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Camino Inglés

Cultura

Sigüeiro

Los primeros restos arqueológicos encontrados en el municipio datan de época megalítica, como el dolmen de Vilar de Arriba encontrado en Deixebre. De la cultura castreña destacan los castros de Vilalbarro en Deixebre y el de Marzoa, además de los restos del llamado Tesoro de Recouso, encontrado en Marzoa y datado entre los siglos V y IV a. C., que consiste en un conjunto de cadenas y colgantes de oro. Es posible que la villa de Sigüeiro sea la mansión romana de Trigudum, que se encontraba en la vía romana de Braga a Astorga.
En la Edad Media formó parte de la jurisdicción de Montaos, al igual que los territorios de Trazo y Órdenes. Esta jurisdicción abarcaba desde el río Tambre hasta el monte Xalo. Consta la existencia de la misma al menos desde el año 1124, fecha en la que se firmó una donación del rey Alfonso VII al obispado compostelano. En este lugar se construyó un puente en el siglo XIV, por orden de Fernán Pérez de Andrade, El Bueno. El llamado Camino Inglés de peregrinación a Santiago pasaba y pasa por este municipio. Durante el Antiguo Régimen las parroquias que integran el municipio de Oroso pertenecían a la jurisdicción de Folgoso, señorío del conde de Altamira, a la jurisdicción de Mesía, administrada por el arzobispo de Santiago de Compostela y a la de Sigüeiro do Deán, señorío del deán de Santiago de Compostela.
La proclamación de la constitución de 1812 supuso la abolición del régimen señorial y su sustitución por una administración territorial. En aquel momento se produjo la creación de los municipios de Pasarelos y Oroso. En 1823 el rey Fernando VII derogó la constitución, hecho que supuso la supresión de estos municipios y la restauración del régimen señorial. La definitiva recuperación del municipalismo se produjo en 1835, cuando se constituyó el municipio con sus límites actuales. En 1846 tuvieron lugar en Oroso los enfrentamientos entre las fuerzas lealistas al gobierno y las de los liberales sublevados al mando del coronel Miguel Solís cerca del puente de Sigüeiro.

Santiago de Compostela

Antiguas narraciones cuentan, que en los primeros años de la cristiandad el Apóstol Santiago(Jacob), hijo de Zebedeo y hermano de Juan Evangelista, predicó el Evangelio por las célticas tierras de Galicia, situadas al noroeste de la península y que por los propios romanos fueron consideradas como el fin de la tierra (Finis Terrae).
En el año 44 y después de nombrar varios discípulos, regresó a Jerusalén, donde fue torturado y decapitado por Herodes Agripa.
Como ya hemos narrado en el apartado «Historia», el cuerpo fue trasladado por sus discípulos hasta Iria Flavia, la entonces Capital de la Galicia Romana situada en la costa Gallega, siendo enterrado su cuerpo en un compostum o cementerio, donde construyeron un mausoleo marmóreo.
Como consecuencia de las persecuciones a los cristianos y todo tipo de prohibiciones para la práctica del culto, la existencia del lugar cayo en el más absoluto olvido, hasta que en el año 812 un eremita observó ciertos fenómenos antinaturales en el lugar, que se podían definir como resplandores estelares (Campus Stellae, o Campo de la Estrella, de donde se deriva el actual nombre de COMPOSTELA).
Después de advertir del hallazgo a Teodomiro, a la sazón obispo de Iria Flavia, fue informado el Rey Alfonso II, que acudió al lugar y proclamó al Apóstol Santiago, Patrón del Reino, mandando edificar un Santuario, que posteriormente llegaría a ser la actual Catedral. A partir de este momento Santiago se convierte en referente de peregrinación para todo el cristianismo Europeo, al que acuden reyes, príncipes, santos y toda suerte de peregrinos, que con su sacrificio trazan una gran diversidad de rutas.
Es el Papa Calixto II y posteriormente Alejandro III, quienes conceden a la Iglesia Compostelana el «JUBILEO» al proclamarla «Ciudad Santa» junto a Jerusalén y Roma