Apostol

Camino de Invierno

Etapa

4

Monumentos

Quiroga

Espandariz

Nocedo

Carballo de Lor

El puente sobre el río Lor.

Si bien, el actual puente data de los siglos XIV o XV, construido con “cachotes” y reformado en el siglo XVIII, su origen es romano, como las minas auríferas de A Lama, próximas al mismo.

Consta con tres arcos de diferentes formas y materiales: ojival y de medio punto. Se eleva en su parte central, de modo que durante el primer tramo, hay que hacer un pequeño ascenso y en el segundo, más largo, se desciende, por un piso cubierto de “cantos rodados. Adosado al mismo se levanta una casa que antiguamente hacía las funciones de posada, y muy posiblemente era el lugar donde se cobraba el portazgo.

El puente formaba parte de una vía romana secundaria, que “viene desde Belesar, en Chantada, por Castillón y Barxa de Lor, conduce por la orilla derecha del Sil, pasando por Pedrerías, Albaredos y convertida en Camino Real a San Miguel de Montefurado.

Barxa de Lor

Castroncelos

Iglesia Parroquial de Castroncelos

A Pobra do Brollón

Cereixa

Reigada

Monforte de Lemos

Hospital de San Lázaro.

Situado en el barrio de San Lázaro, actualmente sólo se conserva la capilla, de planta rectangular con puerta de arco redondo e inscripción en el dovelaje que reza: ESTA ES YGLESIA DE REFUGIO. (Es la única capilla de refugio que existe en la diócesis lucense). Con muros de mampostería, campanil de un solo vano y techumbre de madera a dos vertientes. El edificio, aunque se desconoce la fecha exacta del levantamiento del hospital, a pesar de las reformas, acusa traza medieval.

Claustro del Hospital Sancti-Spiritus.

El Centro de interpretación de la Ribeira Sacra, antiguo hospital del Sancti- Spiritus. Situado en la calle del Comercio, (anteriormente llamada el Arrabal), su origen fue un hospital, llamado del Sancti Spiritus. La primera referencia documental que se conoce, data de 17 de diciembre de 1497

Puente Medieval.

El puente medieval sobre el río Cabe, en Monforte. Consta de 6 arcos semicirculares, fuertemente adovelados, si bien dos de ellos, en la parte izquierda, están tapados. Como los centrales son bastante desarrollados, la estructura presenta un aspecto “alomado”. Aunque su reconstrucción se originó en el último tercio del siglo XVI, para muchos es probable su origen romano. Además, debemos tener en cuenta que Monforte fue un importante nudo de vías romanas.

Museo del Ferrocarril.

Alberga diversas máquinas en su interior, desde la de vapor a la eléctrica, pasando por la de diésel, así como unas rehabilitadas instalaciones exteriores, donde se puede ver el funcionamiento de una rotonda que se usaba para situar las máquinas bajo el hangar. El trazado de la vía férrea diseñada para entrar en Galicia, se hizo, prácticamente, paralelo a la ruta terrestre, existente desde la época romana y posteriormente utilizada como camino real entre los Reinos de Galicia y Castilla-León; el mismo trazado que sigue el Camino de Invierno, descrito hasta aquí. Es la línea Palencia –A Coruña, que fue inaugurada en 1883, por el Rey Alfonso XII, celebrándose el acto con gran solemnidad y con un gran banquete en la recién creada estación monfortina.

Monasterio de S. Vicente del Pino

El monasterio, construido con piedra sillar, se realizó conforme a los cánones clasicistas propios de la arquitectura gallega del siglo XVII. La fachada es neoclásica, con cuerpos de tres plantas, como el claustro, con un templete que alberga el aljibe, para recoger las aguas de la lluvia, proporcionando agua a los monjes.

La iglesia está adosada a la izquierda del monasterio, conformando ambos una monumental fachada. La construcción se inició en 1539, después de ser anexionado a la Congregación de Valladolid, y finalizó en 1600, si bien algunos apuntan a un origen románico e incluso anterior. La fachada es renacentista, mientras el interior es de traza gótica de transición, cubierta por complejas bóvedas de crucería. Sobresale el recargado retablo mayor, barroco, del siglo XVIII. Destaca el retablo lateral de Nuestra Señora de Monserrat, del siglo XVIII, que sirve de trono a la escultura de la Virgen de Nuestra Señora de Monserrat, patrona de Monforte y su valle, del siglo XIV o anterior. También destacar el descubrimiento de los ropajes de la Virgen, siglo XVII, con los que se la vestía, de Virgen Peregrina, aparecidos recientemente.

La torre de homenaje ubicada en el monte de San Vicente y a un lado del monasterio es un torreón medieval del antiguo castillo, un auténtico vigía del valle. Restaurada hace pocos años, es una impresionante atalaya, cuadrada, de 30 metros de altura, por trece con treinta, de cada lado. Está realizada con piedras sillares. Sobre la puerta de entrada, el escudo de armas de los Lemos-Osorio. Se supone que fue construida en el siglo XIV.

