El kilómetro cero de la Vía Augusta está situado en la Iglesia de Santiago de la capital gaditana, en la misma Plaza de la Catedral, en cuyo interior pueden contemplarse dos imágenes del Santo Patrón.
Desde aquí el peregrino, siguiendo la flecha amarilla, se interna en el Barrio del Pópulo subiendo las escalinatas por la izquierda de la Catedral. A través del Callejón de los Piratas accede a la Plaza de Fray Félix, donde se encuentra la Catedral Vieja de Cádiz, actualmente Parroquia de Santa Cruz. Desciende la calle Obispo José Mª Rancés y por la calle Mesón atraviesa el barrio más antiguo de la ciudad, que abandona por el Arco de los Blancos, donde son visibles restos de la antigua muralla. Ahora el peregrino transita por encima de lo que los arqueólogos estiman es la scaena del teatro romano que ha quedado bajo la ciudad medieval.
A continuación entra en el Barrio de Santa María. Por la calle e Iglesia-Convento del mismo nombre abandona este antiguo arrabal de la ciudad medieval para dirigirse a la calle Concepción Arenal, la circunvalación de la ciudad por el sur.
Tras pasar junto al edificio que fue antigua Cárcel Real, hoy felizmente reconvertido en la “Casa de Iberoamérica”, y pasar junto a una rotonda con fuente y estatua al gaditano/romano Lucio Cornelio Balbo “el Menor”, la senda se dirige paralela al litoral, por la Avda. Fernández Ladreda y el Paseo Marítimo hasta abandonar la urbe gaditana por el Fuerte de la Cortadura.
El camino transcurre ahora entre la autovía a San Fernando y las playas de Cortadura y El Chato. Primero, a través de una carretera asfaltada hasta llegar al famoso e histórico Ventorrillo “El Chato”; luego, por un sendero junto a las dunas. Si el tiempo acompaña, puede hacerse este tramo por la misma arena, pues las vistas son magníficas y se sustituye el ruido de los vehículos por el suave rumor de las olas. Muy recomendable.
Cualquiera de las dos opciones indicadas nos lleva hasta el acuartelamiento de Torregorda, donde se toma el viaducto sobre la autovía para salvarla y continuar por el carril de servicio de RENFE que nos deja en un Centro Comercial.
La flecha nos lleva a la Estación de FF.CC. de San Fernando-Bahía Sur. Ascendemos sus escaleras para internarnos en la ciudad de San Fernando buscando la calle Real y su Iglesia Mayor, ubicada en el centro de la población.
Desde aquí se abandona “La Isla”, como se la suele denominar de forma local, pasando junto a la famosa Venta de Vargas -con estatua homenaje a Camarón de la Isla-. Inmediatamente se sube el puente “Jesús del Gran Poder” sobre la autovía, se pasa junto a unas instalaciones salineras en explotación, y finalmente la senda nos lleva bajo la vía del tren para tomar un carril de peatones y ciclistas que se dirige al “Puente de Hierro”, que salva el Caño de Sancti Petri.
[Otra opción sería tomar a la salida de San Fernando el histórico Puente Zuazo y continuar hacia el Barrio de Jarana, pero debido a las obras del tranvía metropolitano Chiclana-Cádiz la zona no es recomendable actualmente para caminantes].
En el mencionado “Puente de Hierro” se baja al carril de servicio de RENFE que discurre paralelo a la vía férrea hasta Puerto Real, dejando a la izquierda las marismas del Parque Natural Bahía de Cádiz y el Arsenal de la Carraca.
Desde esta zona ya es visible la vecina villa de Puerto Real a la que se accede por una zona de urbanizaciones junto a la Bahía. La entrada al casco histórico es a través de una amplia rotonda, conocida como El Cartabón, con un monumento modernista bautizado como “La estructura”, en homenaje al sector naval, tan vinculado a la bahía.
Por la calle La Plaza, arteria principal de la ciudad, los azulejos jacobeos nos llevan hasta el centro de la villa de Puerto Real, donde se encuentra el antiguo Ayuntamiento. Aquí el peregrino puede sellar su credencial y dar por concluida esta primera etapa.