El intergrupo creado por los parlamentarios de la UE percibe interés por la Ruta en los nuevos países.
Europa crece, pero por mucho que se agrande el mapa, ningún territorio se escapa a los tentáculos del Camino de Santiago. Por ello, los europarlamentarios han visto en las rutas jacobeas un punto de apoyo para estrechar lazos culturales con los nuevos miembros de la UE que se han ido incorporando en el últimos tiempos.
Esta nueva perspectiva de una Europa que bascula hacia el Este ha sido determinante para que una iniciativa nacida en el finisterre continental en los años 90 de la mano del ex presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, vuelva a cobrar vida, ahora liderada por otro europarlamentario gallego, Francisco Millán Mon. El representante popular en Bruselas lideró ayer una reunión del Intergrupo Parlamentario del Camino, colectivo transversal sin vínculos ideológicos y abierto a todas las nacionalidades al que pertenecen medio centenar de eurodiputados. Ayer, una veintena participó en la reunión convocada con motivo de la visita de una delegación compostelana presidida por el alcalde, Sánchez Bugallo.
Capacidad de influencia
El grupo europeo vinculado al Camino que ha revitalizado Millán Mon es de reciente creación, y de hecho obtuvo su aprobación a principios de febrero en Estrasburgo. El popular aclaró que no tienen poder ejecutivo, pero señala que todos sus miembros mostraron su disposición a influir y a estimular iniciativas a favor del Camino, como la enmienda aprobada hace unas semanas que se tradujo en una inyección de 1,8 millones de euros que gestionará la Xunta para cofinanciar acciones culturales transfronterizas, como la muestra dedicada a Xelmírez que ahora se expone en París. El eurodiputado considera un éxito esta aportación no tanto en el plano cuantitativo -«que no es desdeñable»- como en el hecho de que la UE acceda a aportar fondos, «que es una manera de reconocer la influencia del Camino» para futuras iniciativas.
El intergrupo tiene como vicepresidentes al socialista gallego Antolín Sánchez Presedo; el francés Dominique Baudis; el italiano Mario Mauro; el portugués Paulo Rangel; y el polaco Konrad Szymanski. Todos ellos acudieron al encuentro con el alcalde compostelano, pero Millán Mon quiso destacar de entre todos al último de la relación, por cuanto supone para el Camino que su historia y su presente sean valorados en países que durante el pasado siglo estuvieron «separados» de Europa.
«Es interesante utilizar la Ruta Jacobea como metáfora de la Europa en construcción, sobre todo para estrechar lazos con Polonia, Chequia, Eslovaquia o los países bálticos. En estos lugares queda mucho trabajo por hacer vinculado al fenómeno jacobeo», que de una forma u otra aparece en todos los rincones del continente, como bien se pudo comprobar en una reunión marcada por las diferentes anécdotas sobre el Camino.
