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Monumentos

Pontedeume

Torreón de los Andrade

Fue construido en la época de Fernán Pérez de Andrade, entre el 1370 y 1380 formando parte del conjunto integrado por un palacio -en el lugar que actualmente ocupa el Mercado-, la capilla de San Miguel – derribada en 1909- y el propio torreón. Es de planta cuadrada y mide 18 metros de alto; tiene cuatro pisos contando la planta baja, del segundo de los cuales arrancaba un puente levadizo hoy desaparecido. Además de las saeteras son destacables sus ventanales góticos en el tercer y cuarto piso, donde uno de ellos tiene un ósculo calado con el «sello de Salomón» o cruz de cinco puntas.

El torreón es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar medieval en Galicia, pero lo que destaca especialmente es el escudo en su fachada, procedente del desaparecido Palacio de los Andrade.

Iglesia parroquial de Santiago

En la capilla mayor destaca la complicada nervadura de la bóveda y el retablo renacentista de 1561. Consta de tres «calles» siendo arrancados de la central dos lienzos para colocar el sagrario y la imagen del patrón, Santiago. En su parte superior aún se conservan alusiones a los emblemas heráldicos de los Andrade. En el lado del Evangelio está el sepulcro de Fernando de Andrade a donde fue trasladado desde el centro de dicha capilla en 1758.

La imagen de Santiago Apóstol que está en la zona central del retablo apareció enterrada en el presbiterio en 1961 al hacer unas obras. El resto de la iglesia se organiza sobre una planta de cruz latina con brazos poco marcados y tres naves, de las cuales la central está cubierta por una bóveda de cañón.

En la fachada se abren tres puertas, de las cuales la central está coronada por el escudo de Fernando de Andrade, una estatua ecuestre de Santiago Apóstol y una placa del Corazón de Jesús con su lema «Reinaré en España», colocada en el 1900 para conmemorar el comienzo de siglo.

Iglesia San Miguel de Breamo

El primer documento en el que aparece mencionado el Real Priorato de San Miguel tiene fecha de 1234, con motivo de un pleito entre Breamo y el monasterio de Sobrado, pero se cree que su existencia viene de medio siglo antes, concretamente en el 1187, según la inscripción en el contrafuerte izquierdo de la puerta principal.

A pesar de las creencias populares, Breamo nunca estuvo habitado por los templarios, ni se hicieron excavaciones arqueológicas que demuestren la existencia de un castro levantadpor las gentes del rey Brigo bajo la localización de la capilla. Así mismo, no se confirma documentalmente hasta 1397 que la orden de clérigos regulares que habitaba Breamo era de San Agustín, manteniéndose la duda al menos hasta esa fecha.

El priorato de San Miguel fue de patrocinio real. Posiblemente fue Fernando II quien dotó al monasterio y delimitó su coto entre 1159 y 1164.

A partir de 1686 los cofrades deciden dar una especial relevancia a la fiesta de San Miguel del 29 de Septiembre, de forma que este día acaba consiguiendo la misma relevancia que la del 8 de Mayo. Esto queda plasmado en la romería popular que en estas dos fechas se celebra en las inmediaciones de la iglesia.

Castillo de Andrade

La construcción del castillo de Andrade fue realizada entre 1369 y 1377 por orden de Fernando Pérez de Andrade «o Boo», sobre terrenos arrebatados a los monjes de Sobrado.

A pesar del deterioro que presenta, se aprecian sus reducidas dimensiones por lo que se supone que sólo se debió utilizar como baluarte destacado o de simple atalaya.

Las irregularidades en el trazado de la planta se deben a la necesidad de adaptación a la roca sobre la que se construyó, lo que también determinó que sólo hubiese foso en los costados Este y Sur pese a que hoy en día resulten ya inapreciables.

Lo que en mejor estado de conservación se encuentra es la Torre del Homenaje cuyo interior quedó prácticamente inaccesible. La Torre es de planta cuadrada, tiene 20 m. de alto, 10 m. de lado y 2,57 m. de anchura los sillares. Tuvo tres sotos y tres pisos, según los huecos donde se encastraron las vigas.

