peregrinación a pie desde Padrón
Cada vez es más frecuente ver peregrinos del mar que llegan a Santiago. Combinando ruta a pie y embarcaciones, los viajeros dan visibilidad a la costa Norte y al turismo naval. En esta ocasión, se trata de un grupo de navegantes formado por la asociación de puertos deportivos North Marinas, que se ha animado a hacer el Camino en barco desde el litoral atlántico francés a través de la experiencia Navega el Camino.
Sus barcos surcaron las aguas del norte español haciendo paradas en los puertos de País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Su objetivo es Santiago y el reconocimiento de la Compostela, tras haber conocido a fondo la cultura de las tierras en las que echan el ancla durante los veintitrés días de intensa navegación.
Los peregrinos del mar dejaron el Puerto de la Rochelle el día 5 de julio, y en la mañana del 25 salieron de Vilanova de Arousa para realizar la Traslatio por el río Ulla en catamarán, haciendo referencia al traslado del cuerpo del Apóstol Santiago del mismo modo. Hoy reanudarán su marcha a pie desde Padrón, teniendo prevista su llegada a la ciudad de Compostela a las 17 horas.
El equipo North Marinas lleva organizando rutas desde hace varios años, siendo esta su cuarta edición. Su proyecto trata de promocionar el turismo náutico nacional y sumarle la experiencia cultural del viaje con la visita de la costa Norte y de Galicia en particular. Cada año la organización amplía sus puertos base desde los que los peregrinos salen y aumentan su flota. Actualmente disponen de medio centenar de barcos participantes.
En este caso, el organizador de la etapa es Federico Fernández-Trapa, que dirige 27 barcos con 150 navegantes de Francia y de toda España. Según el marino, » no hace falta experiencia navegando para embarcarse en una aventura así, este año hay 6 empresas náuticas con gente que nunca lo había probado. Hay incluso familias que se animan a llevar a sus hijos y no tienen ningún problema para seguir el ritmo establecido». Sin embargo, para el personal que lleva las embarcaciones es muy importante organizar el viaje hasta un año antes, ya que «es una tarea muy laboriosa», como explica Federico.
El organizador, asegura que, sobre el resto de las cosas, lo mejor de la experiencia de navegar con gente de diferentes lugares y culturas es «la integración entre franceses y españoles y los vínculos que se crean después de tantos días de travesía compartidos».
