El «María Inmaculada» organiza una jornada escolar sobre el Camino de Santiago.
Con la llegada del buen tiempo y el final de curso en el horizonte, alumnos y profesores del colegio María Inmaculada de la capital han querido organizar una jornada festiva aprovechando la temática del Camino de Santiago, que este año celebra su Año Jacobeo. Peregrinos, meigas, juglares, o malabaristas, ningún personaje faltaba en la nada improvisada vuelta a la Edad Media, en la que participaron desde los más pequeños, convertidos en pequeños ángeles que marcaban el camino a los caminantes, hasta los alumnos más mayores del centro, padres y profesores, todos aportaron su granito de arena para que nada faltara en la ruta desde Zamora a Santiago. Y nada faltó. Ni cantares para amenizar el camino, ni avituallamiento para no desfallecer durante las seis paradas hasta la llegada a la Plaza del Obradoiro.
Los peregrinos del «María Inmaculada» salieron de Zamora ya con fuerzas renovadas procedentes del queso y las pastas típicas de la zona, en León no faltó un plato rebosante de cecina y en el alto en el camino a la altura de Burgos la morcilla reconfortó los estómagos de los por un día convertidos en personajes de novela, para finalizar en Santiago de Compostela con una rica empanada, donde se daba por finalizado el largo pero interesante camino. El parque cercano al colegio quedó convertido en un pequeño trazado de la Ruta Jacobea, «ha sido todo un acierto hacer el acto al aire libre, y todo un éxito que todo el mundo participara. Tanto padres como alumnos y profesores hemos quedado encantados con la actividad y en los próximos años vamos a darle más importancia porque merece la pena», explica ilusionado el profesor del centro zamorano Jesús Vega. Actuaciones con pinceladas modernas de pequeños y mayores terminaron por completar una jornada en la que el Camino de Santiago resultó ser mucho más que una ruta de peregrinaje.
