Alcalá de Guadaíra – Sevilla
20.0 km
Ruta principal
1. Alcalá de Guadaíra - Sevilla - 20.0 km
Tanto si se parte de la Iglesia de Santiago como desde el centro urbano, hay que continuar por la calle Orellana hasta llegar al “Puente del Dragón”. Nada más llegar a él, por su parte derecha sale un camino que enlaza con una vereda por la orilla derecha del río, denominado “Camino del Realeje”. A unos doscientos metros aparece un molino con el mismo nombre (suele aparecer también como “Realaje”). Inmediatamente nos topamos, a la derecha y arriba, con el Adufe, antigua factoría de bombeo de aguas de finales del XIX. Antes de proseguir, merece la pena volver la vista atrás y contemplar el Castillo y Alcalá desde otra perspectiva.
Continuamos el camino paralelo al río. Se puede ir observando la vegetación de espinos blancos y la fauna asociada de sus márgenes. Se suceden molinos en ruinas (Pelay Correa, Cerraja, entre otros), pendientes de ser restaurados y puestos en valor.
Una señal indica “Puerta Verde de Alcalá de Guadaíra”, una conexión por carril con la Universidad Pablo de Olavide. Se alcanza el puente del Canal del Bajo Guadalquivir que, aunque da acceso al otro lado del río, no lo cruzaremos, sino que iremos en dirección inversa durante unos 350 m, hasta que -tras sobrepasar unas viejas vías de tren- lleguemos a un cruce de caminos, donde giraremos a la izquierda. Caminaremos con las vías a la izquierda y una tapia a la derecha por zona muy degradada.
Al llegar al final de la tapia giraremos 90º a la derecha y junto a dicho muro llegaremos hasta una alambrada que nos impide el paso. Volvemos a girar a la izquierda para ver a lo lejos el “logo” de una gasolinera “Shell” en el Polígono El Pino, hacia donde nos dirigimos.
Alcanzado este polígono industrial, estamos ya en el término municipal de Sevilla. Llevamos recorridos unos 11 kms desde Alcalá de Guadaíra.
Continuamos por la larga c/Honestidad del sevillano barrio de Palmete. Entramos en una zona con mucho tráfico, puentes elevados, viaductos, pasos subterráneos, de peatones, por lo que hay que prestar mucha atención. Cruzaremos, por última vez, el canal del sempiterno Guadaíra y la estación ferroviaria de contenedores de «La Negrilla».
Posteriormente pasaremos bajo la circunvalación de la SE-30 y nos adentraremos ya en el casco urbano de Sevilla propiamente dicho.
En primer lugar, a nuestra izquierda, nos encontramos con el Parque Amate, que rodearemos por las calles Amor y Carlos Marx. Se continúa recto por Federico Mayo Gayarre, Marqués de Pickman, Gran Plaza, Eduardo Dato, Estadio Sánchez Pizjuán y Puente de San Bernardo.
Al entrar en la calle Sta. Mª la Blanca se gira a la izquierda por las callejuelas del Barrio de Santa Cruz: Ximénez de Enciso, Mesón del Moro, Mateos Gago y, ¡por fín!, la Plaza Virgen de los Reyes. Ante nosotros la fachada este de la Catedral o “Puerta de Palos” y la Giralda de Sevilla.
Rodeamos el monumental edificio para acceder a su puerta occidental y principal, la de la Asunción, donde nos espera Santiago Peregrino en una arquivolta arriba a la izquierda. Se puede intentar sellar la credencial en la oficina parroquial que se encuentra en la capilla de la Virgen de los Reyes, dentro del templo. Asimismo, y dada la condición jacobea de la Vía Augusta, puede hacerse una visita a la Capilla de Santiago, ubicada en el lado norte del mismo.
Aquí finaliza este tramo alcalareño de la séptima y última etapa de la “Vía Augusta”, que nos ha llevado desde Cádiz hasta Sevilla. Pero también es el inicio de la “Vía de la Plata”, la cual enlaza al caminante peregrino con el “Camino Francés” en su búsqueda de la ciudad del Apóstol: Santiago de Compostela.
Ruta Alternativa
1. Dos Hermanas - Sevilla - 20.0 km
Se abandona Dos Hermanas por la Plaza del Arenal, el corazón de la ciudad y donde se encuentra la estación de tren principal. Continuamos por la Avda. de Sevilla, se sube el puente que salva de nuevo la línea férrea en dirección a la rotonda de la Avda. de la Libertad, reconocible por una magnífica estatua ecuestre con jinete y gitana a la grupa a tamaño natural.
Continuamos por la calle Gabriel Miró, por una zona de expansión de la ciudad donde se suceden nuevas construcciones y parcelaciones urbanísticas no desarrolladas, en la carretera que conduce a Montequinto. Este trazado forma parte de la “Vereda o Camino Real del Rayo”, que enlazaba Bellavista (Sevilla) con Utrera.
