Apostol

Camino de la Plata

Etapa

8

Cultura

Zafra

El poblamiento de la villa se remonta a la Prehistoria. La sierra del Castellar manifiesta su origen a lo largo de sus oquedades decoradas con pictogramas. Igualmente tenemos documentos de la Edad del Bronce a través de su castro. Lo restos de varias villas romanas pueden hacernos pensar en la continuidad del poblamiento de la zona durante esta época.
Sin embargo, las noticias realmente válidas son todas de la Edad Media. Cuando Fernando III el Santo en su camino para reconquistar Sevilla, en 1241, pasa por el valle, toma el castillo de El Castellar, que protegía desde lo alto a una pequeña aldea musulmana. Uno de los momentos de mayor apogeo lo logra en el siglo XIV, más concretamente en el año 1394, al ser donada por el rey Enrique III a Gomes Suárez de Figueroa. Esta familia señorial convertiría poco a poco a Zafra en el núcleo de sus dominios. Acorde con su importancia empezaron los cambios físicos en la villa, que se dotó de muralla. Para 1460, cuando la familia alcanza el título de Duques de Feria, la villa ya tiene cierto carácter monumental, ya que cuenta con un Alcázar y el Monasterio de las Clarisas, panteón de la familia.
Importante dentro de la órbita jacobea es señalar la construcción de Hospitales como el de Santiago, San Miguel y San Ildefonso por parte de la familia ducal. Fundamental para el desarrollo económico de la villa fue la protección de los duques a los judíos y moriscos cuya impronta nunca se perdió en la zona, así como la implantación de Ferias y mercados que, desde el siglo XIV, se celebraron regularmente con motivo de las principales festividades.

Los Santos de Maimona

Existe documentación que atestigua el poblamiento de esta zona desde la Edad del Bronce, en unos yacimientos que demuestran vida en poblados de aproximadamente 2.500 años a.d.C. Sus pobladores, los Túrdulos, fueron romanizados en el año 50 d.C. bautizando a la zona como Segeda Augurina. El Imperio Romano la integró en su cultura, pero era una población o villa grande en la Vía de la Plata sin nombre conocido. Tras la caída del Imperio Romano formó parte del reino visigodo, sustituido por los musulmanes y siendo ocupada por un clan bereber llamado Banu Maimun que dejó en esta zona su huella toponímica.
Durante el reinado de Fernando III el Santo, fue reconquistada (1235-40) para la cristiandad por el Maestre de la Orden de Santiago, formando parte de la Encomienda de la Orden hasta el siglo XIX.

Villafranca de los Barros

El origen del poblamiento de esta localidad se remonta a la época calcolítica, como lo demuestran las excavaciones realizadas en los yacimientos de Los Cortinales y Las Palomas. Parece probable también el asentamiento romano en la zona de Perceiana.
Las muestras cerámicas recogidas de época romana parecen indicar que administrativamente dependía de la importante ciudad de Mérida. Esta relación de dependencia se mantendrá sucesivamente con visigodos y musulmanes. Su nombre actual procede de mediados del siglo XIV. Siglos más tarde recibiría el apellido de Villafranca. Con el reinado de los Reyes Católicos, la localidad crece notablemente. Agrícola y ganadera, experimenta su propia revolución agrícola en el siglo XVIII.
A finales de los años cincuenta del siglo XX, Villafranca inicia su despegue industrial.