Desde el principio de la historia de la peregrinación al sepulcro del Apóstol Santiago, los romeros contaban con tres opciones o itinerarios que recorrían la Península Ibérica:
El más importante y conocido por todos los peregrinos, especialmente por aquellos que procedían del Norte de Europa, era el que actualmente conocemos como Camino Francés. Iniciaba su recorrido entrando en tierras del reino de Navarra por Ibañeta y Roncesvalles, y, a través de Castilla y León, conducía a los fieles hasta Santiago de Compostela.
La segunda alternativa era el actual Camino Aragonés que, por omport, enlazaba con el Camino Francés en la localidad de Puente la Reina.
La tercera posibilidad era hacer el recorrido siguiendo buena parte de la Vía Augusta, entrar en tierras catalanas por Perthus, llegar a Barcelona y Tarragona y aquí girar hacia Lérida y Zaragoza.
Esta última alternativa, el llamado Camí de Sant Jaume, era escogido en su mayoría por peregrinos procedentes de Italia y la región del Languedoc. Numerosos eran también los romeros procedentes de países tan lejanos como Polonia, Hungría o la región de Bohemia, Alemania, Países Bajos e incluso ciudadanos ingleses. Si hoy día podemos constatar la procedencia de estos caminantes es por los salvoconductos extendidos por la Real Chancillería de los monarcas de Aragón, cuya protección solicitaban los romeros.
Nuestro más sincero agradecimiento a la Asociación de Amigos del Camí de Sant Jaume sin cuya desinteresada e inestimable colaboración no hubiera sido posible presentarles esta nueva ruta.
¡¡¡¡¡ULTREIA Y BUEN CAMINO PEREGRINO!!!!!