Por la acera izquierda de la citada carretera vamos subiendo suavemente dirección al hipódromo. A la derecha, sobre un altozano, la “Hacienda Torre de Doña María”, escondida entre altas palmeras, y seguidamente las zonas de aparcamiento de un centro comercial en la misma margen.
A algo más de una hora de andar desde el centro de Dos Hermanas se alcanza el “Gran Hipódromo de Andalucía”, ubicado en lo alto de los Cerros de Montequinto. Según los antecedentes históricos, por estos territorios discurría una antigua vía romana, cuya “quinta piedra” miliar o hito de distancia se encontraba aquí. Por esta razón, en las referencias geográficas romanas se denominaba este lugar “Quintus ab urbe lapide” (‘Quinta piedra desde la ciudad’), posiblemente como entidad de población o parada donde reponer fuerzas los caminantes que llegaban a Hispalis procedentes de Orippo (Dos Hermanas) por la “Vía Augusta”.
Desde este magnífico mirador podremos contemplar una panorámica de la gran Sevilla. Como hitos notables sobresalen el Puente de Los Alamillos a la derecha, el campanario de la Giralda en el centro y a la izquierda el Puente del Centenario.
A partir de aquí el camino puede presentar problemas por la cantidad de parcelaciones, urbanizaciones, movimientos de tierra para nuevos enlaces, etc. La senda parte justo a la derecha de la entrada al Hipódromo, a través de una puerta franca que cruza una valla metálica, entre un olivar. Las flechas amarillas están pintadas ahora en olivos centenarios ante la ausencia de piedras o construcciones.
Hay que buscar un sendero que nos lleva hasta el puente sobre el Canal del Bajo Guadalquivir, cercano a la barriada sevillana de Bellavista. En caso de duda búsquese la calle del Casquero o la calle “M” de la urbanización “Villanueva del Pitama”. Ambas confluyen en la Avda. de la Salud, donde vuelven a reaparecer las flechas amarillas.
Nuestro camino nos lleva hacia una zona de construcciones militares, por el acuartelamiento Queipo de Llano y luego el de artillería “Daoíz y Velarde”, en estado ruinoso, ya en la carretera de entrada. La zona está muy degradada. Esta parte de la etapa presenta un gran peligro por el intenso tráfico y los distintos cruces que se suceden por lo que es muy recomendable extremar precauciones.
Hemos confluido con la Avda. de Jerez, la antigua N-IV. Por un paso subterráneo accedemos a un carril bici-peatonal que hay justo en la mediana de dicha carretera, el cual finaliza en la Glorieta Letonia. A la derecha hemos dejado el hospital militar “Vigil de Quiñones”.
El camino es ahora rectilíneo y sin pérdida alguna. Por la acera izquierda de la citada Avda. de Jerez nos dirigimos al centro de la capital hispalense. Una gran rotonda con el estadio del equipo bético a la izquierda señala el comienzo del Paseo de la Palmera, una bella y arquitectónica entrada a la ciudad, donde se suceden edificios y palacetes que fueron construidos para la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.
A continuación del cruce de dicho Paseo con la calle Cardenal Ilundain, a la izquierda, en la calle Isaac Peral, se encuentra el albergue juvenil de la Junta de Andalucía, que puede ser utilizado como lugar de pernocta por el peregrino, para lo que debe bastar con mostrar la credencial.
Continuamos por el Paseo de la Palmera, que se convierte en el de las Delicias, hasta la Glorieta de los Marineros Voluntarios. Al llegar a los Jardines de San Telmo, visibles a la derecha, nos dirigimos hacia ellos abandonando el Paseo de las Delicias, y por la Avda. de Roma enlazamos con la calle San Fernando, justo donde se encuentra el añejo y monumental hotel Alfonso XIII, en la Puerta de Jerez.
Finalmente, por la Avda. de la Constitución y el Archivo de Indias llegamos a la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla, a la que se accederá, como peregrinos que somos, por la puerta de la Asunción, en la fachada de poniente u occidental del templo, donde se encuentra la estatua del apóstol Santiago caracterizado como peregrino sobre una arquivolta arriba a la izquierda.
La credencial se sella en la Capilla Real o de la Virgen de los Reyes, en la fachada opuesta, por lo que es una buena excusa para dejarse llevar y admirar la majestuosidad y riqueza arquitectónica del templo, que pasa por ser la catedral gótica cristiana con mayor superficie del mundo, considerada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Aquí finaliza este tramo “nazareno” de la séptima y última etapa de la “Vía Augusta”, que nos ha llevado desde Cádiz hasta Sevilla. Y aquí comienza el kilómetro cero de la “Vía de la Plata”, si el caminante decide continuar hacia Santiago de Compostela.