Iglesia de las Virtudes

Llamada también de Nuestra Señora del Soto, fue mandada construir por Nuño Freire de Andrade en 1378. De la primitiva construcción sólo se conserva un sillar con el escudo de los Andrade y el tímpano de la puerta con la imagen de la Virgen. Su aspecto actual responde a la reedificación costeada entre 1672 y 1680 por el indiano Andrés Copeiro. La espadaña es de 1817 y la media naranja y cimborrio fueron reedificadas en 1858 por el arquitecto Faustino Domínguez. De su mobiliario, destaca el retablo mayor, barroco, de columnas salomónicas y relicarios, realizado a finales del siglo XVII, posiblemente, por Alonso González; y pintado con posterioridad a 1718.

Puente de Piedra

Construcción emblemática que da nombre a la Villa, fue reedificado entre 1863 y 1870, y remodelado entre 1884 y 1888, hasta quedar con los 15 arcos actuales. Sustituyó a un puente gótico de 68 arcos y más de 850 metros, que mandó construir, con dos torres, capilla y hospital en medio para peregrinos, Fernán Pérez de Andrade «O Boo» entre 1374 y 1380. De este puente gótico sólo quedan el Oso y el Jabalí, que hoy flanquean la carretera N-651 y que estuvieron entre los arcos segundo y tercero, en el hueco de los tajamares.

Miño

Cruceiro de Ponte do Porco

Fue levantado en 1981 por la Academia de Bellas Artes de A Coruña y el concello de Miño, en los jardines sobre la playa de la Alameda en memoria de Fernán Pérez de Andrade. Consiste en una cruz pétrea montada sobre un jabalí, labrada como homenaje a los antiguos Andrade, diseñada por Vales Villamarín y Quintas Goyanes y que adorna este puente desde el año 1981.

Ponte de O Porco

El primitivo Ponte do Porco es conocido actualmente como Ponte Lambre. Es de estilo ojival, tiene un sólo arco, y servía para facilitar el paso de Betanzos a Ferrol.

Viñas/Paderne

Iglesia de San Pantaleón das Viñas

El templo presenta dos partes bien diferenciadas; una primera corresponde a la construcción original de finales del siglo XII, una segunda, el ábside, tercio de la nave que se comunica con éste y pequeño cuerpo pegado al muro meridional correspondiente a la ampliación que se realizó en épocas muy posteriores.

Interiormente el edificio carece de arco triunfal diferenciándose dos espacios de la nave y el ábside por medio de la altura de éste último que se salva por medio de dos chanzos de piedra.

En cuanto a la ornamentación, el altar mayor presenta un sencillo retablo de características neoclásicas presidido por San Antón mientras que dos pequeños y sencillos retablos ocupan los dos últimos trechos de los muros laterales de la nave.

Pazo de Montecelo

El pazo, sin estilo definido, se halla ubicado cerca de la iglesia de San Pantaleón das Viñas. Se trata de una construcción muy sencilla y severa. En la fachada principal aparece el único motivo ornamental, un hermoso escudo heráldico. La última propietaria del pazo lo donó a una institución religiosa.

Betanzos

Urbanismo decimonónico

A mediados del siglo XIX nace un activo interés por el aspecto urbanístico de Betanzos. A este periodo corresponden las obras de reforma realizadas en la Plaza del Campo, con el objetivo de convertirla en una «Plaza Mayor»; se pavimenta e importa de Francia una fuente de hierro con la imagen de «Diana cazadora», que será situada en el centro de este ámbito. Las edificaciones, situadas en un lado de la misma, también se reforman, apareciendo las galerías que trasforman totalmente la imagen del conjunto.

En este momento de transición entre los siglos XIX y XX, Betanzos rebasa el cinturón impuesto por su muralla y se abren nuevas calles, con mejores condiciones higiénicas. De estos momentos datan los proyectos del ensanche y aparecen las nuevas tendencias arquitectónicas : estilo historicista con el Modernismo y el Eclecticismo. Los protagonistas de la arquitectura del momento serán los «indianos» patrocinadoras de obras de carácter social.

El primer tercio del siglo XX se muestra rupturista en lo arquitectónico. En esta época se construye con materiales baratos entre los que predomina el ladrillo y el cemento, desapareciendo todo tipo de ornamentación.

