Hay un efecto llamada , resulta evidente , y los peregrinos aumentan en número en año santo respecto a los años ordinarios , pero también son muchos los receptores en los que la publicidad causa alarma.
En los últimos años santos se ha constatado este miedo a la masificación , tanto es así que en algunos tramos y meses ha habido incluso menor afluencia que en el año ordinario precedente o siguiente.
Por ejemplo los alemanes , que son muy planificadores , suelen evitar los Xacobeos , del mismo modo que hacen con el verano.
Y gran parte de la multitud peregrinante del año santo se reduce a los grupos organizados , que no suelen utilizar los albergues y al gran número de gallegos que recorre algunas etapas finales.
Por lo tanto creemos que para el peregrino de largo recorrido un año santo sera igual a cualquier otro salvo en las 5-6 etapas previas a Compostela y con mayor intensidad en el Camino Francés.