Apostol

El Camino de Levante

Etapa

3

Cultura

Xátiva

Xátiva ha sido casi siempre una población de gran importancia histórica. Esto fue especialmente cierto en la época árabe, en la que llegó a contar con más de 30.000 habitantes. Aquí se diseñaron los sistemas de riego con el primer canal de agua potable, se alzaron mezquitas, baños e importantes y surtidos zocos. En el año 1150 aparece aquí el primer molino papelero elaborado, que dará paso a la fábrica de papel.
El reinado de Jaime I dará paso a la época de repoblación. Los centros de culto musulmanes se cconvierten en templos cristianos y las órdenes religiosas crean conventos.
El siglo XIV supone un crecimiento enorme de la ciudad y se inicia una gran actividad constructiva. Durante varios años se convirtió en la segunda ciudad más importante del Reino de Valencia. Su castillo pasa a ser prisión de estado y el recinto fortificado más importante de la Corona de Aragón.
El siglo XV trae el ascenso al solio pontificio de los dos únicos papas no italianos: Calixto III y Alejandro VI-Rodrigo de Borja. Los dos, tío y sobrino, dejaron imborrable huella en la Historia.
En el siglo XVI nace en Xátiva José de Ribera, “El Españoleto”, uno de los pintores más destacados de todos los tiempos.
Los primeros años del siglo XVII traen la desafortunada expulsión de los moriscos (1609), que provoca una profunda crisis económica en la ciudad. Esta crisis se complicaría en el siglo siguiente con la aparición de varias epidemias y la segunda revuelta de las Germanías, en la que los ciudadanos de Xátiva apoyaron al candidato austriaco; vencidos en el campo de batalla por la facción borbónica, fueron víctimas de una revancha larga y cruel. Aunque la venganza, dicen, es un plato que siempre se come frío, los sebatenses se vengaron del borbón colocando cabeza abajo el retrato de Felipe V, en el Museo Municipal.

Novetlé

Fue una alquería árabe que compraron los caballeros de la familia Tallada, con abolengo en aquella zona por haber intervenido sus predecesores en la conquista de Játiva a los musulmanes.
Eclesiásticamente dependió de Játiva, de donde fue desmembrada en 1534, convirtiéndose en rectoría de moriscos.

Anahuir

No hay ninguna fecha fundacional del pueblo en el Archivo Municipal de Xàtiva. Pero en estudios de n’Agustí Ventura se narra como hacia el siglo IX – X (después de que los musulmanes conquistarán Xàtiva en el siglo VIII), se empezó la tarea de abastecer de agua a la población de Xàtiva tanto para uso humano como agrícola. A estas fechas es cuando se construye la acequia de la Vila, y gracias a esa construcción nacen las alquerías de Annauir y Novelé dada la necesidad de cultivar el fértil vergel por donde pasaba. Esta acequia, y las alquerías, se mantienen aun cuando en 1244 el rey en Jaume I (el conquistador) alcanza el control del castillo menor de Xàtiva, y el dominio de la ciudad el 1246. Años después, 1252, el rey concede carta de población (reparto de lugares donde vivir) a los moriscos de Xàtiva y comarca, que eran mayoría muy grande frente a los cristianos (que recibieron carta de población al 1248 – 1250). Desde la reconquista del rey Jaime hasta el año 1276, se producen numerosas revueltas y alborotos encabezadas por musulmanes inconformistas debido al cambio de poderes en la región; dado la población totalmente musulmana de Annauir es suficiente. Así pues ya en época foral (cuando existían los Fueros que organizaban y protegían el País Valenciano), se ve aparecer el pueblo a un censo de poblaciones de las cortes de Monzón (Aragón) del 1510, dentro de las alquerías del término particular de Xàtiva. El término particular de Xàtiva era el término «municipal» que le correspondía en propiedad, y el término general era el que le pagaba impuestos aunque no fuera de su propiedad.

