Hace tres años, siete amigos y miembros de la Asociación Carreteros Valencianos decidieron peregrinar a Santiago de Compostela acompañados de cinco mulos y dos caballos holandeses encargados de tirar de tres carros. Así, en 2016 la expedición partió de Oliva (Valencia) y llegó Cuenca.
En 2017, siguieron hasta Burgos y, en 2018, retomaron el Camino hasta Hontanás. Este año, los amigos volvieron a reunirse, esta vez en Frómista (Palencia), con el objetivo de llegar ya a Santiago. Así, la pasada semana, Antonio Rubio, Jaime, Justo y sus mujeres, cargaron un camión con sus carros y animales y se dirigieron a Frómista, donde se reunieron con Rafael Tornabell. Tras tres días de Camino, la expedición llegó el pasado sábado al Bierzo, donde en una parada para el café, confesaron la magia de la experiencia.
«Es una experiencia muy bonita porque disfrutas del paisaje y de la gente», sin obviar la «parte dura», principalmente por «comer, ducharse y dormir en carros y tienda de campaña», señalaron.
