Apostol

Santiago coge aún más fuerza como meta de la cristiandad

29 julio 2010 / Mundicamino

A Roma y Jerusalén acuden muchos miles de turistas, pero el fenómeno de la peregrinación jacobea es único. La mezcolanza de razas, idiomas y culturas abarca a los cinco continentes.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acompañado por el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, se reunió en la Praza do Obradoiro con el fundador de la Ruta Quetzal, Miguel de la Quadra Salcedo, y los 272 jóvenes que han logrado sumar otro éxito a su aventura en el Camino. Feijóo aseguró que este Año Santo «ha sido redondo, en cuanto a afluencia de visitantes, viajeros, turistas y jefes de Estado».

En el mundo actual es difícil encontrar aventuras y rutas alternativas que puedan compararse con el Camino de Santiago. Quizás, y en eso coinciden la mayoría de peregrinos consultados, «la aventura del peregrinaje» es más conveniente situarla decenios atrás, o en algún siglo pretérito. Como cuando en tiempos de guerra por la Francia ocupada los peregrinos transitaban y pernoctaban en abadías tomadas por soldados del Reich, -caso de la Abadía Real de Saint Jean d’Angély, como testimonian los estudiantes del IES Rosalía de Castro que hace días visitaban el Centro Cultural Saint Jacques de Compostelle-. Pero incluso entonces a ningún peregrino se le impedía proseguir la ruta hacia Compostela.

A día de hoy no sobrevienen tales aventuras. Uno no se distancia apenas unos cuantos kilómetros de zonas interurbanas, y no existe ni la remotísima posibilidad de tan siquiera perderse; sí, en cambio, de desviarse. Pero para eso están hasta los perros del Camino, comentan algunos, «que te reconducen incluso mejor que las señales. Indicaciones tampoco faltan, a no ser en tramos del Camino que desfila por Asturias, mal cuidado, como insisten al unísono los del Camino Primitivo.

Como mucho, «daremos un rodeo» comentan. Pero si nos estamos refiriendo a una aventura espiritual y humana, al Camino de Santiago habría que calificarlo de, -otra vez según la voz de los testimonios principales, los caminantes- como la más importante ruta de peregrinación del occidente cristiano para la gente de fe; la vía más golosa de senderismo para amantes de la marcha a pie; para los deportistas y aficionados al ciclismo. Un reto en sí.

Y desde luego, insistimos, en una aventura de las de película. Al menos así lo fue para los 272 jóvenes llegados junto al incombustible De la Quadra Salcedo que abiertamente saludaban a los Reyes en el día grande de Santiago. Paradójicamente por mar y desde el nuevo mundo, -México- estos chicos contribuyen a afianzar aquello de que «Europa se hizo caminando a Compostela».