Iglesia de San Francisco

Iglesia de estilo gótico. En su puerta principal se puede ver una imagen de la adoración de los Magos. En la entrada lateral están representados la Anunciación y el ángel Gabriel, vestido con hábito de franciscano.

En su interior se conserva el sepulcro de Fernán Pérez de Andrade «O Boo», quien mandó levantar este conjunto. Su tumba se apoya sobre un jabalí y un oso, emblemas de la poderosa familia Andrade. Los laterales están cubiertos con escenas de cacería. La figura yacente del caballero está acompañada por un ángel (junto a la cabeza), un clérigo en actitud orante (en la parte media) y tres perros (a los pies). Se puede leer la siguiente inscripción en gallego medieval: «Aqui jaz Fernan Perez de Dandrade Cavaleiro que feo este mosterio ano do nascemento de noso sennor Ihesucristo de mil e trescentos e oitenta e sete anos». En otros rincones de la iglesia se encuentran sepulcros de otros caballeros de los siglos XIV, XV y XVI. En 1919 fue declarada Monumento Nacional.

Iglesia Santa Maria de Azogue

La Iglesia fue construida durante el siglo XIV, sobre las trazas de otra anterior de estilo románico. La actual, a la cual nos referimos, es de estilo gótico. Sus tres naves están dispuestas en planta basilical. La capilla mayor es heptagonal y posee un valioso retablo. Su interior da cobijo a catorce figuras flamencas de gran valor. Fueron robadas en 1981, pero se recuperaron poco después. Esta iglesia fue declarada Monumento Nacional en 1944 y en la actualidad es considerada Bien de Interés Cultural.

Iglesia de Santiago

La iglesia de Santiago fue construida por orden de Fernán Pérez de Andrade o Mozo. Es uno de los magnos edificios medievales de esta noble ciudad gallega.

Se trata de un edifico básicamente gótico con los arcaísmos románicos habituales. con ventanales rasgados, con gran puerta occidental cuyas agudas arquivoltas cobijan un tímpano que representa a Santiago montado a caballo con la cruz y la espada.

Es destacable la arquivolta central con figuras radiales de los apóstoles y en el medio una estatua central, de mayor tamaño, que representa a Cristo en majestad.

Plaza de la Constitución

Esta plaza fue reformada en varias ocasiones pero siempre fue considerada el centro de la ciudad, puesto que es la parte de la ciudad que corresponde a la “croa” del primitivo castro donde se asentó la población. Su edificio principal el Concello obra del arquitecto Ventura Rodriguez de estilo neoclásico. Pero es en esta plaza donde mejor podemos ver la importancia que tuvo la ciudad en la Edad Media puesto que en ella aparecen representados los principales poderes, la Iglesia con el templo dedicado a Santiago y la nobleza con los pazos de Bendaña, Lanzós y Taboada. De principios del siglo XX es la Casa Núñez, estilo modernista, que actualmente alberga la sede del CIEC. También señalar la Torre del Reloj de propiedad municipal.

Edificio Archivo-Liceo

Este edificio destinado a ser Archivo del Reino de Galicia se levanta en Betanzos hacia 1764. La longitud aproximada del edificio es de 50 metros. Excepto su fachada el resto estaba rodeado por terrazas o paseos, de las que se conserva la “Alameda”. Fachada principal de sillería, con una escalera de acceso a la primera planta que está coronado por un escudo de Galicia. Su fachada se divide en siete partes que hacen mención a las antiguas siete provincias de Galicia. Nunca llegó a ser utilizado como archivo y a través del tiempo ha pasado por múltiples funciones. Actualmente es sede del ayuntamiento, así como del aula de cultura y sala de exposiciones.

Las Puertas y la Muralla

Disponía de cuatro entradas, con sus portadas, y un postigo, que daban entrada a la ciudad. Todas pertenecen al siglo XV: La Puerta de la Villa, frente al Campo de la Feria, fue derribada en el año 1872; con ella también se perdieron las almenas y se trasladaron los escudos que la remataban. Los restantes accesos eran y son: la Puerta del Puente Nuevo, la Puerta de la Rivera o del Cristo y la Puerta del Puente Viejo. Las tres disponen de arco apuntado.

El postigo, situado en el lugar llamado del Hórreo, todavía quedaba en pie a mediados del siglo XVIII.