Palacio Condal

El palacio condal. Situado frente a la iglesia de San Vicente, más que palacio, es una casona de los señores de Lemos que sustituyó al antiguo palacio. Inició su construcción en 1539 y en 1672 fue arrasado por un incendio perdiéndose un importante legado de los condes: desde obras pictóricas, (del Greco, Tiziano, Rafael…) a tapices y documentos. Sobre la puerta de acceso, labrados en las dos dovelas de un arco escarzano, se ven los escudos de los Lemos-Enríquez, sostenidos por ángeles.

Desde el año 2000, forma parte, junto con el monasterio benedictino, de las instalaciones de un Parador Nacional de Turismo.

Puerta Nueva

La muralla y sus puertas. Durante la Edad Media, en torno al castillo y monasterio se desarrolla una típica ciudad-fortaleza protegida por una muralla, de sillares graníticos, cantos y lajas pizarrosas, de la que actualmente se conservan amplios tramos (algunos reedificados en el siglo XVI), y algunas de sus puertas: la de la Alcazaba, de Judería o del Cárcel Viejo, y la Nueva, de arco redondo, con los escudos de los Condes. El nombre de la judería hace una clara alusión a la importante comunidad judía que se asentó en la villa monfortina.

Cristo Yacente

La importancia del monasterio radica en las extraordinarias colecciones artístico- religiosas, legadas por sus fundadores y que se albergan en el museo: relicarios de oro y plata (traídos desde Nápoles, donde era Virrey el VII Conde de Lemos), numerosas y valiosas piezas de orfebrería, vestiduras religiosas, joyas sacras, esculturas, pinturas, retablos, etc. Algunas tallas son de la escuela castellana del siglo XVII, como el Cristo yacente, de tamaño natural y acentuado realismo, sobre una urna, de Gregorio Fernández y una Inmaculada de alabastro, del mismo autor.

Colegio de Nuestra Señora de la Antigua y Pinacoteca.

Más conocido por Colegio del Cardenal, ya que fue fundado por el Cardenal de Sevilla, don Rodrigo de Castro, hijo de la tercera condesa de Lemos (doña Beatriz y don Álvaro Osorio). También llamado Colegio de la Compañía, por ser la Compañía de Jesús los primeros frailes que ocuparon el edificio, para dedicarse a la enseñanza. Y, también denominado el “Escorial gallego”, por la semejanza de la estructura que guarda con éste, representando uno de los más impresionantes edificios de la época, en Galicia.

La construcción se iniciaba en 1593 y la consagración de la iglesia en 1619; pero, las obras durarían hasta los primeros años del siglo XX.

El edificio renacentista, del maestro Herrera, presenta una impresionante fachada (110 metros de larga) y simétrica, en torno al templo, flanqueado, en su interior, por dos claustros. En el claustro mayor, denominado de los escudos, de estilo dórico romano, se ven los escudos del Cardenal, de los Enríquez, de la casa de Alba y de los Escolapios.

La iglesia es de grandes proporciones, de estilo renacentista. Destaca una gran cúpula con linterna que cubre el crucero y el retablo mayor, de tres cuerpos superpuestos de bajorrelieves, tallado en madera de nogal sin policromar, de Francisco Moure, de 1625.

Entre el gran legado que el Cardenal donó a la fundación de este edifico, sobresale una colección de obras de arte, como un Cristo crucificado, en mármol, de Valerio Cioli (1595), las numerosas reliquias que se guardan en el retablo de las Reliquias, dentro de una pequeña capilla cerrada con verja, sobresaliendo el “Lignum Crucis” y la “Espina”, del Salvador, que fueron muy veneradas a lo largo de los tiempos Pero, sin duda, las obras excepcionales del legado del Cardenal, además del propio edificio, se encuentran en la sacristía, convertida en Pinacoteca: dos cuadros del Greco que representan a San Lorenzo y a San Francisco (de 1576 y 1595) y cinco cuadros de Andrea del Sarto que representan a San Juan Bautista, Santa Catalina, Santa Inés, Santa Margarita y San Pedro, datados entre 1524-1525.

Ayuntamiento

En el Campo de San Antonio tenemos la Casa Consistorial, un edificio que estuvo destinado a la enseñanza hasta el año 2000; primero, para Escuela Graduada, luego, Instituto y, finalmente, como Grupo Escolar donde se impartía le Enseñanza General Básica

Santiago Matamoros

Convento de Santa Clara

Convento de Santa Clara-Museo Sacro. Situado en la margen derecha del río Cabe, frente al puente medieval, en el barrio de Ramberde. Sobre el portón del patio que da acceso al convento vemos el escudo de armas Castro-Osorio, correspondiente a la fundadora del convento, doña Catalina de la Cerda, casada con el VII Conde de Lemos.

La actual construcción se inició en 1634, y la iglesia, mucho más tardía, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, de una sola nave, terminada en ábside, es de traza gótica. El único claustro consta de dos plantas con pilastras.