1. La Roda - Minaya - 17.9 km

Accedemos a la población de La Roda a través de un paso elevado sobre la autovía. Cruzamos la carretera comarcal a Tarazona, en dirección a la carretera general. La belleza del patrimonio histórico- artístico de esta localidad obliga a una detenida visita. Cuenta, además, con todo tipo de servicios para los peregrinos. Ayuda mucho para seguir caminando comprar una buena provisión de «Miguelitos», que son unos extraordinarios pasteles confeccionados a base de hojaldre y finísima crema (lo único malo es lo poco que duran). Salimos de la Roda, con nuestro pastelitos en la mochila, a través de la «calle de Los Mártires» (tiene dos gigantescas chimeneas). Continuamos por la «calle Dulcinea» y buscamos el camino a Minaya siguiendo el tendido eléctrico. Al poco de salir del núcleo urbano, vemos a nuestra izquierda un chozo de pastores;seguimos dirección oeste (veremos otro chozo a la derecha). Aunque veamos cruces de caminos, nosotros hemos de caminar siempre en dirección oeste.Si es así, a lo lejos, veremos un silo frente a nosotros(y un tanto a la izquierda). Tras rebasar un cruce (veremos una casa a la izquierda), unos almendros nos indican la ruta, el último almendro nos indica que escojamos el camino de la izquierda. Llegamos a una carretera local, la cruzamos (a la izquierda tiene que haber una finca) y entramos en un cómodo camino desde el que veremos la torre de la iglesia parroquial de Minaya.

2. Minaya - Casas de los Pinos - 4.7 km

La entrada a Minaya la realizamos entrando por la «Calle Grande» (a la izquierda nos tiene que quedar el Parador). Hijo ilustre de la villa fue Alvar Fáñez, sobrino de Rodrigo Díaz de Vivar, «el Cid». Cuenta con todos los servicios necesarios para estar a gusto y reponernos un poquito. Su iglesia parroquial merece una visita.

Cuidado a la salida de Minaya, hay riesgo de confundir el camino de Levante con el de Alicante, ya que los dos tienen flechas amarillas.

Situados frente al restaurante Antolin a la salida de la localidad; tomamos el camino que queda frente a nosotros , atravesar la carretera y seguir recto por el camino de tierra. No debemos abandonar el camino principal. De este modo llegaremos a Casas de Los Pinos, donde podemos comer en el bar. Abandonamos el pueblo por la carretera de San Clemente. Tras 300 mts. cogemos el camino que hay a la derecha y que nos conduce rápidamente hasta San Clemente.

3. Casas de los Pinos - San Clemente - 8.6 km

Entramos en San Clemente a través de la calle «Mª Josefa Melgarejos». Si giramos a la izquierda, veremos un jardín y el colegio «Los Remedios»; si seguimos de frente, llegamos al centro de esta pequeña y preciosa ciudad medieval. Sería imperdonable no quedarnos en ella para apreciar toda su belleza. Su gente es amable con los visitantes y sus servicios son completos y reconfortantes. También podemos hacer una visita a la Virgen del Rus, muy querida por sus habitantes.