Canals

El origen de Canals se sitúa en la Historia Antigua, aunque sin poder precisar más. Esta continuidad de asentamiento en el tiempo desde momentos históricos tan remotos, se debe a su privilegiado emplazamiento en la confluencia del río Cañones con el más pequeño de los Santos de La Piedra. Durante la época romana, también hubo población,como atestiguan los restos arqueológicos hallados (una lápida funeraria) que llevan a pensar en la posible existencia de una villa romana. La famosa Vía Augusta, que con el tiempo se convertiría en el «Camino de Castilla», pasaba también por esta población.
La dominación musulmana convirtió a Canals en un punto muy importante, gracias al agua del río de Los Santos. La reconquista del territorio por el rey Jaime I en 1244 supuso la donación de la Torre y la Alquería de Canals al conde Donís de Hungría. La Baronía de Canals fue vendida a los Jurados de Xátiva en 1352; la Baronía de la Torre, propiedad de los Borja, fue igualmente comprada por la ciudad de Xátiva en 1506.
El núcleo vital de la villa medieval era el barrio llamado «El Secanet», presidido por un templo gótico, derribado en el siglo XX.
La muralla de la villa tenía tres portales de entrada, hoy desaparecidos :
El Portal de San Roque, en las proximidades de «La Lloca», el Portal de»El Salvador», al final del «Goleró» y el Portal de San Antonio de Padua, situado en la «Plaça de la presó». Hay quien mantiene que hubo un cuarto portal en la calle de los Santos de la Piedra Abdón y Senén.

Vallada

Se sabe que Vallada tuvo una ocupación humana constante desde la época Paleolítica hasta los siglos medievales. Es en la época romana, cuando se piensa que pudo existir una posible habitación en núcleos urbanos, a partir de los restos cerámicos y constructivos hallados en el año 1987. Se trataría de una «villa» de cierta importancia por su amplia cronología y por su situación en una zona de profunda romanización.
Durante el periodo de ocupación musulmana, Vallada parece caer en el olvido y sólo se conservan de ese momento algunos topónimos vigentes en el término municipal, el trazado urbano, que desaparecería tras la Reconquista, y las cerámicas conservadas en el Museo Municipal.
En el año 1244 se sabe que el rey Jaime I pacta, mediante capitulación escrita, con el alcaide musulmán, la permuta del castillo menor de Játiva por la fortaleza mayor al cabo de dos años. A cambio, se quedaba con los castillos de Vallada y Montesa.
Vallada vuelve a aparecer en documentos escritos en el año 1289, cuando el rey Alfonso III de Aragón y I de Valencia, a través de su representante, Bernat de Bellvís, concedía escritura de población a 120 familias de cristianos viejos para repoblar Vallada y Montesa.
Decisivo para los habitantes de Vallada fue el hecho de que el monarca Jaime II otorgara a la reciente Orden Militar de Montesa una escritura
de donación de la villa y castillo del mismo nombre. Así, el destino de Vallada se ligaba inextricablemente al destino de dicha Orden Militar.
Años más tarde, a instancias del segundo Maestre de la Orden, el monarca daba su beneplácito para que el Camino Real pasara por el interior de Vallada, con los consiguientes beneficios económicos.
En el año 1547 el Maestre de la Orden concedía jurisdicción propia a Vallada, gracias a lo cual queda convertida en Villa; su término jurisdiccional propio se le asignó el día 17 de enero del año 1548.
Llegado el siglo XVIII, y con él, la Guerra de Sucesión, las penurias se cernieron sobre Vallada debido al continuo paso de las tropas por su interior y a la obligación del desembolso de fuertes sumas de dinero y alimentos para el mantenimiento del ejército. Terminada esta contienda, aún había de sufrir Vallada otro revés más : los devastadores efectos del terremoto ocurrido el día 23 de marzo del año 1748.
No es fácil derrotar a los valencianos. A pesar de tantos factores en contra, los habitantes de Vallada consiguieron el resurgimiento económico y urbanístico antes del final de esa centuria. Todo ello pese a un nuevo factor en contra : el trazado del Camino Real por el centro del valle.
La segunda mitad del siglo XIX volvió a ser pródiga en catástrofes naturales, pero la voluntad de los valladianos consiguió recuperar el nivel anterior.